14 de octubre de 2009 (OPS/OMS).- Cada año docenas de hospitales y otros establecimientos de salud del mundo son dañados por inundaciones, huracanes, ciclones, terremotos y otros peligros naturales. Ocurre que al diseñarlos, ubicarlos o construirlos no se incorporan medidas de seguridad imprescindibles. En el marco del Día Internacional para la Prevención de los Desastres, la Estrategia Internacional de las Naciones Unidas para la Reducción de Desastres (EIRD) dedica la fecha a la necesidad urgente de protegerlos.
Los hospitales y otras instalaciones de salud deben estar construidos de manera que soporten el impacto de desastres naturales y continúen dando servicios esenciales de salud durante y después de emergencias. Además, el personal de salud debe recibir capacitación y estar preparado para enfrentarse a los retos de las catástrofes naturales.
En los 49 países menos adelantados del mundo hay por lo menos 90 mil hospitales y otros establecimientos sanitarios; muchos de ellos son vulnerables a los desastres, en particular los relacionados con los efectos nocivos del cambio climático.
Hospitales Seguros Frente a los Desastres fue el tema de la Campaña Mundial de Reducción de Desastres 2008-2009. Esta iniciativa conjunta de la Estrategia Internacional de las Naciones Unidas para la Reducción de Desastres, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Banco Mundial tuvo como finalidad lograr que las personas tuvieran acceso a establecimientos de salud en funcionamiento durante y después de los desastres naturales.
"No debería construirse ningún hospital a menos que sea capaz de resistir el impacto de los desastres naturales», afirmó Margareta Wahlström, representante especial del secretario general de las Naciones Unidas para la Reducción de los Riesgos de Desastre. "También debería evaluarse la seguridad de los establecimientos sanitarios y habría que tomar medidas para mejorar la seguridad y el grado de preparación", consideró.
Las tragedias ocurridas este mes en Asia y la zona del Pacífico ponen de manifiesto el carácter urgente de las medidas que hay que adoptar para proteger mejor a los hospitales de los desastres naturales. El dolor humano en gran escala se multiplica cuando los servicios que más se necesitan para salvar vidas —hospitales, consultorios y otros establecimientos de salud— forman parte de las bajas.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha desarrollado un Índice de Seguridad Hospitalaria que está siendo usado por un número de países de América Latina y el Caribe para determinar el nivel de seguridad de sus hospitales e instalaciones de salud de forma que puedan identificar qué pasos son necesarios para una mejora de la seguridad. Resultados preliminares indican que elementos no estructurales como detalles arquitectónicos y/o equipos contribuyen más a la vulnerabilidad que los factores estructurales.