Leishmaniasis cutánea y mucosa

La leishmaniasis cutánea (LC) y mucosa/mucocutánea (LM), son enfermedades infecciosas que afectan a la piel y las mucosas. 

Son causadas por protozoos del género Leishmania y transmitidas a los animales y humanos por vectores de la familia Psychodidae. Su distribución es mundial y es endémica en 89 países. En 2021, un total de 51 países reportaron a la Organización Mundial de la Salud cerca de 222.000 casos nuevos autóctonos.

Entre los 9 países del mundo con mayor número de casos de leishmaniasis cutánea, 3 se encuentran en las Américas: Brasil, Colombia y Perú. En esta Región se ha registrado un promedio de 52.645 casos de leishmaniasis cutánea y mucosa/mucocutánea en los últimos 20 años con tendencia gradual de reducción a partir de 2005. En el 2021, fueron reportados un total de 37.786 casos de leishmaniasis cutánea y 22,5% se presentaron en zonas fronterizas.

La leishmaniasis cutánea se registra en 21 países y es endémica en 19 de ellos, (Argentina, Belice, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Guyana Francesa, Guyana, Honduras, Nicaragua, México, Panamá, Paraguay, Perú, Surinam y Venezuela), sin embargo, Guyana Francesa reporta sus datos directamente a Francia. 

Más información sobre la situación de leishmaniasis en las Américas.

Información detallada


La LC y LM son causadas por diferentes especies de protozoos del género Leishmania que comprende cerca de 22 especies patógenas al hombre. En las Américas, la infección humana se produce por 15 especies, que se agrupan en los subgéneros Leishmania Viannia

En la Región, las tres especies más importantes del subgénero Leishmania son: L. (L.)  mexicana, L. (L.) amazonensis y L. (L.) venezuelensis.  El subgénero Viannia tiene cuatro especies principales: L. (V.) braziliensis, L. (V.) panamensis, L. (V.) peruviana y L. (V.) guyanensis. Las especies son morfológicamente indistinguibles, pero se pueden diferenciar por análisis de isoenzimas, métodos moleculares o anticuerpos monoclonales y PCR.

Las infecciones por Leishmania que causan la LC y LM se han descrito en varias especies de animales selváticos, sinantrópicos y en algunos ciclos de transmisión específicos, en los animales domésticos. Algunas especies de roedores, marsupiales y edentados han sido registradas como huéspedes naturales y potenciales reservorios selváticos.

En las Américas, las leishmaniasis son transmitidas predominantemente por la picadura de flebótomos del género Lutzomyia, según clasificación de Lewis revisada por Young, sin embargo; acuerdo a la clasificación de Galati, se reconocen 23 géneros, con alrededor de 54 especies involucradas en la transmisión.

El período de incubación en los seres humanos es de 2 a 3 meses en promedio, pero puede tener períodos de incubación más cortos (2 semanas) o largos (dos años).

Las personas con LC pueden tener una o más lesiones en la piel y las úlceras pueden cambiar de tamaño y apariencia con el tiempo. Cuando el vector flebótomo pica a una persona causa una mácula, que evoluciona a una pápula y posteriormente a un nódulo redondeado, indoloro, que aumenta progresivamente de tamaño y se ulcera. Inicialmente las úlceras están cubiertas por una costra y al desprenderse, se observa la úlcera típica de fondo limpio, color rosado y tejido granuloso, redondeada, de bordes regulares y elevados, indolora y de base indurada. En ocasiones las úlceras pueden infectarse secundariamente con otros agentes microbianos.

Cuando la enfermedad compromete el pabellón auricular se pueden producir mutilaciones. Este tipo de lesión fue descrita inicialmente como la "úlcera de los chicleros" y es muy frecuente en la península de Yucatán, México.

En las lesiones mucosas, el sitio inicial y más frecuentemente afectado es la mucosa del tabique nasal, que puede progresar hasta perforarse. El proceso puede extenderse al paladar y faringe; la úvula se infiltra, se hipertrofia y luego se amputa. Cuando acomete a la nariz se puede presentar obstrucción, sangrado, secreción nasal y la aparición de costras y heridas. El compromiso de la laringe y la faringe puede ocasionar dolor, ronquera, disfonía y disfagia.

Clínico

Se debe considerar a las personas procedentes de zonas endémicas con signos y síntomas sugestivos de LC y LM.

Laboratorio

Pruebas parasitológicas para visualización del parásito (parasitológico directo, cultivo y PCR). En las lesiones cutáneas, las muestras pueden ser frotis, aspirados y biopsias obtenidas de la lesión, a depender del examen a ser realizado. Para el diagnóstico de la leishmaniasis mucosa o mucocutánea, el diagnóstico es clínico, complementado por pruebas parasitológicas, histológicas o inmunológicas específicas.

No hay vacunas disponibles para prevenir la infección.

Para la población humana

Las medidas de protección individual o colectiva recomendadas para las personas están dirigidas a reducir el contacto con los vectores, en particular: evitar las actividades al aire libre desde el atardecer hasta el amanecer; uso de mosquiteros; uso de ropas protectoras y de repelentes de insectos; y construcción de viviendas dejando una distancia de al menos 400 metros a partir del límite de los bosques o áreas de densa vegetación.

Para los vectores

Manejo del ambiente, mediante la limpieza de patios y terrenos, con el fin de cambiar las condiciones del entorno que proporcionan el establecimiento de criaderos para las formas inmaduras del vector. En el ambiente doméstico rural, mantener apartados y siempre muy limpios los refugios de animales.

En 2022, la OPS publicó las nuevas Directrices para el tratamiento de las leishmaniasis en la Región de las Américas, detallando los esquemas y los criterios de indicación del tratamiento para las leishmaniasis en el contexto regional, de acuerdo con las normas de la OMS para la elaboración de directrices.

Esas recomendaciones pueden diferir de las utilizadas en otros continentes, dados los distintos aspectos epidemiológicos y biológicos, como las diferentes especies circulantes de Leishmania, los ciclos de transmisión y las respuestas al tratamiento.

El tratamiento puede ser local o sistémico a depender de la forma clínica y criterios para el uso local. Las recomendaciones están presentadas para el grupo de pacientes pediátricos y adultos y cuando disponible, por especie de Leishmania presumiblemente implicada.

Las recomendaciones para el tratamiento de las leishmaniasis cutánea y mucosa/mucocutánea, los esquemas terapéuticos, con las vías de administración, las dosis están disponibles en este enlace.

Más información