Elaborar una vacuna insume 10 años, aproximadamente, pero la que se desarrolla contra el SARS-CoV-2 -que causa la pandemia del COVID-19- estará mucho antes. Instituciones, desarrolladores comerciales, investigadores de todo el mundo, dedican conocimiento y trabajo para obtener la primera licencia de la Organización Mundial de la Salud.
Hay que reconocer que probablemente la vacuna no llegue para 2020, pero es de esperar que sí estén disponibles los resultados preliminares de los ensayos de las que se encuentran en las etapas más avanzadas.
En busca de vacunas seguras y eficaces
La evaluación experimental tiene dos instancias: preclínica y clínica. La primera, evalúa la respuesta inmunitaria en animales; la segunda, en humanos. La que respecta a las personas tiene tres fases y una cuarta, en ocasiones, para testear eventos adversos (de los que pueden darse uno de cada 2 o 3 millones de dosis).
La fase 1 implica ensayos con menos de 100 adultos. Cuando la vacuna resulta segura, avanza a la siguiente etapa. La fase 2 comprende a entre 200 y 500 personas; la fase 3, a varios miles. Si alcanza los estándares de eficacia, recibe la aprobación regulatoria y se somete a un seguimiento estricto y continuo.
Dosis y vías de administración
Hay ensayos con una, dos o múltiples dosis. De momento, no hay información concluyente sobre la cantidad. En el caso de ser necesaria más de una, deberá de establecerse cuántas y con qué periodicidad.
La vía de administración tampoco fue definida. Las vacunas candidatas prueban con diferentes, y cualquiera de las formas es aceptable, según la Organización Mundial de la Salud; incluída la inyección intramuscular o subcutánea, oral o intranasal.
Hay empresas e instituciones de Estados Unidos de América, Reino Unido y China tras la vacuna. Incluso, algunos de los ensayos clínicos se realizarán en Argentina y Brasil.
Justa distribución
Las vacunas se distribuirán de forma proporcional a la población de casa país. En un principio, cubrirán al 3%, y más adelante, hasta el 20% de la población de cada nación. No obstante, se pondrá a disposición dosis adicionales sujeto a la amenaza de la COVID-19.
Los socios mundiales trabajan para fijar los mecanismos para el suministro. Y a cada estado le competerá establecer el método de compra; la estrategia de inmunización; y las poblaciones objetivo.
Hay 31 vacunas candidatas que son probadas en humanos, y 142 que se encuentran en la fase preclínica. A su vez, seis vacunas se encuentran en la etapa más avanzada del proceso – la fase 3 - (según información de agosto de este año). No obstante, no todos los ensayos serán exitosos.
Situación de Uruguay
Con base en un procedimiento de la OPS-OMS, Uruguay pretende un acceso preferencial a la vacuna y avanzar en la reserva de 750 mil dosis. El 13 de octubre suscribió un acuerdo de compra anticipada por un mecanismo denominado COVAX; se trata de un instrumento para acelerar la investigación y producción de la vacuna, y garantizar un acceso equitativo.