Ginebra, julio de 2009 (OPS/OMS).- Los lactantes infectados por el VIH a los que se administra la vacuna BCG (bacilo de Calmette-Guérin) corren el riesgo de contraer una forma mortífera de tuberculosis en lugar de verse protegidos frente a ella, según una investigación publicada en el Boletín de la Organización Mundial de la Salud (OMS), revista internacional dedicada a la salud pública.
Aunque la BCG se administra aproximadamente a un 75 por ciento de los niños nacidos en todo el mundo, un estudio realizado en Sudáfrica ha revelado que, en los lactantes infectados por el VIH, los daños causados pueden ser superiores a sus beneficios. El estudio recomienda retrasar la vacunación hasta haber determinado la serología del virus del lactante.
"Es necesario sopesar urgentemente los riesgos y los beneficios de esta vacuna en los entornos con alta carga de ambas, infección por VIH y tuberculosis", señaló uno de los autores del trabajo, el Profesor Simon Schaaf, del Centro Desmond Tutu de Tuberculosis de la Universidad de Stellenbosch en Sudáfrica.
El Boletín de la Organización Mundial de la Salud es una de las principales revistas de salud pública del mundo. Es la publicación más importante de la Organización, y dedica especial atención a los países en desarrollo. Los artículos de investigación son sometidos a revisión interpares y son independientes de las recomendaciones y directrices de la OMS.