Buenos Aires, 18 de julio de 2013 (OPS/OMS).- El Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) desarrolla para las personas con discapacidad dispositivos y elementos que no existen en el mercado local o que tienen precios elevados. A través de acuerdos con escuelas técnicas y centros de formación profesional y las provincias, estos objetos y la capacitación técnica llegan a la comunidad al costo de los mismos. La Organización Panamericana de la Salud (OPS), que funciona como oficina regional de la Organización Mundial de Salud (OMS), valora esta iniciativa que permite que un mayor número de personas -especialmente las personas con discapacidades- accedan a tecnologías que pueden mejorar su calidad de vida.
Los ingenieros, diseñadores industriales y técnicos del INTI, un organismo público autárquico, desarrollaron desde abrochadores de botones, apoya bastones y calzadores de medias, hasta un cartel oftalmológico simplificado que se puede bajar e imprimir con cualquier computadora. También se promueve el desarrollo con empresas, como en el caso de un audiómetro de barrido transportable que puede ser utilizado en las escuelas para la detección temprana de problemas auditivos de los alumnos y su referencia oportuna al especialista. "La idea es responder a las necesidades de adultos mayores o personas con discapacidad y llevarles la solución", indicó Kohanoff.
Desde el INTI desarrollaron los manuales y planos para que los dispositivos puedan ser elaborados en escuelas u organizaciones tanto del país como del exterior. De hecho, firmaron un acuerdo con el Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET) para asistir a las escuelas técnicas en la fabricación de estos elementos en función de las necesidades de la comunidad donde esté asentado el colegio. "Con 1.500 escuelas técnicas y mil de formación profesional distribuidas en todo el país, con talento y capacidad de sus alumnos se puede ayudar a quienes lo necesiten. Más de 350 escuelas técnicas ya han construido diferentes tipos de ayudas técnicas", detalló el ingeniero a cargo del Centro. Desde el INTI también conectaron a esas instituciones con escuelas de educación especial de la misma zona para que puedan responder a los requerimientos.
También elaboraron un sistema de plantillas con realce móvil para evitar las caídas por falta de equilibrio y un protector de cadera.
En tanto, el cartel oftalmológico que desarrollaron en el instituto para la detección de problemas de la visión y prevención de la ceguera también podría ser utilizado en un futuro cercano a través de los teléfonos celulares para hacer una suerte de chequeo antes de ir al oculista.
Los expertos del INTI trabajan además en el desarrollo de un lector de billetes para personas de baja visión y en un amplificador auditivo que permite ampliar la señal del audífono en un lugar público, con la sola ayuda del celular.
Dentro de los manuales y planos para los niños con parálisis cerebral fabricaron un equipo bipedestador para que los pequeños se mantengan parados, y una silla postural que ayuda a mantener a la columna vertebral alineada. Para la discapacidad auditiva también desarrollaron un económico aro magnético que profesores y alumnos de 230 escuelas de 80 municipios aprendieron a construir en un día para colocarlos al día siguiente.
Más de mil millones de personas, o sea, un 15% de la población mundial, padece alguna forma de discapacidad. Las tasas de discapacidad están aumentando a causa del envejecimiento de la población y el aumento de las enfermedades crónicas, entre otras causas. En este marco, la OPS/OMS promueve la inclusión de la discapacidad como un componente de las políticas y programas nacionales de salud y apoya la difusión de buenas prácticas de los Estados Miembro en esta área.