Puebla, Puebla, 31 de julio de 2020 - Cristian Morales, Representante de OPS/OMS en México señaló que la estrategia de prevención, atención y mitigación de la COVID-19 con un enfoque de Atención Primaria en Salud (APS) desde el Primer Nivel de Atención (PNA), es relevante por varias razones:
- Conjuga el enfoque de APS con una respuesta proactiva contra la COVID-19, complementando las acciones relacionadas con la reconversión y ampliación de servicios hospitalarios mediante acciones coordinadas intersectorialmente y en los tres niveles de gobierno.
- Busca salvar vidas, detectando casos sospechosos de COIVD-19 en la comunidad, identificando desde el primer nivel de atención signos de alerta temprana de gravedad en casos sospechosos para referirlos al segundo o tercer nivel donde sean tratados por especialistas en COVID-19 antes de que su salud se deteriore.
- Protege a quienes sufren de hipertensión, diabetes y otras condiciones que aumentan el riesgo de padecer formas graves de COVID-19 para que no tengan que desplazarse a los hospitales a buscar sus medicamentos o atención médica.
- Ayuda a difundir mensajes de comunicación de riesgo del nivel nacional y estatal, al nivel territorial y a los municipios; adaptándolos a las particularidades culturales, étnicas, sociales y económicas de estos tanto en zonas urbanas como en zonas rurales más alejadas.
- Potencia el mantenimiento de los servicios esenciales desde el PNA tales como la vacunación, el seguimiento y atención del embarazo y el puerperio y la lucha contra las arbovirosis como el dengue.
- Articula la implantación de la transformación del sistema de salud para garantizar el derecho a la salud, servicios médicos y medicamentos gratuitos, construyendo un sistema de salud más moderno, más eficiente y, más solidario.
El enfoque de APS sigue siendo la recomendación más importante que tenemos desde la OPS y la OMS para los sistemas de salud -señaló-. La APS centra sus esfuerzos en la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad como ejes articuladores de un modelo enfocado en la gente, sus familias y sus comunidades. Es decir, sistemas de salud que no solo estén enfocados en hospitales que, por cierto, son muy importantes y la reconversión hecha durante esta pandemia lo demuestra, pero que deben acompañarse de una organización de servicios en redes integradas donde el primer nivel de atención.
Un sistema que se desarrolle en base a estos principios será un sistema más universal, y más resiliente, que garantice mejor el derecho a la salud, capaz de enfrentar mejor tanto a la COVID-19 como a los demás problemas de salud que afectan a las y los mexicanos.