Los trastornos mentales, como la depresión, la ansiedad y los trastornos por uso de sustancias, imponen una enorme carga global de enfermedad que conduce a la mortalidad prematura y afecta el funcionamiento y la calidad de vida. Si no se tratan, los trastornos mentales pueden dar lugar a una peor adherencia al tratamiento y a peores resultados en las enfermedades concurrentes más frecuentes, como la tuberculosis, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. Sigue todavía existiendo un desbalance entre las enfermedades físicas y las mentales. La mala salud mental también impacta en el desarrollo económico a través de la pérdida de oportunidades para la producción y el consumo, tanto a nivel individual como social.
Autores: Arthur Kleinman, Georgia Lockwood Estrin, Shamaila Usmani, Dan Chisholm, Patricio V Marquez, Tim G Evans, Shekhar Saxena. Texto completo (solo en inglés)