Tras casi una década de descenso sostenido, entre 2016 y 2017 se incrementaron los casos en varios países de la región. La OPS recomienda fortalecer las acciones de detección, tratamiento y seguimiento para controlar la enfermedad.
Washington, DC, 2 de febrero de 2018 (OPS/OMS)-Una nueva actualización epidemiológica de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), emitida el 30 de enero, recomienda a los países de las Américas fortalecer las acciones de vigilancia y control de la malaria tras un aumento en el número de casos en varios países de la región durante 2016 y 2017.
La recomendación tiene lugar tras casi una década (2005-2014) de descenso sostenido en el número de casos de malaria en la región, que ahora se ha revertido. Nueve países (Colombia, Ecuador, El Salvador, Guyana, Haití, Honduras, Nicaragua, Panamá y Venezuela) notificaron en 2016 un aumento de casos, y el año pasado, cinco países (Brasil, Ecuador, México, Nicaragua y Venezuela) reportaron un incremento.
En Venezuela, el Centro Nacional de Enlace para el Reglamento Sanitario Internacional notificó a la OPS que entre la semana 1 y 42 de 2017 se registraron 319.765 casos de malaria, un aumento respecto a los 240.613 casos reportados en 2016.
Por su parte, Brasil notificó 174.522 casos de malaria entre enero y noviembre de 2017 en la región Amazónica, lo que representa una alza con respecto a los 117.832 casos reportados en 2016. En Mesoamérica, el incremento de casos se registró en Nicaragua, donde los casos notificados pasaron de 6.209 en 2016 a 10.846 en 2017.
La actualización, que se centra en los países donde hubo incremento en el último año, no menciona la situación en otros países que reportan un número importante de casos de malaria. La costa pacífica de Colombia y la región amazónica de Perú están entre las áreas con mayor transmisión de malaria en la región y presentan desafíos para el control de la enfermedad.
A principios de 2017, la OPS alertó a los países de la región sobre el riesgo de brotes, aumento de casos y defunciones en áreas endémicas, así como sobre el posible restablecimiento de la enfermedad en áreas en las que se había interrumpido la transmisión.
Por eso, la actualización también llama la atención sobre países que si bien están libres de malaria o presentan muy pocos casos, han reportado transmisión autóctona de malaria el año pasado. Cuba y Costa Rica notificaron en 2017 casos autóctonos y Honduras registró casos en un área donde no se habían notificado recientemente. De igual forma se hace referencia a países como Ecuador y México, donde la transmisión se redujo significativamente en los últimos años, pero tuvieron un aumento de casos en 2017. En Ecuador se notificaron 1.279 casos el año pasado, y 926 en 2016, y en México se reportaron 704 casos en 2017 y 514 en el período anterior.
La OPS advierte que los logros alcanzados hacia la eliminación de la enfermedad podrían verse comprometidos si no se mantienen o fortalecen las acciones de vigilancia y control en toda la región. "Si bien los Estados Miembros de la OPS realizaron esfuerzos en respuesta a dicha alerta, el incremento de casos durante 2017 denota la persistencia de los condicionantes y brechas en la respuesta", señala la organización en la actualización epidemiológica.
La existencia de condiciones de vulnerabilidad y pobreza en poblaciones que habitan áreas con presencia del vector y transmisión de la enfermedad, y el predominio de actividades laborales y económicas que aumentan el riesgo de exposición a los vectores (minería, extracción de productos naturales, agricultura), así como la ocupación no planificada del espacio son algunos de los determinantes que explican el incremento de casos. Las poblaciones móviles y migrantes son grupos particularmente vulnerables por sus condiciones de vivienda y desprotección social en las que viven.
Recomendaciones
La OPS, oficina regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), insta a los países a fortalecer las acciones de vigilancia y control de la enfermedad, en especial las medidas relacionadas con la detección temprana de casos, el diagnóstico oportuno y el inicio inmediato del tratamiento.
La acción principal para controlar la transmisión de la malaria, dice la actualización, es reducir las demoras entre el inicio de los síntomas y el tratamiento del caso, así como emprender acciones oportunas de investigación y respuesta ante casos.
También sugiere que se coloque el diagnóstico y el tratamiento completo con antimaláricos más cerca a las comunidades en riesgo, llama a realizar intervenciones complementarias de control de vectores, e insta a garantizar la calidad del diagnóstico parasitológico y evitar el desabastecimiento de medicamentos.
Asimismo, la OPS pide a los países de Centroamérica, La Española o territorios libres de malaria del Caribe considerar el riesgo de importación de casos de malaria por P. falciparum resistente a la cloroquina provenientes de los países de la región amazónica o de otros continentes.