Washington, DC, 26 de mayo de 2017 (OPS/OMS)- La celebración del Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres encuentra a las Américas y a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en los comienzos de la implementación de la Estrategia Mundial para la Salud de la Mujer, la Niñez y la Adolescencia 2016-2030.
Esta estrategia, impulsada por las Naciones Unidas, contribuirá al cumplimiento de la Agenda 2030 para el desarrollo Sostenible y de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS), en particular aquellos que se relacionan a las personas que viven en condiciones de vulnerabilidad.
No dejar a ninguna niña ni mujer atrás en términos de sobrevivir, implica evitar muertes por causas prevenibles relacionadas con el embarazo y el parto, así como por cánceres de cuello de útero y mama, por infecciones como el VIH, malaria o tuberculosis. También, reducir las muertes por enfermedades crónicas. Asimismo la estrategia global busca eliminar la violencia contra las mujeres y niñas, incluidas la violencia de pareja y el femicidio/feminicidio, que son graves problemas de salud pública en la Región.
No dejar a ninguna niña o mujer atrás implica también transformar prácticas sociales nocivas, modelos estereotipados de ser mujer y de ser varón, y formas de relacionamiento autoritarias y violentas que llevan cientos de años establecidas y que deben ser cambiadas.
Este 28 de mayo, la OPS busca sensibilizar que la salud no solamente requiere acceso universal a servicios de calidad, si no también que las mujeres completen la educación primaria y secundaria, y que tengan opciones de acceder a la educación terciaria gratuita de acuerdo a sus intereses. Se debe asegurar además, las condiciones que les permitan tener autonomía económica y que reciban la misma remuneración que los hombres por igual tarea.
Asimismo, es necesario comenzar a reconocer y remunerar el trabajo de cuidado realizado mayoritariamente por las mujeres en la región y tomar las medidas que garanticen igualdad de acceso a todos los beneficios del desarrollo y a todos los niveles de participación, para ejercer sus derechos sin exclusiones.
Finalmente, mejorar la calidad de vida significa reducir formas de discriminación y violencia contra las mujeres y las niñas para avanzar hacia sociedades más justas y equitativas. Es una cuestión de compromiso, es un asunto de derechos, no dejar a las niñas ni a las mujeres atrás.