La red coordinada por la OPS ha detectado la presencia de al menos una de las cuatro "variantes de preocupación" en 47 países y territorios, y las cuatro en 11.
La directora de la OPS afirma que las medidas de salud pública siguen siendo vitales y pide un mayor acceso a las vacunas para combatir las variantes.
Washington, D.C., 21 de julio de 2021 (OPS) — La directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne, informó que la Red Regional de Vigilancia Genómica de COVID-19, con poco más de un año funcionando, "sigue de cerca" la aparición y propagación de variantes del virus SARS-CoV-2 en toda la región.
"La red ha sido fundamental para vigilar la propagación del virus en zonas fronterizas y entre los viajeros, que a menudo son los primeros en introducir variantes a un país", indicó la doctora Etienne durante la sesión informativa semanal de la OPS.
Hasta ahora, 47 países y territorios de las Américas han detectado al menos una variante de preocupación y 11 han detectado las cuatro: alfa, beta, gama y delta.
La doctora Etienne explicó que la red comenzó como un puñado de laboratorios de salud pública en 2020, incluidos los laboratorios regionales de secuenciación Fundación Oswaldo Cruz/FIOCRUZ de Brasil y el Instituto de Salud Pública de Chile (ISPCH), los cuales llevan a cabo secuenciaciones para los países sin capacidad local. La red ha crecido hasta incluir 24 laboratorios en total, entre ellos cuatro laboratorios de referencia adicionales: el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (INDRE) de México, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, la Universidad de las Indias Occidentales en Trinidad y Tobago, y el Instituto Gorgas en Panamá.
"Juntos, y utilizando la ciencia como lenguaje común, los países se comprometieron a reforzar su capacidad de laboratorio, contratar personal y hacer de la vigilancia una prioridad, basándose en el legado de las redes de vigilancia y de laboratorio para el dengue y la influenza que existen desde hace tiempo en nuestra región", subrayó la directora de la OPS.
La OPS apoya esta red mediante la estandarización de los protocolos de laboratorio, la realización de cursos de formación y la donación de suministros, entre otros aspectos.
La Red Regional de Vigilancia Genómica de COVID-19 es un ejemplo del poder del panamericanismo y de la importancia de trabajar juntos para controlar este virus. Debemos llevar el mismo espíritu de colaboración y solidaridad a otras dimensiones de nuestra respuesta a la COVID-19, especialmente en cuanto a las vacunas".
El acceso desigual a las vacunas está creando una brecha epidemiológica
La directora de la OPS destacó que el acceso desigual a las vacunas está creando una brecha epidemiológica. "Cada vez más, las tendencias de la enfermedad muestran una región dividida por el acceso a las vacunas", señaló la doctora Etienne.
"En los países con un suministro adecuado de vacunas, las infecciones están disminuyendo; en los lugares en los que la cobertura vacunal sigue siendo baja, en esos países, las infecciones siguen siendo altas", detalló.
La directora de la OPS también apuntó que los casos de COVID-19 están disminuyendo consistentemente en Costa Rica, donde casi una de cada tres personas está vacunada. Los países sudamericanos con tasas de vacunación más elevadas, como Uruguay, Chile y Argentina, informan de un fuerte descenso de los casos. Las infecciones también están disminuyendo en Canadá y en la mayor parte de Estados Unidos.
Sin embargo, en América Latina y el Caribe en general, sólo el 15% de la población ha completado su esquema de vacunación, y algunos países, como Honduras y Haití, aún no han alcanzado el 1%, precisó. Con su baja tasa de vacunación, Honduras está viendo un aumento de los casos a lo largo de su frontera con Guatemala. Las infecciones por COVID-19 están aumentando en la mayoría de los países de Centroamérica, y en Guatemala se registran numerosos casos y hospitalizaciones.
En el Caribe, tanto los casos como las muertes por COVID-19 están aumentando en Cuba, donde la situación es especialmente grave en la provincia de Matanzas, según informó la doctora Etienne. En otras islas más pequeñas también se registra un aumento de las infecciones, como en Martinica, donde se han triplicado los casos. Asimismo, persisten focos en los estados amazónicos de Colombia y Perú.
"Estas tendencias ilustran cómo la COVID-19 sigue incrustada en nuestra región, especialmente en los países con baja cobertura de vacunación", recalcó la directora de la OPS. Reiteró que siguen siendo vitales las medidas de salud pública, como el distanciamiento físico, el uso de mascarillas y evitar las aglomeraciones, así como el control de las infecciones mediante la realización de pruebas, el rastreo de contactos y las cuarentenas.
En total, en la última semana, las Américas como región reportaron más de 967 mil nuevos casos y 22 mil muertes, lo que refleja un ligero descenso respecto a la semana anterior.
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