El consumo de alcohol contribuye a 3 millones de muertes cada año en todo el mundo y es el principal factor de riesgo de mortalidad prematura y discapacidad entre las personas de 15 a 49 años.
Santo Domingo, República Dominicana, 18 de diciembre de 2019 (OPS)-. La Organización Mundial de la Salud puso a disposición de los gobiernos el paquete técnico SAFER (por sus siglas en inglés), el cual contiene 5 líneas de acción prácticas que buscan prevenir y reducir las muertes y discapacidades causadas por el uso nocivo del alcohol.
Este paquete técnico está dirigido a funcionarios gubernamentales con la responsabilidad de desarrollar planes de política y acción para reducir el daño causado por el alcohol, no limitándose al sector salud, ya que esta problemática requiere la participación de múltiples actores de la sociedad.
Las cinco líneas de intervención contenidas en SAFER llaman al fortalecimiento de las restricciones a la disponibilidad del alcohol; a avanzar en el cumplimiento de medidas que impidan conducir mientras se consume alcohol; facilitar el acceso a exámenes de detección, intervenciones breves y tratamientos; al cumplimiento de las prohibiciones o restricciones a la publicidad, patrocinio y promoción del alcohol; y el aumento de los precios del alcohol a través de impuestos especiales y otras políticas de precios.
El uso nocivo del alcohol “no solo tiene repercusiones en la salud de los individuos que lo consumen, sino que sus efectos de dependencia y daños involuntarios impactan al no consumidor, sus repercusiones son bastante significativas para la salud pública y el bienestar de la población en general, por tanto es altamente recomendable la aplicación de estas medidas de prevención puntualizadas en el paquete SAFER”, afirma la Representante en el país de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), doctora Alma Morales Salinas.
Entre las recomendaciones incluidas en el paquete técnico están la aplicación de reglamentaciones que reduzcan las horas de venta de bebidas alcohólicas; fijar una edad mínima adecuada para la compra y consumo de alcohol; regular el volumen de su dispendio y evitar el fácil acceso al alcohol por parte de grupos vulnerables y de alto riesgo.
SAFER es una hoja de ruta que se enmarca en el Plan de Acción Mundial de la OMS para la Prevención y el Control de las Enfermedades No Transmisibles (ENT) y en la meta 3.5 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que busca fortalecer la prevención y tratamiento del abuso de sustancias, incluido el abuso nocivo del alcohol.
Impacto del uso nocivo del alcohol en la salud
Además de contribuir a más de tres millones de muertes al año a nivel mundial, el uso nocivo del alcohol es el principal factor de riesgo de mortalidad prematura y discapacidad entre las personas de 15 a 49 años, ya que representa el 10% de todas las muertes de este grupo de edad.
El consumo de alcohol es particularmente dañino en las mujeres embarazadas ya que puede tener muchos efectos negativos para el feto, incluyendo bajo peso al nacer, deficiencias cognitivas y trastornos del espectro alcohólico fetal.
Por su efecto inmunodepresor, el consumo dañino de alcohol aumenta el riesgo de enfermedades transmisibles, como la tuberculosis y el VIH. También, puede tener efectos tóxicos considerables en los sistemas digestivo y cardiovascular; mientras que la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer ha clasificado las bebidas alcohólicas como cancerígenas, aumentando el riesgo de varios tipos de cáncer.
De igual forma, el consumo de alcohol es uno de los principales factores de riesgo de los siniestros de tránsito. Los usuarios de la carretera que están bajo los efectos del alcohol tienen un riesgo significativamente mayor de estar involucrados en un accidente. Conducir bajo la influencia del alcohol, es un factor de riesgo clave para el 27% de todas las lesiones en la carretera. Por lo tanto, es un problema importante de salud pública que afecta no sólo al consumidor del alcohol, sino también, en muchos casos, a partes inocentes como pasajeros y peatones.
Considerando las implicaciones de combinar el consumo de alcohol con conducir vehículos de motor, la segunda línea de intervención del paquete SAFER, que insta a avanzar en el cumplimiento de medidas que impidan la conducción y el consumo de alcohol, recomienda, establecer los límites de concentración de alcohol en sangre (BAC); realizar pruebas de aliento aleatorias; establecer puestos de control de sobriedad; la suspensión administrativa de licencias para conductores que conduzcan bajos los efectos del alcohol, entre otras.
En resumen, las medidas de intervención del paquete SAFER procuran mejorar la calidad de la salud de la población y la garantía de movilidad segura para todos y todas, en todas partes.