Washington, DC, 20 de septiembre de 2018 (OPS/OMS)- Una iniciativa de telemedicina en el departamento Gracias a Dios en Honduras y dos programas para controlar la enfermedad de Chagas en Comapa, Guatemala, han recibido un reconocimiento d por su enfoque innovador y comunitario para mejorar la salud de sus poblaciones, de parte de una alianza de organizaciones internacionales que buscan ejemplos impactantes de innovación social en salud en el mundo.
Las tres experiencias fueron seleccionadas de una lista de 12 aplicaciones que se presentaron a un llamado hecho por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Centro Internacional de Entrenamiento e Investigaciones Médicas (CIDEIM) y la Universidad ICESI de Colombia, y el Programa Especial de Investigaciones y Enseñanzas sobre Enfermedades Tropicales (TDR, por sus siglas en inglés) de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este llamado buscó identificar iniciativas que presentaran soluciones y respuestas comunitarias a problemas de enfermedades infecciosas en Centroamérica y el Caribe.
El objetivo de la convocatoria fue identificar proyectos de innovación social que estén brindado soluciones a problemas de salud, implementando medidas para que los servicios de salud sean más inclusivos, efectivos y asequibles. De esta manera se procuró empoderar aquellas iniciativas que ayudan a mitigar los efectos de la desigualdad en el acceso a servicios médicos de calidad, e inspirar a otros para desarrollar, replicar o adaptar innovaciones sociales en salud.
Los tres proyectos elegidos para ser reconocidos en 2018 fueron:
MosquitiaMed: En la Mosquitia, en el departamento hondureño de Gracias a Dios, un grupo de doctores están instrumentando una serie de intervenciones en salud a través de la tecnología, para mejorar el acceso a la salud de una población que vive en localidades a las que sólo se puede llegar por aire o agua. MosquitiaMed trabaja en programas educacionales en áreas rurales para promover soluciones a problemas de salud simples a nivel comunitario. También ha desarrollado y difundido videos a través de teléfonos celulares sobre temas de salud en el idioma indígena de la comunidad. Además, ha generado una aplicación para móviles que les permite hacer consultas de telemedicina con distintos especialistas basados en Tegucigalpa, la capital de Honduras.
A fines de 2017, la iniciativa había beneficiado a unos 2800 niños con su programa nutricional, y unos 2500 pacientes participaban en brigadas de salud en las comunidades y pueblos del área. Se capacitó en promoción de salud a más de 600 líderes comunitarios. Unas 350 personas consultaron por la aplicación de telemedicina, lo que permitió identificar a unas 20 que pudieron ser trasladadas para recibir atención médica especializada.
Para más información sobre esta iniciativa visite MosquitiaMed (Honduras)
Estrategias basadas en la comunidad para prevenir Chagas en zonas rurales: Un grupo interdisciplinario convocado por investigadores de la Universidad del Valle de Guatemala puso en marcha en Comapa, Guatemala, un proyecto que procuró reducir la posibilidad de reinfestación en las casas del vector que transmite la enfermedad de Chagas a través de darle herramientas a la comunidad en el manejo de animales de los que estos vectores se alimentan. Esta iniciativa procuró, además, mejorar en el Centro de Salud de Comapa el diagnóstico y la atención de los pacientes con la enfermedad de Chagas. También ha trabajado en reducir la transmisión madre a hijo de la enfermedad, en una estrategia que podría eventualmente aplicarse para la prevención del virus del Zika.
El proyecto permitió una mejor interacción entre el municipio que se encarga del control de vectores y la atención en salud ofrecida por el centro de salud de Comapa.
Enfoque de Ecosalud para control de vectores de la enfermedad de Chagas: En Comapa, Guatemala, un proyecto iniciado por el Laboratorio de Entomología y Parasitología de la Universidad de San Carlos, identificó los factores de riesgo que llevaba a la infestación de las casas con el vector que transmite la enfermedad de Chagas. Tres de ellos se vinculaban con la calidad de los pisos y las paredes de las viviendas, y con la presencia de animales dentro de la casa. Fue así que se trabajó con la comunidad para identificar la mejor manera de llenar las grietas donde se pueden alojar estos vectores, pero usando los materiales disponibles en el área con técnicas culturalmente adecuadas para la comunidad. Además, se buscó concientizar sobre los riesgos para la salud de esta enfermedad. De esta manera, se entrenó a líderes comunitarios en cómo mejorar sus propias casas y en cómo implementar medidas saludables para el manejo de sus animales.
Como consecuencia de este proyecto, en esta comunidad se registró un cambio favorable tanto cultural como de comportamiento que permite prevenir la enfermedad de Chagas. Este enfoque de Ecosalud se ha replicado en otros países de Centroamérica.
Estos tres proyectos fueron seleccionados por un jurado internacional compuesto por representantes de: la Federación Internacional de Asociaciones de Estudiantes de Medicina; el Departamento de Salud, Nutrición y Población del Banco Mundial; el Centro de Desarrollo de Investigación Científica de Paraguay; la Universidad del Valle en Guatemala; Colfuturo de Colombia; Secretaría de la Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos; el Banco Interamericano de Desarrollo; y la organización Alternativa de Salud de Camerún. Los jurados hicieron su selección sobre proyectos para los que no tenían conflictos de interés, y tuvieron en cuenta la pertinencia de la solución al problema, el grado de innovación y también de inclusión de la comunidad, así como su eficacia, asequibilidad y potencial de replicarse en otras partes del mundo.
En Centroamérica y el Caribe, como en otras regiones del mundo, miles de personas no tienen acceso a una atención de salud asequible y de calidad. El personal de salud idóneo, los medicamentos, las vacunas, y los dispositivos médicos no siempre llegan a quienes los necesitan, pero las comunidades de los países de la región están encontrando soluciones para fortalecer la atención sanitaria y hacerla asequible a la población.
Los proyectos seleccionados serán una fuente de inspiración para otras comunidades, innovadores o instituciones con el interés de contribuir en el avance d el conocimiento en este campo. En ese sentido, cada proyecto seleccionado cuenta con un estudio de caso sobre la solución innovadora que han presentado, publicado en la página web de la Iniciativa de Innovación Social en Salud (SIHI, por sus siglas en inglés). SIHI es una colaboración global de socios que buscan encontrar, destacar y avanzar soluciones comunitarias innovadoras en salud y asociadas con la investigación. La OPS y sus socios forman parte de esta alianza que en 2015 identificó 23 ejemplos impactantes de innovación social en salud en 15 países del mundo, dos de ellos de las Américas.
— Iniciativa de Innovación Social en Salud en América Latina y el Caribe
— Iniciativa de Innovación Social en Salud