Balance positivo en la lucha multisectorial contra la resistencia antimicrobiana

lucha multisectorial contra la resistencia antimicrobiana

25 Sep 2023

Progresivamente y por eventos multifactoriales, la respuesta de las bacterias y otros microorganismos al tratamiento con medicamentos antimicrobianos (antibióticos, antiparasitarios, antivirales) viene disminuyendo en la región de América Latina, con costos impactantes en la salud.

Esta realidad es preocupante, pero lo son aún más las estimaciones, según las cuales al 2050 más de 10 millones de personas podrían morir anualmente en el mundo por causas asociadas a la resistencia a los antimicrobianos (RAM).

Para mitigar el impacto de la RAM se adelantan diversas acciones, siendo una de las más novedosas y exitosas, el trabajo multisectorial que involucra a los sectores de salud humana, sanidad animal y ambiente.

Esta es la esencia del proyecto ‘Trabajando juntos para combatir la resistencia a los antimicrobianos’ en el marco de ‘Una salud’, que avanza en su tercer año de ejecución, con la financiación de la Unión Europea, y la asesoría técnica de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), oficina regional para las Américas de la Organización  Mundial de la Salud (OMS), la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA).

Colombia, junto con Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay, son los países elegidos para recibir apoyo dentro de este proyecto, con propósitos claros como consolidar sus Planes de Acción Nacionales contra la Resistencia Antimicrobiana (PNRAM).

Una mirada positiva

Durante estos tres años, el proyecto presenta avances positivos, a pesar de haber enfrentado grandes desafíos, como la llegada de la pandemia de la COVID-19, que favoreció la aparición de nuevos mecanismos de resistencia, generados por un uso inadecuado de medicamentos antibióticos, o el impacto del cambio climático en el mundo, tema que fue sujeto de análisis en la cumbre sobre cambio climático que se celebró en Egipto, en noviembre de 2022.

Una realidad que preocupa y que enciende las alarmas sobre el cumplimiendo de los objetivos de desarrollo sostenible. “De manera bidireccional, el incremento de la RAM va a dificultar alcanzar algunos de ellos; pero, si vamos progresando hacia los ODS, esto nos va a ayudar a contener la RAM”, precisa la doctora Pilar Ramón-Pardo, líder del Programa Especial de Resistencia a los Antimicrobianos, de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), oficina regional de la OMS para las Américas.

En ese sentido, la experta destaca logros del proyecto cuatripartito ‘Trabajando juntos para combatir la resistencia a los antimicrobianos’, como:

- La oportunidad de hacer un abordaje multisectorial y sumar fuerzas para contrarrestar la RAM, teniendo en cuenta una coordinación estratégica entre la salud humana, animal y ambiental como un todo.

- Aumentar la concientización sobre la importancia de diseñar estrategias en el marco de ‘Una salud’, basadas en datos probatorios, evidencia clínica y científica.

- Disponer de recursos mayores y sostenidos para dar respuesta a esta problemática; optimizar la producción y el uso de antimicrobianos a lo largo de todo el ciclo de vida, desde la investigación y el desarrollo hasta la disposición final, y disminuir la incidencia de infecciones en humanos, animales y vegetales.

- Impulsar los PNRAM , en algunos casos muy avanzados, en otros países aún incipientes.

Actualmente en las Américas 24 países (70% de miembros de la región) tienen planes de acción nacionales para combatir la RAM, de los cuales, tres están en desarrollo, nueve ya han sido ejecutados, uno está en proceso de implementación y uno tiene financiación nacional completa, según la Encuesta de Autoevaluación de los Países (TrACSS, por sus siglas en inglés).

AVANCES DE LOS PAÍSES DEL PROYECTO CUATRIPARTITO SOBRE RAM

Se destaca la relevancia de la vigilancia integrada (análisis y uso de datos), y el trabajo interdisciplinario de diferentes sectores, con el enfoque de ‘Una salud’. País pionero en la vigilancia integrada y modelo para otros en la región.
Inclusión de las actividades del sector del medio ambiente en el plan de trabajo, nuevos asociados e impulso para la movilización de recursos.
Publicación del PNRAM actualizado a partir de un enfoque reforzado en el marco de ‘Una salud’ y una participación más amplia de las partes interesadas.
Un PNRAM en desarrollo, que busca integrar los planes sectoriales separados que se tenían y trabajar con un enfoque multi e intersectorial.
Evaluación de la RAM en el medio ambiente (fase de estudio 2, secuenciación del genoma completo), y la consolidación en temas de salud humana y animal.
Cuenta con un comité de RAM muy efectivo y funcional y avanza en la implementación de las políticas de RAM pese a los desafíos políticos.
Se destaca el gran interés del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Suministro de Alimentos en el tema de la RAM, clave en el proyecto.

 

Como es obvio, existen muchos retos, como el fortalecimiento institucional y estructural para poder aplicar las políticas de manera eficaz, rigurosa y permanente; ampliar la capacidad de monitorear los planes nacionales y evaluar los resultados que, en el caso de países como Colombia “son muy interesantes, desde la mirada de ‘Una salud’”, considera la doctora Pilar Ramón-Pardo, quien animó al país a que “continúe trabajando y sigan sumando fuerzas para prevenir juntos la RAM”.

Por su parte, la doctora Nathalie El Omeiri, asesora del Programa Especial de RAM de la OPS/OMS, destaca que Colombia es “muy activa con la concientización sobre RAM y tiene mucha cultura de participación social. Sólo podemos animar a que sigan explorando nuevas maneras de tener un papel más protagónico en la comunidad para la respuesta a la resistencia a los antimicrobianos. Es un ejemplo para la región, muchas felicidades”, fueron sus palabras.

Las claves en Colombia

Para la ejecución del proyecto cuatripartito, el país cuenta con una Mesa Técnica Intersectorial, equipo multi e interdisciplinario conformado por los ministerios de Salud y Protección Social (MSPS), Agricultura y Desarrollo Rural (MADR), con sus entidades adscritas, y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo y Desarrollo Sostenible (MADS).

Ha sido clave, indica la doctora Aida Rojas, médica veterinaria, coordinadora del grupo de registro de medicamentos biológicos de uso veterinario y de farmacovigilancia del Instituto Colombiano Agropecario (ICA), tener un equipo de trabajo de país, con una labor intersectorial, y contar con un Plan Nacional de Respuesta a la Resistencia a los Antimicrobianos actualizado.

Se destaca el cumplimiento de tareas asignadas a cada sector que conforma la Mesa Técnica Intersectorial, que se resumen en 87 actividades totales distribuidas en nueve entidades, en líneas como comunicación y educación, vigilancia epidemiológica, prevención y control de infecciones, uso óptimo de los antimicrobianos y gobernanza, y un logro importante como es haber definido el plan piloto de vigilancia integrada para Salmonella spp. a través de una herramienta como Whonet.

Educación a la comunidad, el gran desafío

La resistencia a los antimicrobianos es una de las principales amenazas para la salud pública global, cuyo impacto recae sobre la salud humana, la producción animal y agrícola, y el medio ambiente, y si bien se tienen avances en temas de capacitación aún falta camino por recorrer especialmente con las comunidades, lo que involucra escuelas, lugares de trabajo, vecindarios y otros entornos sociales.

Coinciden los expertos colombianos en la necesidad de fortalecer esa participación y concientizar al público general sobre la importancia del uso adecuado de los antimicrobianos y la no automedicación, entre otros temas.

En esta línea, la doctora Nathalie El Omeiri, visualiza que el camino a seguir debe partir de visibilizar el rol de las comunidades en la respuesta a la RAM, involucrarlas en los procesos y políticas, para un liderazgo compartido; continuar informando y concientizando de manera culturalmente apropiada sobre los riesgos de la RAM, y fortalecer una participación comunitaria efectiva en los planes nacionales de acción sobre RAM, entre otras acciones.