- Naciones Unidas invita a la próxima Asamblea Legislativa a presentar un nuevo proyecto, ya que el #22.065 fue archivado por el actual congreso.
San José, 16 de marzo de 2022. Naciones Unidas urgió a Costa Rica a identificar los productos altos en grasa, sodio y azúcar a través del etiquetado frontal. También invitó a la Asamblea Legislativa a desarrollar una nueva iniciativa de ley para avanzar en esta materia, dado que el proyecto #22.065 fue archivado recientemente.
La ONU organizó un foro sobre el tema que contó con la participación de representantes de gobierno y academia de Chile, México y Argentina, quienes compartieron la experiencia de esos países con el etiquetado frontal para la advertencia de productos altos en grasa, azúcar y sodio.
En la conversación, presentaron el proceso y los resultados de la implementación en sus países del etiquetado frontal de advertencia en productos altos en grasa, azúcar y sodio, como medida para brindar a la población información para la toma de decisiones sobre su alimentación y, así, reducir los índices de enfermedades crónicas no transmisibles.
Chile, uno de los pioneros de la región en la materia, mostró resultados de estudios que han llevado a cabo para evaluar la efectividad del etiquetado frontal con octágonos desde su implementación en el año 2016. Luego de la entrada en vigor de la ley, aumentó en un 30% la capacidad de las personas para clasificar los alimentos según su impacto para la salud. Además, se registró una reducción en la compra de productos altos en calorías, azúcares, grasas saturadas y sodio, que son los ingredientes en los cuales se enfoca la legislación de etiquetado frontal en Chile.
Camila Corvalán, académica de la Universidad de Chile, afirmó que estos cambios en el comportamiento no responden solamente a cambios en la toma de decisiones de los consumidores, sino a reformulaciones que ha realizado la industria alimentaria en sus productos en el marco de la implementación de la ley de etiquetado, que se reflejan principalmente en la reducción de azúcar y sodio. Además, la especialista enfatizó que no se registra una disminución de empleos o de salarios en el sector alimentario tras la implementación de la ley, a pesar de haber sido este uno de los principales argumentos de inquietud ante el proyecto de ley.
El Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de México, Hugo López-Gatell, mencionó que el impacto del etiquetado frontal tras su implementación en el año 2020 ha sido inmediato y ha gozado de buena aceptación por la población. Las investigaciones han demostrado que, gracias al etiquetado, la compra de bebidas azucaradas por parte de adolescentes y adultos se redujo un 48%, mientras que la compra de dulces, chocolates y postres se redujo en 41%; 43% la de cereales azucarados y 39% la de papas fritas.
Además, el 72% de las personas encuestadas consideró que las etiquetas frontales son útiles para tomar decisiones sobre los productos que consume. En México, el proceso de implementación de la ley y su evaluación han continuado a pesar de haberse iniciado durante la pandemia por COVID-19.
López-Gatell mencionó que el etiquetado frontal es parte de una estrategia integral de alimentación saludable que incluye intervenciones en salud escolar, programas públicos de alimentación con producción local, entre otras. El especialista coincide en que la implementación de la ley ha llevado a la industria a innovar y hacer cambios en la composición de los productos, pero además mencionó el efecto de la ley en las estrategias de mercadeo, pues los productos que no cuentan con etiquetas de alerta son más promocionados, ya que actualmente tienen un nicho de mercado más amplio, debido a que el tema ha permeado en la conciencia pública.
En Argentina, la implementación del etiquetado frontal fue aprobada a finales de octubre de 2021 y se estableció un plazo de 6 meses para que las personas productoras incluyan las advertencias en los empaques y envases. Silvina Calle, Asesora del Senado de Argentina, explicó que la medida no prohíbe alimentos ni los califica como “malos” en su totalidad, pero se le comunica de forma clara a las personas consumidoras cuando hay exceso de nutrientes críticos, como parte de su derecho a la información.
La Senadora mencionó que uno de los argumentos en contra del proyecto giró en torno a que los productos no podían tener rotulación distinta a la planteada en Mercosur: “Esto lo debatimos muchísimo, tratados comerciales internacionales habilitan a los países a regular en forma autónoma cuando se trata de proteger la salud pública de sus habitantes”.
La actividad fue organizada por el Sistema de Naciones Unidas en Costa Rica mediante sus agencias especializadas: Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
¿Qué pasa en Costa Rica?
Nydia Amador, miembro de la Asociación Costa Rica Saludable, explicó que en julio del año 2020 se presentó a la corriente legislativa el proyecto de ley 22.065: “Ley de etiquetado frontal de alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasados, para facilitar la comprensión y toma de decisión del consumidor, sobre el contenido de nutrientes críticos e ingredientes que, por su consumo excesivo, representen riesgos para la salud de las personas”.
El proyecto proponía la utilización de símbolos de advertencia en el frente de los paquetes de productos para informar a las personas consumidoras sobre el exceso de nutrientes críticos, además, de advertencias sobre presencia de cafeína y edulcorantes especialmente dañinos para las niñas y los niños. También incluía restricciones en cuanto a publicidad y promoción y tenía componentes educativos.
Amador indicó que en febrero del 2022 la Comisión de Asuntos Sociales de la Asamblea Legislativa, archivó el proyecto, alegando que las instituciones y órganos consultados para analizarlo no lo han visto conveniente, pero ignorando el criterio de expertos en el tema: “el proyecto lo que busca es informar y educar a la población y la sociedad civil no se dará por vencida, luchará para que la próxima Asamblea Legislativa retome el tema y se presente una nueva propuesta de proyecto de ley”, expresó.
De acuerdo con Fabio Gómes, Asesor en Nutrición y Actividad Física de OPS/OMS, datos del 2019 reflejan que el 44% de las muertes en Costa Rica están asociadas a tres factores de riesgo relacionados con hábitos alimenticios: glucosa elevada, hipertensión y sobrepeso u obesidad. “Sabemos que la adecuada alimentación es uno de los principales determinantes de la salud y el bienestar de las poblaciones. Reiteramos el apoyo que desde OPS/OMS estamos dispuestos a brindar al país en pro de dar a la población más herramientas para que puedan tomar decisiones informadas para beneficio de su salud”, mencionó Wilmer Marquiño, Asesor en Vigilancia de la Salud, Prevención y Control de Enfermedades de OPS/OMS.
Patricia Portela de Souza, Representante de UNICEF en Costa Rica, mencionó que cerca de un 34% de niños, niñas y adolescentes que viven en Costa Rica tiene sobrepeso y obesidad: “Si queremos atender esta situación que consideramos una emergencia de salud pública, debemos no sólo brindar la oferta programática institucional, sino también desarrollar estrategias de comunicación para el cambio de comportamiento y normas sociales que nos lleven a realizar cambios de patrones alimenticios de los niños, niñas, adolescentes y sus entornos, ya que éstos constituyen un factor de riesgo potencial para el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles en la edad adulta”, mencionó.
“El etiquetado nutricional frontal es clave, se ha demostrado que es uno de los métodos más efectivos para informar a las personas sobre el contenido de los alimentos pre empacados. En medio de la crisis sanitaria y económica que experimentamos desde el 2020, las medidas que favorezcan una alimentación balanceada, fresca y natural, serán siempre el estándar a seguir”, indicó Andrea Padilla, Representante Asistente de FAO en Costa Rica.
Para que Costa Rica pueda avanzar en la materia, Naciones Unidas invitan a la próxima Asamblea Legislativa a presentar un nuevo proyecto, ya que el #22.065 fue archivado por el actual congreso.