Agencias de Naciones Unidas y organizaciones no gubernamentales lanzaron este 21 de abril un llamado de ayuda internacional con el fin de recaudar cerca 72,5 millones de dólares para colaborar en la recuperación de Ecuador después del terremoto de 7,8 grados de magnitud del 16 de abril.
De los 72,5 millones de dólares que se piden, unos 4,5 millones se destinarían para el restablecimiento de servicios de salud, mejora de la vigilancia epidemiológica y asistencia en salud mental, y otros 14 millones irían para agua y saneamiento.
Washington, D.C., 26 de abril de 2016 (OPS/OMS)- Agencias de Naciones Unidas y organizaciones no gubernamentales lanzaron este 21 de abril un llamado de ayuda internacional con el fin de recaudar cerca 72,5 millones de dólares para colaborar en la recuperación de Ecuador después del terremoto de 7,8 grados de magnitud del 16 de abril. Hasta el momento hay más de 580 muertos y más de siete mil heridos, según los últimos datos reportados.
En el llamado general se piden fondos para asegurar el acceso a agua potable, saneamiento e higiene, así como para albergues de emergencia e insumos esenciales, seguridad de los alimentos, protección de las poblaciones vulnerables y apoyo para la gestión de los albergues provisorios que en la actualidad alojan a más de 25 mil personas. Esto permitiría atender las necesidades urgentes por los próximos tres meses de unas 350 mil personas, las afectadas más directamente por el sismo.
Para el sector salud, se piden 4,5 millones de dólares con el objetivo de asegurar un rápido restablecimiento de los servicios de salud y la capacidad de brindar cuidados médicos de emergencia en las zonas más afectadas. El monto es el estimado para beneficiar a las 110 mil personas más afectadas en materia de acceso a salud.
"Es una prioridad que los servicios de salud vuelvan a funcionar para garantizar la atención médica oportuna a las víctimas, así como la continuidad de los servicios básicos para las embarazadas, los niños y las personas con enfermedades no transmisibles", afirmó Ciro Ugarte, director de Preparación para Emergencias y Socorro en Casos de Desastres de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS).
También se busca mejorar las condiciones de vigilancia epidemiológica y el control de los riesgos de salud en las áreas más afectadas, así como desarrollar acciones para prevenir enfermedades en albergues y comunidades dañadas por el terremoto. Otra función clave será asegurar una coordinación y manejo de información eficiente que permita tomar decisiones de manera efectiva y rápida. Con estos fondos se cubrirían además las necesidades de asistencia de salud mental y apoyo psicosocial para los sobrevivientes del terremoto en las áreas más afectadas por el sismo, así como a los afectados por los incidentes colaterales de violencia que surgen en escenarios de crisis (violencia física y psicosocial, abuso, entre otros).
Las principales necesidades humanitarias señaladas en este llamado internacional pasan por el acceso al agua segura, la necesidad de establecer letrinas y espacios para baños seguros para las poblaciones más vulnerables, así como la promoción de medidas de higiene en estas comunidades para reducir el riesgo de enfermedades transmitidas por agua, para los que se piden unos 14 millones de dólares. Se busca atender las necesidades de albergue para las miles de personas que perdieron sus viviendas, y mejorar la gestión de estos alojamientos de emergencia, para los que se solicitan unos 20 millones de dólares. La seguridad alimentaria, para la que se piden 16 millones de dólares, es otra prioridad ya que se estima que unas 518 mil personas tienen comprometida su posibilidad de acceder a comida, según las autoridades nacionales. Para las actividades de recuperación, logística y coordinación se piden casi diez millones de dólares.
El terremoto del 16 de abril afectó el área de la costa noroeste de Ecuador, y más de 800 réplicas se han registrado hasta el momento. Las áreas más afectadas están en las provincias de Manabí, Esmeraldas, Santa Elena, Guayas, Santo Domingo y Los Ríos, donde se ha declarado Estado de Emergencia. En Pedernales, cantón de la provincia de Manabí, se declaró "zona de desastre". Los daños en edificios e infraestructuras en esas zonas han sido grandes. Se estima que unas 720 mil personas han sufrido algún efecto del terremoto en las provincias donde viven unos 7 millones de personas.
Ugarte instó a la comunidad internacional a apoyar estos esfuerzos. El acceso a agua segura y a saneamiento e higiene adecuados es otra de las principales preocupaciones en las áreas afectadas, por lo que el riesgo de contaminación del agua y de enfermedades transmitidas por el agua es alto. "Necesitamos recursos para poder asegurar la calidad del agua en los servicios de salud, en los albergues y en las comunidades, así como para proporcionar tanques de agua, distribuir kits de higiene personal y difundir buenas prácticas de higiene y de manipulación de alimentos", enumeró.
La OPS/OMS está apoyando al Ministerio de Salud de Ecuador en la evaluación de la infraestructura de salud, la coordinación del despliegue de los equipos médicos a las zonas afectadas, así como en el manejo de agua y saneamiento, control de vectores, entrega de suministros y logística, entre otras áreas como desarrollar un plan de respuesta de emergencia a corto plazo, y planes de recuperación a medio y largo plazo para el sector de la salud.
Para más información sobre el llamamiento, ingrese a: Flash Appeal Terremoto en Ecuador o www.unocha.org