Respuesta a los huracanes Eta e Iota - noviembre de 2020
El 3 de noviembre de 2020 el huracán Eta – una tormenta de categoría 4 – impactó las costas de Centroamérica dejando a su paso más de 7 países afectados. Una semana después, los mismos países de Centroamérica y el departamento insular de San Andres y Providencia (Colombia) serían impactados por el huracán Iota, de categoría 4. Ambos huracanes dejaron en Centroamérica más de 9.9 millones de personas afectadas, decenas de comunidades incomunicadas e inaccesibles por inundaciones y deslizamientos y 740 instalaciones de salud afectadas, algunas con daños graves e inoperativas. Cabe precisar, que dicha situación se vio agravada por la actual pandemia COVID-19 y ante la dificultad para implementar de medidas de distanciamiento social en albergues, además del limitado acceso a los servicios de salud y las dificultades de movilidad y acceso físico por inundaciones y daños viales.
La OPS apoyó a los países trabajando de manera conjunta con las autoridades locales en la evaluación rápida de los establecimientos de salud utilizando la herramienta de Evaluación Rápida de Establecimientos de Salud (ERES) de la OPS, manteniendo y promoviendo las medidas de salud pública respecto al COVID-19 y demás enfermedades endémicas de la zona. Así mismo, la OPS en cooperación con otros socios humanitarios y autoridades locales, ha movilizado diversos expertos en salud pública a las zonas afectadas, facilitando la coordinación de equipos médicos de emergencia, así como la donación desde el centro regional de reserva de varias toneladas de medicinas, equipos de agua y saneamiento, e implementos médicos. A estos esfuerzos se suman, la presentación de proyectos de emergencia ante donantes con el fin de apoyar la rápida recuperación de los servicios de salud, fortalecer la vigilancia epidemiológica y mantener las medidas de salud pública en las zonas afectadas y en las instalaciones prioritarias identificadas.
Temporada de huracanes en las Américas 2020
COVID-19 en Centroamérica - temporada de huracanes 2020
Llamado a donantes y solicitud de financiamiento
El 3 de noviembre, el huracán Eta tocó tierra en la costa caribeña de Nicaragua (26 km al sur de Bilwi) como una tormenta de categoría 4 con vientos máximos sostenidos cerca de 140 mph (220 km/h) y continuó avanzando hacia el oeste cerca de 6 mph (9 km/h). El 4 de noviembre de 2020, el sistema se debilitó rápidamente hasta convertirse en una tormenta tropical, sin embargo causó importantes daños en Honduras, Guatemala, Costa Rica, Belice, El Salvador, Panamá, Colombia y Jamaica. Dos semanas después, el 16 de noviembre, el huracán Iota, una tormenta de categoría 5, tocó tierra en el archipiélago colombiano de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Se movió a lo largo de la costa noreste de Nicaragua cerca de la ciudad de Haulover con vientos sostenidos cercanos a las 155 mph (250 km/h). El 17 de noviembre, Iota se debilitó hasta convertirse en tormenta tropical, y se trasladó al sur de Honduras y Guatemala.
Guatemala, Honduras y Nicaragua, ubicados en el camino directo de ambos eventos hidrometeorológicos, son los países más afectados. Los huracanes Eta e Iota dejaron un camino devastador en Centroamérica, con más de 6,5 millones de personas directamente afectadas. Aproximadamente 441.000 personas han sido evacuadas y han sufrido pérdidas significativas de viviendas y medios de vida. Más de 125 establecimientos de salud en los tres países reportan daños a la infraestructura, lo que reduce aún más las capacidades de los sistemas nacionales de salud que ya se encuentran sobrecargados por la pandemia de COVID-19. También se ha reportado un acceso reducido al agua potable, pérdida de un saneamiento adecuado y cortes de energía. Las condiciones en algunos albergues siguen siendo precarias debido a la infraestructura inadecuada, el saneamiento y el acceso limitado al agua potable, siendo todos críticos para mitigar el riesgo de infecciones por COVID-19 y otras enfermedades transmisibles endémicas en los países afectados.
Se requiere un estimado de US $ 9.900.000 para apoyar acciones humanitarias urgentes destinadas a garantizar la disponibilidad de atención médica crítica, rehabilitación de condiciones sanitarias adecuadas, mayor vigilancia epidemiológica y control de vectores en áreas altamente vulnerables a lo largo de la costa caribeña centroamericana.
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