Con apoyo de la OPS/OMS, Brasil trabaja para controlar brote de fiebre amarilla

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Washington, DC, 28 de marzo de 2017 (OPS/OMS)—Brasil está llevando a cabo campañas de vacunación masiva contra la fiebre amarilla en los estados de Minas Gerais, Espírito Santo, San Pablo, Río de Janeiro y Bahía. Desde que comenzó en enero el brote de fiebre amarilla en el país, se han distribuido más de 18,8 millones de dosis de vacuna, además de los esfuerzos de inmunización de rutina.

La Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) está proporcionando cooperación técnica especializada a las autoridades federales encargadas de la gestión del brote y ha movilizado a más de 15 expertos, incluidos expertos de la Red Mundial de Alerta y Respuesta ante Brotes Epidémicos (GOARN), en control de enfermedades, vigilancia, virología, inmunización y otros campos para colaborar con los funcionarios de salud en los estados afectados. Estos expertos han estado operando con equipos de campo en operaciones de vigilancia, respuesta y control en los estados de Minas Gerais, Espirito Santo y Río de Janeiro.

El Ministerio de Salud de Brasil notificó 492 casos confirmados de fiebre amarilla, con 162 muertes confirmadas hasta el 24 de marzo. Otros 1.101 casos sospechosos están bajo investigación. Un total de 1.324 epizootias, o muertes por fiebre amarilla en primates, han sido reportadas al Ministerio de Salud, y 387 de ellas fueron confirmadas por laboratorio o vínculo epidemiológico, mientras que otras 432 están siendo investigadas.

Hasta el momento, en los cuatro estados con casos humanos de fiebre amarilla confirmados—Minas Gerais, Espírito Santo, Río de Janeiro y San Pablo—la transmisión de la enfermedad se ha relacionado a la picadura de las especies de mosquito Haemagogus y Sabethes. Pero los casos confirmados en seres humanos y monos en los municipios cercanos a los centros urbanos indican un riesgo potencial de urbanización, y la actividad de fiebre amarilla ha aumentado en ecosistemas de bosques tropicales y subtropicales cercanos a las poblaciones humanas.

Las autoridades están trabajando para contener el virus y evitar que se extienda a las ciudades donde podría infectar a la especie de mosquitos urbanos,  Aedes aegypti. Hasta ahora no hay evidencia de casos humanos de infección por el virus de la fiebre amarilla transmitida por este mosquito.

El número de casos ha disminuido en Minas Gerais y Espirito Santo, pero el monitoreo de casos continúa y Brasil está fortaleciendo su capacidad para detectar y tratar rápidamente casos de fiebre amarilla. Las enfermedades transmitidas por vectores tienen una característica estacional en las zonas tropicales y se espera que los nuevos casos disminuyan durante las estaciones secas y frías.

Vacunación

La fiebre amarilla puede prevenirse eficazmente mediante una vacuna de virus vivos atenuados. La OPS/OMS recomienda sólo una dosis de la vacuna, suficiente para conferir inmunidad sostenida y protección toda la vida. La vacuna contra la fiebre amarilla está contraindicada en individuos inmuno suprimidos. Las personas mayores de 60 años sólo deben recibir una vacuna después de una evaluación riesgo-beneficio. La vacuna contra la fiebre amarilla no debe administrarse a mujeres embarazadas, excepto a aquellas con alto riesgo de infección y situaciones en las que exista una recomendación expresa de las autoridades sanitarias, o a niños menores de 6 meses y personas con enfermedad febril aguda.

En la actualidad, la OPS/OMS recomienda que los países establezcan prioridades para la vacunación de las poblaciones que viven en zonas endémicas y las personas que viajan a esas zonas,  y que amplíen el sistema de vacunación de niños a nivel nacional si se dispone de vacunas. Es importante que los países compartan las estimaciones de la cobertura de vacunación contra la fiebre amarilla para niños y adultos en el nivel local, con el fin de informar una evaluación precisa del riesgo de la situación actual.

Se han iniciado campañas masivas de inmunización en los estados afectados. Las autoridades federales de salud pública en Brasil han distribuido 18,8 millones de dosis de la vacuna contra la fiebre amarilla desde enero a los estados y municipios en las zonas donde se han reportado casos. Estos incluyen Minas Gerais, Espírito Santo, San Pablo, Bahía y Río de Janeiro. Este esfuerzo se suma a los programas de rutina de vacunación contra la fiebre amarilla en 19 estados, que incluyeron 3,7 millones de dosis de vacuna.

Las vacunas adicionales incluyen 3,5 millones de dosis que Brasil solicitó a las reservas de emergencia que tiene el Grupo Internacional de Coordinación (ICG) sobre la provisión de vacunas y que han llegado al país. El ICG está integrado por la OMS, UNICEF, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) y Médicos Sin Fronteras (MSF).

La Secretaría de la OMS recomienda la vacunación contra la fiebre amarilla al menos 10 días antes del viaje para las personas que se dirigen a zonas de Brasil donde existe riesgo de transmisión, incluido el Estado de Río de Janeiro, con excepción de las áreas urbanas de Río de Janeiro y Niterói, y el Estado de San Pablo, con excepción de los centros urbanos de la ciudad de San Pablo y Campinas. La Secretaría de la OMS recomienda la vacunación en todos los estados del Espirito Santo y Minas Gerais.

La fiebre amarilla es endémica en áreas de 13 países y territorios de la región, incluyendo Argentina, Brasil, Paraguay, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Panamá, Guyana, Surinam, Guayana Francesa y la isla de Trinidad. En Brasil, se considera que 21 de los 26 estados y el Distrito Federal tienen áreas en riesgo de transmisión. A nivel mundial, 47 países tienen áreas con fiebre amarilla endémica: 34 en África y 13 en América Central y del Sur. La inmunización masiva es la forma más efectiva de prevenir la enfermedad.