Ottawa, 13 de abril de 2017 (OPS/OMS)- Los países de las Américas han avanzado en la disminución de las muertes prematuras por enfermedades no transmisibles, pero se deben redoblar los esfuerzos y las estrategias innovadoras para así alcanzar el objetivo de reducir en un 30% estas defunciones en 2030, concluyeron expertos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y coordinadores en los Ministerios de Salud de los programas que atienden las enfermedades no transmisibles, que se reunieron el 11 y 12 de abril en Canadá.
Catorce países y territorios están ya encaminados a reducir en un 15% la mortalidad prematura en los próximos años. Sin embargo, resta mucho por hacer en los factores de riesgo, el diagnóstico y tratamiento de estas enfermedades, para alcanzar la meta de reducir las muertes prematuras en un tercio para 2030 a la que se comprometieron los países de la región de las Américas. Estos avances y desafíos serán analizados el año próximo con todos los países del mundo, en una reunión de alto nivel sobre las enfermedades no transmisibles de Naciones Unidas.
Unos 4,8 millones de personas mueren anualmente en las Américas por enfermedades no transmisibles, principalmente por enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes y enfermedades respiratorias crónicas. Un 35% de esas muertes ocurren en personas menores de 70 años de edad.
Estas enfermedades están relacionadas con un conjunto de factores de riesgo comunes: el tabaquismo, alimentación no saludable, inactividad física y el consumo nocivo de alcohol, entre otras.
Desafíos en la región
Representantes de los programas nacionales para abordar las enfermedades no transmisibles de 29 países de las Américas evaluaron en Ottawa, los avances en la lucha contra las enfermedades no transmisibles y los factores de riesgo, así como las estrategias innovadoras que se han implementado para reducir las muertes prematuras por estas enfermedades. La reunión fue organizada por la OPS y la Agencia de Salud Pública de Canadá, y celebró también los 20 años de esta red de trabajo regional denominada CARMEN (Conjunto de Acciones para la Reducción Multifactorial de Enfermedades No Transmisibles), creada con el objetivo de fomentar el diálogo, la abogacía y la coordinación de políticas y planes para reducir la carga de estas enfermedades.
En la reunión se compartieron ejemplos de las estrategias y los proyectos que han resultado más costo-efectivas para reducir el consumo de tabaco y el uso nocivo de alcohol, así como para promover la alimentación saludable. Según la información disponible, al menos 17 países tienen políticas de espacios libres de humo y otros 15 países tienen advertencias para la salud en el empaquetado de productos de tabaco. Por otro lado, cerca de 25 países han implementado campañas para llamar a tener una alimentación saludable y hacer actividad física, para prevenir enfermedades no transmisibles. Unos 14 países tienen ya políticas que favorecen la reducción del consumo de sal.
Los expertos debatieron sobre cómo fortalecer el manejo y la vigilancia de las enfermedades no transmisibles, y debatieron sobre cómo incluir a sectores como educación, finanzas, comercio o planeación urbanística y transporte, para fomentar la creación de ambientes saludables. Medidas como impuestos al tabaco, al alcohol y a las bebidas endulzadas con azúcar, así como la prohibición de la publicidad y comercialización de alcohol y tabaco, la reducción del consumo de sal y el reemplazo de grasas trans por grasas no saturadas en la formulación de alimentos ultraprocesados, y la promoción y protección de la lactancia materna, han probado ser eficaces.
También abordaron el fortalecimiento de los sistemas de salud en la atención primaria para mejorar el diagnóstico y tratamiento de estas enfermedades, así como el acceso a medicamentos esenciales y tecnologías, y la vacunación contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) para la prevención del cáncer cervicouterino y contra Hepatitis B para prevenir el cáncer de hígado.
Sobre la Red CARMEN
La Red CARMEN fue impulsada por la OPS en 1997 como una plataforma de diálogo, abogacía y creación de capacidad. Comenzó con cinco países (Canadá, Chile, Cuba, Costa Rica y Puerto Rico), y progresivamente se extendió hasta incorporar al resto de países de la Región. Participan autoridades de salud y profesionales que trabajan en los programas nacionales de enfermedades no transmisibles en las Américas, responsables de las políticas, los programas y los servicios de salud para la reducción de los factores de riesgo, el manejo de estas enfermedades y la vigilancia.