Imbabura vivió festival ¿Dónde Está Mi Cabeza?

Jóvenes participan en taller “Salsa para el alma”

Ibarra, 28 de octubre de 2024. Con gran entusiasmo, decenas de niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos mayores llegaron a las instalaciones de Warmi Imbabura para vivir la segunda edición del festival de salud mental más importante de Ecuador: ¿Dónde Está mi Cabeza?, un encuentro entre la comunidad para tomar conciencia sobre lo vital de la salud mental.

¿Dónde está mi cabeza? una iniciativa que tuvo su lanzamiento el año pasado y es impulsada por la Organización Panamericana de la Salud / Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) en Ecuador sumó este año como organizadores a la Prefectura Ciudadana de Imbabura - Warmi Imbabura, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y HIAS Ecuador. El objetivo: demostrar que la comunidad tiene prácticas saludables que invitan a la conexión, expresión de emociones en espacios seguros, y de cuidados colectivos, y que todas aportan al bienestar y la salud mental.

El evento consistió en la ejecución de talleres para generar una experiencia a los participantes basada en una actividad vivencial, dotándoles de herramientas para el cuidado de la salud mental. Pensando a la salud mental desde la comunidad, desde lo local, para fomentar la convivencia social y el fortalecimiento del tejido social, además del reconocimiento de las prácticas ancestrales como un eje central en el cuidado de la salud mental y los vínculos.

Adolescentes, jóvenes y adultos son parte del taller de prácticas ancestrales de autocuidado

Durante todo el sábado 26 de octubre; en cinco salas, los asistentes participaron en los talleres de: Incienso de plantas medicinales (Jenny Morales – Warmi Imbabura); Abriendo mi Mente, Fortaleciendo mi Ser (Amparo Lara – Warmi Imbabura); Lluvia de Energía (Elena Ipaz – Warmi Imbabura); Protección y Abundancia para el Autocuidado (Olga Carlosama); Bailando mis Emociones (Natalia Rea – psicóloga); Ritmos de Resiliencia: Salsa para el Alma (Kimbara Dance escuela de baile); Viaje Sonoro de Gestión Emocional (Paulina Játiva psicóloga); Voz, Mente y Espíritu. El Canto Colectivo (Escuela de Canto Coral Taita Imbabura); Circo Pa' la Mente (Ali Nader); ExpresArte (Diego López); S.O.S. Emocional: Respiración y Relajación para Momentos de Crisis (Tremolina Yoga); Cortometraje (Atempo); y para finalizar la jornada Dalú se presentó en concierto.

Paolina Vercoutère Quinche, Viceprefecta de Imbabura, agradeció la participación y aceptación de los imbabureños a este tipo de iniciativas. Señaló que el tema de la salud metal cada vez se va posicionando como un problema de atención prioritaria en la región y el mundo. Y por ello, una de las estrategias desde Warmi Imbabura es la implementación del conocimiento de los saberes ancestrales para cuidar la salud integral, el cuerpo, la energía y las emociones, mediante el respeto y la conexión con los elementos del universo.

Sonia Quezada, representante de la OPS/OMS en Ecuador, destacó el interés de las autoridades locales para impulsar esta segunda edición del festival desde el territorio porque han entendido que la comunidad tiene un rol protagónico en el cuidado de la salud mental. “Es una oportunidad para afianzar las redes de apoyo y enfrentar juntos, acompañados, los momentos difíciles”, acotó.

Ana Lucía Bucheli, de OIM, dijo que es relevante vincularse a este tipo de iniciativas porque hay una perspectiva de salud integral (física y mental) que nos implica a todos, a las personas en movilidad y las comunidades de acogida.

Efrén Astudillo, coordinador nacional de salud mental y apoyo psicosocial de HIAS, coincidió en que la respuesta más efectiva, más importante, de mayor impacto y alcance, está en la comunidad porque se pueden hacer intervenciones escalables.

Taller de respiración y relajación para momentos de crisis

En Ibarra, se destacaron las buenas prácticas que ya mantienen para fomentar su bienestar y salud mental en el cotidiano, logrando el objetivo del festival: demostrar que la salud mental se hace en el día a día, en la convivencia y vínculo con las otras personas, y con cuidados desde lo colectivo, no necesariamente en espacios de consultorio.