Quito, 18 de octubre de 2024.- La importancia de la gobernanza y la gestión de datos, la mayor participación de la población en la toma de decisiones, la necesidad de garantizar el funcionamiento de los servicios de salud durante eventos adversos, la urgencia de la accesibilidad en la infraestructura de salud y la comunicación en situaciones de emergencia y desastres fueron algunos de los tópicos que trascendieron tras la “Primera Reunión Interregional de Preparativos Urbanos ante Emergencias en Salud y Desastres en Ciudades y Entornos Urbanos”, realizada en Quito – Ecuador, entre el 15 y 17 de octubre.
Durante el evento de apertura, Sonia Quezada, representante de la Organización Panamericana de la Salud / Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) en Ecuador, enfatizó que los gobiernos, las organizaciones, las comunidades y los individuos debemos trabajar coordinadamente y llevar a cabo acciones de preparación de cara a construir las capacidades necesarias para gestionar todo tipo de emergencias y desastres y así lograr una transición ordenada de la respuesta a la recuperación sostenida.
“Esta reunión servirá para intercambiar experiencias y lecciones aprendidas, pero fundamentalmente es una oportunidad para definir y consolidar una estrategia regional encaminada a reducir las vulnerabilidades en los entornos urbanos con la participación de los sectores público y privado, así como la integración de la comunidad como actor fundamental”, añadió.
Ciro Ugarte, director del Departamento de Preparación para Emergencias y Reducción de Desastres en la sede, manifestó que la OPS trabaja en la consolidación de la capacidad colectiva para enfrentar las amenazas en salud, a través de una estrategia integral que une a los ministerios de salud, los gobiernos locales y los socios internacionales.
Mientras que Pabel Muñoz, alcalde de Quito, dijo que la pandemia de COVID-19 mostró la importancia de la inversión pública frente a los riesgos y más todavía – recalcó - en el significativo ahorro que representa la prevención en lugar de la respuesta. Y Natalia Aumala, subsecretaria de Vigilancia, Prevención y Control del Ministerio de Salud Pública (MSP) de Ecuador, indicó que la participación comunitaria es indispensable en la respuesta a emergencias y desastres en el entorno urbano.
Por su parte, Ludy Suryantoro, Jefe de la Unidad de Participación Multisectorial de la OMS para la Preparación de la Seguridad Sanitaria Global, agradeció la calidez con la que ha sido recibida la delegación en Quito e insistió en que las conclusiones de la Reunión Interregional serán un aporte desde las Américas para el mundo.
Durante los tres días del encuentro se cumplió con una extensa agenda, en la que participaron más de un centenar de personas de manera presencial y virtual, en la que se marcó tres ejes de discusión: Evaluación estratégica del riesgo de Emergencias de salud y desastres en entornos urbanos, Mecanismos de coordinación para la respuesta frente a emergencias de salud y desastres en ciudades y entornos urbanos, y Estrategias de comunicación de riesgos ante emergencias de salud y desastres en ciudades.
En ese contexto, la primera jornada comenzó con la presentación de los avances, principales barreras y áreas de oportunidad que encontraron Quito, Bogotá y Cali en la implementación de la iniciativa. Se analizó también cómo los hospitales resilientes frente a emergencias de salud y desastres pueden fortalecer la reducción del riesgo de desastres. Se habló de la evaluación del riesgo para integrar el enfoque territorial y, de esa forma, se reconozcan e identifiquen los elementos clave de esa evaluación.
En cuanto a cambio climático se abordó sobre los impactos directos e indirectos de la crisis climática en la salud de las poblaciones urbanas, cómo incide el aumento del nivel del mar en la infraestructura de salud y la oportunidad que brinda la discusión de la nueva agenda urbana para integrar la salud en sus estrategias sostenibles.
En la segunda jornada la inclusión fue el tema principal. Durante las sesiones se discutió sobre la participación y atención de las personas con discapacidad y adultos mayores, así como la accesibilidad y otros aspectos clave para los preparativos ante emergencias.
Germán Camacho, alcalde de Paipa (Colombia), contó su experiencia en la construcción de la plataforma regional de gobiernos locales - integrada por ciudades, municipios, alcaldías, cantones, comunas, comunidades y mancomunidades – para gestionar, entre otras cosas, los retos urbanos a propósito de los riesgos y amenazas alrededor del cambio climático y la salud.
Alex Pérez, funcionario del municipio del Distrito Metropolitano de Quito (DMQ), presentó varios aspectos clave de la accesibilidad y fundamentó las razones por las que se debe promover la inclusión desde la planificación, en el ámbito de la respuesta ante emergencias en ciudades y entornos urbanos, destacando los retos y soluciones, en el ámbito local.
Al respecto, Juan Carlos Sánchez, consultor internacional de la oficina regional de la OPS/OMS, destacó la importancia de la inclusión y participación de las personas con discapacidad en la implementación de herramientas como INGRID-H: “Inclusión para la Gestión del Riesgo de Desastres en Hospitales”.
La tercera y última jornada cerró con la presentación de las primeras propuestas técnicas y posibles estrategias que podrían delinear las acciones próximas de la iniciativa.
La sesión de clausura se caracterizó por el agradecimiento a los aportes de los delegados y representantes de las diferentes entidades, instituciones, gobiernos locales, organismos de cooperación y organizaciones de la sociedad civil. Se estima que esos aportes sean base de la discusión en los próximos encuentros locales y regionales para que la propuesta se robustezca y sirva de modelo o guía para cualquier ciudad del mundo que quiera integrar la iniciativa.
Datos adicionales:
La urbanización en la región de las Américas está experimentando un crecimiento constante. Según la División de Estadística de las Naciones Unidas más de 293 millones de personas habitan en las 86 áreas metropolitanas más pobladas de América Latina.
Los retos en salud pública se incrementan por la rápida urbanización, asentamientos en zonas de riesgo y las desigualdades pronunciadas aumentando la vulnerabilidad de las personas en las ciudades que, a su vez, enfrentan grandes desafíos como la gestión de grandes volúmenes de población, infraestructura limitada, movilidad humana.
En los entornos urbanos, los fenómenos naturales, el cambio climático, los eventos adversos de origen antrópico impactan fuertemente haciendo que la gestión de emergencias se vuelva más compleja.
La pandemia de la COVID – 19 puso de manifiesto la susceptibilidad de las ciudades a la rápida propagación de enfermedades, por lo que es urgente mejorar la preparación y la respuesta a las emergencias de salud urbanas en América Latina.