Este marco tiene el propósito de ayudar a los gobiernos a formular políticas, programas y servicios que logren que los niños y las niñas no solo sobrevivan, sino que además prosperen y alcancen su pleno potencial de desarrollo humano. Los beneficios de la inversión en los primeros años de la vida son múltiples en cuanto a la salud, el aprendizaje y las relaciones sociales a lo largo de la vida. Este marco global contribuye al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible; la Estrategia mundial para la salud de la mujer, el niño y eladolescente; y el Plan de Acción de la OPS para la salud de la mujer, el niño, la niña y adolescentes 2018-2030. La finalidad es construir un mundo que contribuya al ejercicio de los derechos de todos los niños y las niñas, en particular de los más vulnerables, para que ninguno, en ningún lugar, se quede atrás. En este marco se define el concepto de cuidado cariñoso y sensible y se presentan los 5 componentes esenciales para construir las bases hacia una trayectoria de salud y bienestar. Además, se proponen las cinco acciones estratégicas siguientes: 1) liderar e invertir, 2) centrarse en las familias y las comunidades, 3) fortalecer los servicios, 4) hacer seguimiento de los avances y 5) usar los datos e innovar. Avanzar hacia el logro de la visión descrita requiere un trabajo coordinado multisectorial y la participación de las comunidades y las familias. Por esta razón, se describen las funciones del sector de la salud, la educación y la protección social, entre otros. Mientras trabajamos en conjunto para hacer realidad la visión de los objetivos para el 2030 de no dejar a nadie atrás, debemos actuar con urgencia para que la inversión en el desarrollo en la primera infancia sea una prioridad en cada país, en cada comunidad y en cada familia.
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