Alrededor del 44% de las muertes en las Américas son causadas por enfermedades relacionadas con dietas poco saludables
Washington DC, Diciembre 9, 2020 (OPS) - Las advertencias nutricionales en el frente de los envases de los alimentos que advierten del contenido excesivo en grasas, azúcares y sal son la mejor manera de ayudar a las personas a evitar compras no saludables, según un nuevo informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
La OPS examinó seis categorías diferentes de sistemas de etiquetado de alimentos en la parte frontal de los envases para determinar cuáles funcionan mejor para ayudar a los consumidores a identificar correcta, rápida y fácilmente los productos que tienen un exceso de nutrientes asociados con las tres principales causas de muerte en las Américas: el sobrepeso/obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
Las etiquetas de advertencia en el frente del envase funcionan mejor que otros tipos de etiquetado nutricional, como las de alimentos saludables, según el informe El etiquetado frontal como instrumento de política para prevenir enfermedades no transmisibles en la Región de las Américas.
"Las tasas de sobrepeso y obesidad han explotado en las Américas", dijo la Directora de la OPS, Carissa F. Etienne. "Las etiquetas de advertencia en el frente de los envases pueden servir de guía para tomar decisiones más saludables, salvar vidas, mejorar la calidad de vida en la Región y proteger nuestros derechos humanos y los de nuestros niños", remarcó. “Esta es una situación urgente de salud pública y simplemente no podemos esperar".
Alrededor del 44% de las muertes en las Américas – o cerca de 3,1 millones- son causadas por la hipertensión arterial, la hiperglucemia en ayunas, y la obesidad y el sobrepeso. La mala alimentación se debe en gran medida a la amplia disponibilidad y comercialización de alimentos y bebidas procesados y ultraprocesados que tienen un contenido excesivo de azúcares, grasas y sodio.
"Las advertencias en el frente de la etiqueta protegen los derechos de los consumidores a disponer de información veraz, extensa, sencilla y fácil de entender sobre lo que son los productos y lo que contienen", dijo Ernesto Acevedo, Subsecretario de Industria, Comercio y Competitividad de México. Según Acevedo, México adoptó el etiquetado debido a la epidemia de obesidad que ha afectado a la salud, la economía y la desigualdad social y económica.
A principios de este año, México implementó las etiquetas negras octogonales de advertencia que siguen las recomendaciones de las mejores prácticas de la OPS, incluyendo el perfil de nutrientes de la OPS, una herramienta para clasificar los productos de alimentos y bebidas que contienen excesivos niveles de azúcares libres, sal, grasas totales, grasas saturadas y ácidos grasos trans. Posteriormente, el país fue reconocido por el Equipo de Tareas Interinstitucional de las Naciones Unidas sobre la Prevención y el Control de las Enfermedades no Transmisibles (UNIATAF).
En años anteriores, Chile, Perú y Uruguay adoptaron las advertencias frontales, y Brasil ha dado un paso en esa dirección. En Canadá y Colombia se han propuesto advertencias de uso obligatorio.
El Caribe está en las etapas finales de la adopción de advertencias como parte de las normas regionales, mientras que la Argentina está en proceso de adoptar una legislación amplia y sólida, que exige que los productos lleven etiquetas de advertencia, impide que esos productos se anuncien y los prohíbe en las escuelas.
En la reglamentación mexicana y en las que se están debatiendo en la Argentina y el Caribe, se están utilizando los criterios del perfil de nutrientes de la OPS para determinar qué productos deben llevar una advertencia. Esto permite que las decisiones de compra de los consumidores se ajusten a las recomendaciones de la OMS.
"La mayoría de las poblaciones en nuestra Región y en el mundo todavía no tienen acceso a información simple sobre si un producto es excesivo en azúcares, sodio, grasas saturadas, grasas trans o grasas totales", señaló Anselm Hennis, Director del Departamento de Enfermedades No Transmisibles y Salud Mental de la OPS. "La solución es una etiqueta de advertencia clara, rápida y fácil en el frente del paquete que proporcione información comprensible", afirmó.
El doctor Hennis añadió que ese etiquetado es aún más importante ahora, ya que las condiciones subyacentes vinculadas a una mala alimentación pueden conducir a complicaciones por la COVID-19 que pongan en peligro la vida.
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