Buenos Aires, 26 de marzo de 2014 (OPS/OMS).- La Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) valora el desarrollo que alcanzó en los últimos años el mayor centro de rehabilitación de Rosario en la producción de prótesis y elementos ortopédicos para pacientes de esa ciudad santafesina y otras aledañas. De esta manera, tanto niños como adultos con dificultades en alguno o varios miembros de su cuerpo pueden mejorar su calidad de vida y hacer cosas que, de otra manera, no podrían. Este es el caso de Uriel González, un joven de 16 añosque llegó a escalar un cerro con la ayuda de la prótesis que reemplaza una de sus piernas.
En 2013, el Laboratorio de Ortesis y Prótesis del Instituto de Lucha Antipoliomelítica y Rehabilitación del Lisiado (ILAR), de Rosario, entregó 305 dispositivos a 225 pacientes, lo que significó un 45 por ciento más en relación a 2012 y un 83 por ciento en comparación a 2011. "Se trata de una política de salud pública. El paciente no abona nada por estos dispositivos, que tienen la misma tecnología y calidad de cualquier empresa", señaló el jefe del laboratorio rosarino, José Luis Tulino.
El centro fabrica prótesis para piernas, corsés y otros elementos ortopédicos. "La confección se divide en tres fases: la evaluación con el paciente, el proceso propio de confección y la adaptación del paciente, lo cual es fundamental para que ese elemento sea funcional. De hecho, tenemos una tasa de uso del 90 por ciento", subrayó Tulino.
Ese mismo proceso fue el que atravesó Uriel, quien ingresó por primera vez al ILAR a los 9 años, poco después del accidente que tuvo con una bicicleta. "Fue muy difícil al principio porque era chico, pero salí adelante y logré aprender a caminar con la prótesis de mi pierna. Ahora, tengo una marcha prolongada", destaca. Y no sólo eso: hoy, el joven juega al fútbol, integra la selección local de natación y recientemente escaló el cerro Champaquí, en Córdoba, de 2.800 mil metros. "Me costó un poco, pero lo hice. Fui a escalar con mis amigos de la escuela, íbamos en un grupo todos juntos", cuenta el adolescente, que cursa el tercer año de la secundaria.
En casos como el de Uriel, es necesario cambiar la prótesis periódicamente debido al crecimiento del paciente. "Tenemos prótesis adaptados a cada paciente. Para tener una buena vinculación del dispositivo con la persona que lo va a usar se necesita un buen trabajo en el área de rehabilitación para preparar al paciente y saber qué es lo que exactamente necesita. Ahí se ve el trabajo en equipo", explicó Tulino.
Además del laboratorio, el ILAR cuenta con varios servicios, como internación, fonoaudiología, psicología, terapia ocupacional, fisiatría, y el sector de pileta. "El tratamiento es interdisciplinario y multidisciplinario, se deben atender varios aspectos en la discapacidad. Nuestro perfil es principalmente de discapacidad motora, pero no quiere decir que en esos pacientes se añadan otras discapacidades", aseguró la directora médica del ILAR, Graciela Sandín.
El instituto forma parte de la Red Federal de Rehabilitación, que actualmente integra a unos 30 establecimientos de 19 provincias, bajo la rectoría del Ministerio de Salud de la Nación. Esta iniciativa favorece el intercambio entre diferentes centros del país. De hecho, el responsable del laboratorio de prótesis del ILAR planea viajar próximamente a Santiago del Estero, donde buscan instalar una dependencia similar. "Es importante fortalecer el intercambio con centros de otros niveles, incluso en los conocimientos y la bibliografía científica y académica", evaluó la directora médica.