Buenos Aires, 26 de octubre de 2010 (OPS/OMS).- El Centro Argentino de Información Científica y Tecnológica (CAICYT-CONICET), la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) en Argentina, y la Biblioteca Electrónica de Ciencia y Tecnología del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva llevaron a cabo la Jornada Virtual Acceso Abierto Argentina 2010, con el objetivo de promocionar la libre disponibilidad a la producción científico-tecnológica en Internet.
Del encuentro, que se desarrollo en el marco de la Semana del Acceso Abierto y bajo el lema Leer, Compartir y Avanzar, participaron 1479 personas de Argentina y de otros 14 países del mundo.
El Acceso Abierto (Open Access) a la producción científico-tecnológica implica que los usuarios pueden leer, descargar, copiar, distribuir, imprimir, buscar o enlazar en forma gratuita los textos completos de artículos científicos y usarlos con propósitos legítimos ligados a la investigación científica, a la educación o a la gestión de políticas públicas, sin otras barreras económicas, legales o técnicas que las que suponga Internet en sí misma.
La única condición que plantea este modelo para la reproducción y distribución de las obras que se pongan a disposición es la obligación de otorgar a los autores el control sobre la integridad de su trabajo y el derecho a ser adecuadamente reconocidos y citados.
En Argentina la actividad se organizó a través de 24 nodos transmisores desde las provincias ubicados en bibliotecas y centros de información. Se registraron también en línea participantes de otros 14 Estados: Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, El Salvador, España, Estados Unidos, Inglaterra, México, Paraguay, Perú, Portugal y Uruguay.
La Jornada presentó experiencias institucionales de creación y gestión de repositorios de Acceso Abierto, además participaron un "editor abierto" y un "autor abierto" quienes contaron su perspectiva sobre la cuestión.
La actividad fue transmitida en su totalidad a través de una plataforma virtual ofrecida por la OPS/OMS, lo que permitió la participación a distancia de investigadores, tecnólogos, becarios, autoridades y tomadores de decisión; además de editores científicos, bibliotecarios, documentalistas, docentes, informáticos y estudiantes, entre otros.