Plan y reunión de comité de emergencia para hacer frente al brote de ébola en Africa

Buenos Aires, 4 de agosto de 2014 (OPS/OMS).- La directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan, y presidentes africanos lanzaron un plan de 100 millones de dólares para controlar el brote de ébola que impacta a países situados al oeste de ese continente.  A su vez, este miércoles y jueves se reunirá un comité de emergencia de la OMS para determinar si el brote constituye una emergencia de salud pública de importancia internacional (PHEIC, por sus siglas en ingles) y, en ese caso, recomendar medidas apropiadas para reducir su propagación internacional.

El avance del brote de ébola no tiene precedentes, con aproximadamente 1.711 casos confirmados y sospechosos reportados y 932 muertes en Guinea, Liberia y Sierra Leone desde marzo de 2014. El próximo jueves se realizará una conferencia de prensa virtual desde Ginebra para informar sobre los resultados de la reunión del comité de emergencia.

"La magnitud del brote de ébola, y la persistente amenaza que plantea, requiere de la OMS y de Guinea, Liberia y Sierra Leona tomar la respuesta a un nuevo nivel, y para ello será necesario aumentar los recursos, el expertise médico en los países, la preparación y la coordinación regional", afirmó la doctora Chan al lanzar el plan. "Los países han identificado lo que necesitan, y la OMS está tratando de llegar a la comunidad internacional para avanzar en el plan de respuesta", apuntó la directora de la OMS.

El Plan de Respuesta a al Brote de la Enfermedad por el Virus del Ebola en África occidental identifica la necesidad de que se desplieguen cientos de profesionales en los países afectados. Los de mayor necesidad son los médicos clínicos y enfermeras, epidemiólogos, expertos en movilización social, logística y gestores de datos. El plan también destaca la necesidad de aumentar los sistemas de preparación en los países vecinos y fortalecer las capacidades globales. Mejorar la prevención, la detección de casos y el tratamiento temprano resultan claves para controlar el brote.

Los brotes de enfermedad por el virus del Ebola (EVE) tienen una tasa de letalidad que puede llegar al 90%. El virus es transmitido al ser humano por animales salvajes y se propaga en las poblaciones humanas por transmisión de persona a persona, por contacto directo (a través de las membranas mucosas o de soluciones de continuidad de la piel) con órganos, sangre, secreciones, u otros líquidos corporales de personas infectadas, o por contacto indirecto con materiales contaminados por dichos líquidos.

La enfermedad, que se detectó por primera vez en 1976 en dos brotes simultáneos en la República Democrática del Congo y en una zona remota del Sudán, se suele manifestar con la aparición súbita de fiebre, debilidad intensa, dolores musculares, de cabeza y de garganta, síntomas que van seguidos de vómitos, diarrea, erupciones cutáneas, disfunción renal y hepática y, en algunos casos, hemorragias internas y externas. El periodo de incubación oscila entre 2 y 21 días. Los pacientes son contagiosos desde el momento en que empiezan a manifestarse los síntomas.

Las ceremonias de inhumación en las cuales los integrantes del cortejo fúnebre tienen contacto directo con el cadáver también pueden ser causa de transmisión. No hay tratamiento específico ni vacuna para las personas ni los animales. Por ese motivo, la detección temprana y la atención sanitaria resultan de suma relevancia para poder lograr la recuperación de los pacientes.

El plan fue lanzado durante la visita de la directora general a Conakry, Guinea, donde se reunió con los presidentes de los tres principales países afectados. En julio último, la OMS apoyó también la reunión de más de diez ministros de Salud de Africa para llevar a cabo una acción regional coordinada en respuesta al brote de Ebola.

El pasado 26 de julio, la OMS elevó la respuesta a esta emergencia al nivel 3, el más alto del sistema de calificación interna en el Marco de Respuesta a Emergencias. En este marco, la Organización trabaja como coordinador internacional de expertos y recursos. Desde el comienzo del brote, se han desplegado más de 284 personas en los países afectados. Estas personas han estado proporcionando su experiencia en logística, vigilancia, gestión clínica, control de infecciones, apoyo de laboratorio y  comunicaciones, incluida la movilización social.