Preguntas frecuentes sobre la mpox

La mpox (viruela símica) es una enfermedad causada por el virus del mismo nombre. Es una enfermedad viral zoonótica, lo que significa que puede transmitirse de los animales a los seres humanos. También puede propagarse entre personas. Las manifestaciones de la viruela símica suelen incluir fiebre, dolor de cabeza intenso, dolores musculares, dolor de espalda, poca energía, ganglios linfáticos inflamados y una erupción cutánea o lesiones. La erupción suele comenzar entre uno y tres días después del inicio de la fiebre. Las lesiones pueden ser planas o ligeramente elevadas, llenas de líquido claro o amarillento, y luego pueden formar una costra, secarse y caerse. El número de lesiones en una persona puede oscilar entre unos pocos y varios miles. La erupción suele concentrarse en la cara, las palmas de las manos y las plantas de los pies. También pueden aparecer en la boca, los genitales y los ojos.

La mpox o viruela símica es una enfermedad causada por el virus MPOX, que se propaga principalmente a través del contacto estrecho entre personas.

Las manifestaciones de la mpox suelen incluir fiebre, dolor de cabeza intenso, dolores musculares, dolor de espalda, poca energía, ganglios linfáticos inflamados y una erupción cutánea o lesiones. La erupción suele comenzar entre uno y tres días después del inicio de la fiebre. Las lesiones pueden ser planas o ligeramente elevadas, llenas de líquido claro o amarillento, y luego pueden formar una costra, secarse y caerse. El número de lesiones en una persona puede oscilar entre unos pocos y varios miles. La erupción suele concentrarse en la cara, las palmas de las manos y las plantas de los pies. También pueden aparecer en la boca, los genitales y los ojos. 

Las manifestaciones suelen durar entre dos y cuatro semanas y desaparecen por sí solos sin tratamiento. Si cree que tiene síntomas que podrían ser de viruela símica, pida consejo a su proveedor de atención médica. Infórmele si ha estado en contacto estrecho con alguien con viruela símica presunta o confirmada. 

En la mayoría de los casos, los síntomas de la mpox desaparecen por sí solos en unas pocas semanas, pero en algunas personas pueden provocar complicaciones médicas e incluso la muerte. Los recién nacidos, los niños y las personas con deficiencias inmunitarias subyacentes pueden correr el riesgo de padecer síntomas más graves y de morir a causa de la viruela símica. 

Las complicaciones de los casos graves de viruela símica incluyen infecciones cutáneas, neumonía, confusión e infecciones oculares que pueden provocar la pérdida de visión. En los últimos tiempos, entre el 3 y el 6% de los casos notificados han provocado la muerte en los países endémicos, a menudo en niños o personas que pueden tener otras afecciones.  Es importante señalar que esto puede ser una sobreestimación porque la vigilancia en los países endémicos es limitada. 

La mpox puede transmitirse a las personas cuando entran en contacto físico con un animal infectado. Los animales huéspedes son los roedores y los primates. El riesgo de contraer la viruela símica a través de los animales puede reducirse evitando el contacto sin protección con animales salvajes, especialmente los que están enfermos o muertos (incluyendo su carne y sangre). En los países endémicos donde los animales son portadores de la viruela símica, cualquier alimento que contenga carne o partes de animales debe cocinarse a fondo antes de consumirlo. 

Sin importar el clado, la mpox se puede propagar a cualquier persona a través del contacto personal cercano con una persona con el virus, que incluye: 

  • Contacto directo de piel a piel con el sarpullido y las costras de una persona infectada.
  • Contacto con saliva, secreciones respiratorias (mucosidad, mocos) y líquidos corporales, o áreas de lesiones alrededor del ano, el recto o la vagina.
  • Las personas embarazadas con mpox pueden transmitir el virus al feto durante el embarazo, o al recién nacido durante el parto y después del nacimiento. 

El contacto directo estrecho con una persona con lesiones activas puede generar la adquisición de la enfermedad, especialmente durante el contacto íntimo, que incluye: 

  • Sexo oral, anal o vaginal, o tocar los genitales (pene, testículos, labios vaginales y vagina) o el ano.
  • Abrazos, masajes y besos.
  • Interacciones prolongadas cara a cara (como al hablar o respirar). 

Cualquier persona que tenga un contacto físico estrecho con alguien que tenga síntomas de mpox, o con un animal con el virus, corre el mayor riesgo de infección. Es probable que las personas vacunadas contra la viruela tengan cierta protección contra la infección por mpox. Sin embargo, es poco probable que las personas más jóvenes se hayan vacunado contra la viruela porque la vacunación contra la viruela se interrumpió en todo el mundo después de que la viruela se convirtiera en la primera enfermedad humana erradicada en 1980. Aunque las personas que han sido vacunadas contra la viruela tendrán cierta protección contra la mpox, también deben tomar precauciones para protegerse a sí mismas y a los demás. 

Los recién nacidos, los niños y las personas con deficiencias inmunitarias subyacentes pueden correr el riesgo de padecer síntomas más graves y de morir a causa de la mpox. Los trabajadores sanitarios también corren un mayor riesgo debido a la mayor exposición al virus. 

Puede reducir su riesgo limitando el contacto con personas que se sospecha o se ha confirmado que tienen mpox.  

Si tiene que tener contacto físico con alguien que tiene viruela símica porque es un trabajador sanitario o vive con él, anime a la persona con el virus a autoaislarse y a cubrir cualquier lesión cutánea si puede (por ejemplo, llevando ropa sobre la erupción). Cuando esté físicamente cerca de ellos, deben llevar una mascarilla médica, especialmente si están tosiendo o tienen lesiones en la boca. Usted también debería llevar una. Evite el contacto piel con piel siempre que sea posible y utilice guantes desechables si tiene algún contacto directo con las lesiones. Utilice una mascarilla cuando manipule cualquier ropa o ropa de cama si la persona no puede hacerlo por sí misma. 

Lávese regularmente las manos con agua y jabón o con un desinfectante de manos a base de alcohol al 70%, especialmente después de haber estado en contacto con la persona infectada, su ropa, sábanas, toallas y otros objetos o superficies que haya tocado o que puedan haber estado en contacto con su erupción o sus secreciones respiratorias (por ejemplo, utensilios, platos).  Lavar la ropa, las toallas y las sábanas de la persona y los utensilios para comer con agua caliente y detergente.  Limpiar y desinfectar las superficies contaminadas y eliminar adecuadamente los residuos contaminados (por ejemplo, los apósitos). 

Los niños, al igual que los adultos, son susceptibles a la infección. A diferencia de los adultos, los niños no han sido vacunados contra la viruela, que ofrecía cierta protección contra la mpox. Además, pueden no haber estado expuestos previamente al virus y, en condiciones de hacinamiento, como en el brote actual en República Democrática del Congo, pueden estar en contacto cercano con familiares infectados. 

Los niños suelen ser más propensos a tener síntomas graves que los adolescentes y los adultos. El virus también puede transmitirse al feto o al recién nacido a través del nacimiento o del contacto físico temprano. En las Américas, hasta mediados de agosto de 2024, la población más afectada ha sido principalmente hombres adultos (94%). 

Si cree que tiene síntomas o ha estado en contacto cercano con alguien con mpox, póngase en contacto con el personal sanitario para que le aconseje, le haga pruebas y le preste atención médica. Si es posible, autoaíslese y evite el contacto estrecho con otras personas. Lávese las manos con regularidad y tome las medidas indicadas anteriormente para proteger a los demás de la infección. Su trabajador sanitario le tomará una muestra para analizarla y así poder recibir la atención adecuada. 

Los síntomas de la mpox suelen resolverse por sí solos sin necesidad de tratamiento. Es importante cuidar la erupción dejando que se seque si es posible o cubriendo con un apósito húmedo para proteger la zona si es necesario. Evite tocar cualquier llaga en la boca o los ojos. Pueden utilizarse enjuagues bucales y gotas para los ojos siempre que se eviten los productos que contengan cortisona. La inmunoglobulina vacunal (VIG) puede recomendarse para los casos graves. Un antiviral que se desarrolló para tratar la viruela (tecovirimat, comercializado como TPOXX) también fue aprobado para el tratamiento de la mpox en enero de 2022. 

Desde 1970 se han registrado casos de mpox en 11 países africanos: Benín, Camerún, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Gabón, Costa de Marfil, Liberia, Nigeria, República del Congo, Sierra Leona y Sudán del Sur.  
 
Ocasionalmente se producen casos en países no endémicos. Normalmente se notifican en personas que han viajado a países endémicos. Un brote fue causado por el contacto con animales que habían sido infectados por otros pequeños mamíferos importados. 

En mayo de 2022, se comenzaron a identificar múltiples casos de mpox en varios países no endémicos, incluyendo en la Región de las Américas. Este brote es el responsable de los casos reportados en las Américas hasta esta última actualización de agosto de 2024.

En julio de 2022, el Director General de la OMS determinó que el brote de viruela símica constituía una emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII) y en mayo de 2023 comunicó que el brote dejó de ser una emergencia, dado el descenso sostenido del número de casos. 

En agosto de 2024, el recrudecimiento de la mpox en la República Democrática del Congo y en un número cada vez mayor de países, sumado a la aparición y rápida propagación de una nueva cepa del virus, denominada Ib, en el este de la RD Congo, llevaron al Director General de la OMS a declarar una nueva ESPII. 

La mpox puede transmitirse de una persona a otra a través del contacto físico estrecho, incluido el contacto sexual. Actualmente se desconoce si la mpox puede propagarse por vías de transmisión sexual (por ejemplo, a través del semen o los flujos vaginales), pero el contacto directo piel con piel con las lesiones durante las actividades sexuales puede propagar el virus. 

Las erupciones de mpox se encuentran a veces en los genitales y en la boca, lo que probablemente contribuya a la transmisión durante el contacto sexual. Por lo tanto, el contacto boca-piel podría causar la transmisión cuando hay lesiones en la piel o en la boca. 

Las erupciones de mpox pueden parecerse a las de algunas enfermedades de transmisión sexual, como el herpes y la sífilis. Esto puede explicar por qué varios de los casos del brote actual se han identificado entre hombres que buscan atención en clínicas de salud sexual. 

El riesgo de infectarse con la mpox no se limita a las personas sexualmente activas o a los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres. Cualquier persona que tenga un contacto físico estrecho con alguien con el virus está en riesgo. Cualquier persona que presente síntomas que puedan ser de viruela símica debe acudir inmediatamente a un trabajador sanitario. 

La mpox se transmite de persona a persona a través del contacto físico estrecho. El riesgo de mpox no se limita a las personas sexualmente activas o a los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres. Cualquier persona que tenga un contacto físico estrecho con alguien con el virus está expuesta. Cualquier persona que presente síntomas que puedan ser de mpox debe acudir inmediatamente a un profesional sanitario. Esto incluye a las personas que tienen conexiones con las comunidades donde se han notificado casos. 

Varios de los casos que se han notificado en países no endémicos se han identificado en hombres que tienen relaciones sexuales con hombres. Estos casos se identificaron en clínicas de salud sexual. La razón por la que actualmente estamos escuchando más informes de casos de mpox en comunidades de hombres que tienen relaciones sexuales con hombres puede ser debido al comportamiento positivo de búsqueda de salud en este grupo demográfico. Las erupciones de mpox pueden parecerse a las de algunas enfermedades de transmisión sexual, como el herpes y la sífilis, lo que puede explicar por qué estos casos se están detectando en las clínicas de salud sexual. Es probable que, a medida que sepamos más, podamos identificar casos en la comunidad en general. 

Hemos visto mensajes que estigmatizan a ciertos grupos de personas en torno a este brote de mpox. Queremos dejar muy claro que esto no es correcto. En primer lugar, cualquier persona que tenga un contacto físico cercano de cualquier tipo con alguien que tenga mpox está expuesta, independientemente de quién sea, de lo que haga, de con quién decida tener relaciones sexuales o de cualquier otro factor. En segundo lugar, estigmatizar a las personas por una enfermedad es inaceptable. El estigma sólo puede empeorar las cosas e impedir que acabemos con este brote tan rápido como podamos. Tenemos que unirnos para apoyar a cualquier persona que haya sido infectada o que esté ayudando a cuidar a personas enfermas. Sabemos cómo detener esta enfermedad y cómo podemos protegernos a nosotros mismos y a los demás. El estigma y la discriminación nunca están bien, y no lo están en relación con este brote. Estamos todos juntos en esto. 

La enfermedad se llama viruela símica porque se identificó por primera vez en colonias de monos mantenidas para la investigación en 1958. No se detectó en humanos hasta 1970.  

Tras una serie de consultas con expertos mundiales, la OMS decidió utilizar preferentemente el término “mpox” para referirse a esta enfermedad. En este enlace (en inglés) se explican más detalladamente las razones de esta decisión. 

Hay dos grandes clados del virus que causa la mpox: el clado I y el clado II. Este último ocasionó el brote mundial que comenzó en 2022.

Se sabe que el clado I provoca cuadros más graves y más fallecimientos que el clado II en los lugares donde es endémico. Sin embargo, las diferencias entre los brotes anteriores —por ejemplo, en cuanto a los grupos de población afectados— no permiten sacar conclusiones definitivas.

Los consejos de salud pública de la OMS permiten prevenir y tratar la mpox causada por cualquiera de los dos clados.

En 2023 se notificó por primera vez en la República Democrática del Congo un nuevo tipo de virus del clado I, denominado clado Ib, que se ha estado propagando por contacto sexual y por otros tipos de contacto estrecho. Se están realizando estudios para conocer las características de esta nueva cepa. 

Más de 120 países han notificado casos de mpox entre enero de 2022 y agosto de 2024, con más de 100.000 casos confirmados por laboratorio y más de 220 fallecimientos entre los casos confirmados. 

En la región de las Américas, los brotes de mpox hasta agosto de 2024 han afectado principalmente a hombres (94%), con la transmisión predominantemente sexual entre gais, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres. Esta infección se puede presentar también en poblaciones con redes sexuales extensas como personas trabajadoras sexuales.

 

El Director General de la OMS ha emitido recomendaciones temporales a los países, tras la declaración de la ESPII. https://www.who.int/es/news/item/19-08-2024-first-meeting-of-the-international-health-regulations-(2005)-emergency-committee-regarding-the-upsurge-of-mpox-2024

Incluyen recomendaciones sobre:

- Coordinación de emergencias

- Vigilancia de la enfermedad y capacidad de diagnóstico de laboratorio

- Atención clínica a los pacientes de mpox o viruela símica

- Viajes y comercio internacionales

- Vacunación

- Comunicación de riesgos y participación de la comunidad

- Financiación e integración de la mpox en los programas de salud existentes

- Vacíos en la investigación

- Presentación de informes a la OMS

Estas recomendaciones temporales se emiten para los Estados Miembros que están experimentando un recrudecimiento de la mpox, incluidos, entre otros, la República Democrática del Congo y Burundi, Kenya, Rwanda y Uganda.

Además, las actuales recomendaciones permanentes para la mpox se aplican a todos los países, y se han prorrogado hasta el 20 de agosto de 2025.

Preguntas y respuestas sobre las vacunas contra la mpox

Las vacunas producidas para la viruela pueden proteger contra la mpox. Estas vacunas incluyen a) Dryvax, una vacuna autorizada en la década de 1930 por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA); b) ACAM2000, autorizada en 2007; y c) una vacuna más reciente que se desarrolló para la viruela (MVA-BN, también conocida como Imvanex, Imvamune o Jynneos) aprobada por las autoridades reguladoras nacionales de la Unión Europea, Canadá y Estados Unidos para prevenir la viruela y la mpox.

Desde que se erradicó la viruela en 1980, la mayoría de estas vacunas no están ampliamente disponibles y no se sabe con certeza cuándo estarán a disposición del público. En algunos países, las vacunas pueden estar disponibles en cantidades limitadas y para su uso de acuerdo con las directrices nacionales.

Algunos estudios han demostrado que las personas que han sido vacunadas contra la viruela podrían tener cierta protección contra la mpox. Estas personas pueden necesitar una única dosis de refuerzo. 

En la situación epidemiológica actual de los brotes de mpox fuera de los países endémicos, la OPS y la OMS recomiendan que sólo se ofrezca la vacunación a los contactos cercanos de un caso de mpox.

La OPS y la OMS no recomiendan la vacunación masiva. Independientemente del suministro de vacunas, la vacunación masiva de la población no es necesaria ni recomendable para la mpox.  Hay que hacer todo lo posible para controlar la propagación de la mpox de persona a persona mediante la detección y el diagnóstico tempranos de los casos, el aislamiento y el rastreo de los contactos.

Un contacto cercano es una persona que ha estado expuesta a alguien que es un caso confirmado o probable de mpox, desde el momento en que aparecieron los síntomas hasta que se han caído todas las costras, en las siguientes circunstancias

  • Exposición cara a cara (incluido el personal sanitario sin el equipo de protección individual [EPI] adecuado).
  • Contacto físico directo (incluido el personal sanitario sin el EPI adecuado), incluido el contacto sexual.
  • Contacto con materiales contaminados, como ropa o ropa de cama (incluido el personal sanitario sin el EPI adecuado).

Las vacunas contra la mpox proporcionan un nivel de protección tanto contra la infección como contra la enfermedad grave. Los resultados de los estudios sobre la eficacia de estas vacunas muestran que ofrecen una buena protección contra la mpox tras la vacunación. Otros estudios sobre el uso de vacunas contra la mpox proporcionarán información adicional sobre su eficacia en diferentes contextos. 

Después de recibir la vacuna, es importante seguir tomando precauciones para evitar la infección y la propagación de la enfermedad. Esto se debe a que el desarrollo de la inmunidad puede tardar varias semanas y algunas personas pueden no responder adecuadamente a la vacunación. Para aquellos que contraen la mpox después de la vacunación, la vacuna sigue ofreciendo protección contra la enfermedad grave y la hospitalización.

Todas las vacunas disponibles contra la mpox pueden generar efectos adversos. Cuando se ofrezca la vacunación a un contacto cercano de un caso confirmado, es importante informar a la persona de los posibles efectos secundarios de la vacunación y ofrecer medidas alternativas de control de la infección, si es posible, para garantizar que las decisiones de inmunización se tomen teniendo en cuenta los riesgos y los beneficios.

A través de su Fondo Rotatorio para el Acceso a las Vacunas, la OPS negoció en 2022 con el fabricante de la vacuna de tercera generación y 13 países de la región pudieron acceder a dosis de esta vacuna desde entonces. A partir de la nueva emergencia de salud pública de importancia internacional declarada en agosto de 2024, la OPS se acogerá a las recomendaciones técnicas y al suministro global en caso de que se recomiende explorar la adquisición de más dosis para la región. 

Aunque las vacunas son una herramienta importante, no son la única. Una mayor vigilancia de la enfermedad y la participación de la comunidad son fundamentales para detener la mpox. Actualmente no se recomienda la vacunación masiva. 

No. No hay pruebas de una relación causal entre las vacunas COVID-19 y la reciente propagación de la viruela símica o mpox en Europa y América. La mpox ha estado circulando en África central y occidental desde su primera detección en animales en 1958 en la República Democrática del Congo, mucho antes de que se descubriera el virus COVID-19 y se desarrollaran las vacunas.

Más información