Washington, DC, 11 de septiembre de 2020 (OPS) - La Directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne, dijo que “se requiere acción en todos los niveles”, desde las comunidades locales hasta el nivel nacional, y desde el nivel regional al global, para combatir una triple crisis en la Región: una crisis de salud, una crisis social y una crisis económica.
“Es solo a través de una acción concertada y colectiva que podemos enfrentar la COVID-19, suprimir su transmisión y recuperar el camino del desarrollo sostenible”, afirmó Etienne en una conferencia del Banco de Desarrollo de América Latina - CAF.
Al hablar ayer en un panel sobre éxitos y fracasos en la pandemia por COVID-19, que fue moderado por Julio Frenk, presidente de la Universidad de Miami, la Directora de la OPS dijo que la pandemia “ha desafiado nuestros sistemas de salud como nunca antes habíamos visto, lo que resultó en la muerte de más de 2.500 trabajadores de la salud en 19 países”. Asimismo, indicó que “ha devastado las economías, y se prevé que América Latina y el Caribe experimente una reducción estimada del PIB del 9%, con 45 millones de personas más por debajo de la pobreza línea."
La OPS está trabajando en estrecha colaboración con instituciones regionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y organizaciones mundiales como la Unión Europea, el Banco Mundial, UNICEF, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el Foro Económico Mundial para apoyar la respuesta a la pandemia y la reactivación económica en los países de las Américas.
Etienne reiteró que “la cooperación entre organizaciones multilaterales es y seguirá siendo fundamental en la salud y el desarrollo, la seguridad sanitaria y la preparación para una pandemia. La profundidad y amplitud de la capacidad dentro del sistema multilateral pueden generar mayores sinergias mediante una colaboración más estrecha. Estamos viendo esta solidaridad y colaboración entre las principales instituciones de salud mundiales”.
La continua colaboración regional e internacional será importante “en la era posterior a la COVID-19, cuando los países necesitarán recuperar los beneficios perdidos y transformar sus sectores de salud, social y económico de manera que se asegure estén mejor preparados para un evento tan global, al mismo tiempo que responden mejor a las necesidades de las personas para generar sociedades más resilientes y equitativas en el futuro”, manifestó.