En el Día Mundial de la Salud, se hizo un llamamiento a formar parte "del movimiento mundial para que las ciudades sean más saludables"
Washington, D.C., 7 de abril del 2010 (OPS). Por primera vez en la historia mundial, más de la mitad de la población del mundo vive en ciudades y se prevé que esa proporción aumentará a 70% en el año 2050. Afrontar los retos de salud únicos generados por este grado de urbanización es fundamental para garantizar la salud y el bienestar futuros de la mayoría de las personas del mundo, dijeron hoy los expertos en la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
"La mayoría de las personas se muda a las ciudades para mejorar su calidad de vida", dijo la doctora Mirta Roses, Directora de la OPS. "No obstante, la urbanización —en especial si ocurre en forma rápida e inesperada— puede tener efectos negativos sobre la salud y el bienestar humanos. El crecimiento acelerado de la población genera presiones en los servicios básicos y hace que los gobiernos tengan dificultades para satisfacer las necesidades de la población. Los barrios pobres y los barrios marginales urbanos aumentan la exposición de la gente a los riesgos ambientales, sociales y de seguridad. El aumento del tránsito genera riesgos para los conductores, los pasajeros y los peatones por igual. Además, la vida urbana moderna aumenta la susceptibilidad de las personas a las enfermedades crónicas como las cardiopatías y la diabetes, debido a que se vuelven más sedentarias y consumen más alimentos procesados, ricos en calorías y menos frutas y verduras frescas."
"Como suele ocurrir, todos estos problemas tienen un efecto mayor en los pobres, quienes están expuestos a mayores riesgos, desde la violencia y los traumatismos hasta las enfermedades transmisibles como la tuberculosis y la infección por el VIH/sida", dijo la doctora Roses.
Estos comentarios se hicieron durante un debate de tipo panel en ocasión del Día Mundial de la Salud 2010, cuyo tema es el urbanismo y la salud. La doctora Roses exhortó a la población de todo el mundo a "unirse al movimiento mundial para que las ciudades sean más sanas".
Los expertos que integraron el panel observaron que los retos para la salud planteados por la urbanización, en ningún lugar son tan urgentes como en América Latina y el Caribe, la región más urbanizada del mundo, ya que tres de cada cuatro personas viven en zonas urbanas.
La tendencia ya ha tenido un efecto profundo sobre la salud en la región. Las enfermedades crónicas como las cardiopatías, la diabetes y los accidentes cerebrovasculares han sustituido a las enfermedades infecciosas como causas principales de enfermedad y muerte en casi todos los países del continente. Las muertes y los traumatismos debidos a la violencia y los accidentes de tránsito han aumentado enormemente. Y tal como quedó demostrado por el terremoto reciente en Haití, las personas que viven en zonas urbanas densamente pobladas, donde las construcciones no son resistentes, están expuestas a riesgos aun mayores si ocurre un desastre natural.
Al mismo tiempo, las ciudades —con sus abundantes recursos humanos, sociales, económicos e institucionales— brindan amplias oportunidades para resolver esos problemas "mediante iniciativas que movilicen estos recursos de manera estratégica", dijo la doctora Roses.
Muchas de esas iniciativas ya están en marcha en toda América. Entre ellas se encuentran:
- Las iniciativas de "entornos saludables", según las cuales los municipios, las comunidades, las escuelas y los lugares de trabajo se esfuerzan por mejorar su ambiente y promover la salud entre sus residentes o miembros.
- La planificación urbana, que incluye disposiciones para crear espacios públicos limpios, servicios básicos de agua y saneamiento, transporte público y gestión del tránsito eficientes, vías seguras para caminar y para el ciclismo, y lugares de reunión seguros.
- Las leyes y políticas municipales encaminadas a reducir el consumo de tabaco, alcohol y otras drogas, a promover el aumento de la actividad física y a ayudar a que "la opción saludable sea la más fácil".
- Las políticas públicas encaminadas a reducir la contaminación del agua y del aire, así como la contaminación sonora, lo que comprende las emisiones de los gases que producen el efecto invernadero y la exposición a sustancias químicas.
En un mensaje grabado en video, el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, citó los logros de su propia ciudad para mejorar la salubridad urbana mediante políticas públicas que prohíben fumar en los lugares públicos (incluidos los restaurantes y bares), eliminan las grasas trans y exigen que el contenido de calorías y grasas figure en los menús de los restaurantes de comida rápida, promueven alimentos con bajo contenido de sal, reducen la violencia y la criminalidad, amplían los parques y los programas recreativos, además de hacer las calles más seguras para los automóviles, las bicicletas y los peatones.
"En la ciudad de Nueva York, hemos demostrado que es posible adoptar medidas para mejorar significativamente la salud de los ciudadanos, al tiempo que las ciudades siguen creciendo sin cesar", dijo Bloomberg. "De hecho, hoy en día los neoyorquinos están viviendo más que nunca, incluso más que el estadounidense promedio, por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial."
"Cuando examinamos la Región de las Américas, vemos el futuro", dijo Nils Daulaire, Director de la Oficina de Asuntos Mundiales de Salud, del Departamento de Salud y Servicios Sociales de los Estados Unidos. "Vemos modelos y experiencias viables que pueden servir para el resto del mundo."
El doctor David Vlahov, Director del Centro de Estudios Epidemiológicos Urbanos de la Academia de Medicina de Nueva York, señaló que muchas de las políticas y medidas encaminadas a mejorar el medio urbano y la salud están interrelacionadas y también pueden afectar al ambiente mundial. Por ejemplo, el mejoramiento de los sistemas de transporte urbano puede ayudar a reducir la contaminación del aire y promover la actividad física, a la vez que puede reducir las emisiones de gases que producen el efecto invernadero. Esto es particularmente importante dado que las ciudades emiten cerca de 80% del dióxido de carbono presente en la atmósfera.
Marilyn Rice, Asesora Principal de la OPS en materia de Promoción de la Salud, dijo que si se cuenta con buenas políticas públicas, la creación de ciudades saludables puede lograrse. "Las ciudades disponen de los recursos, es cuestión de aprovechar esos recursos y lograr la participación de las personas de todos los sectores de la sociedad".
Otros aspectos destacados de la celebración del Día Mundial de la Salud 2010 en la OPS fueron:
- Un reconocimiento especial de la OPS para el equipo de búsqueda y rescate "Virginia Task Force One" y para el Jefe de Bomberos del Condado de Fairfax, Ronald Mastin, por los esfuerzos humanitarios y de recuperación realizados por su equipo luego del terremoto del 12 de enero en Haití.
- El lanzamiento oficial en el continente americano de la nueva campaña "Un millón de escuelas y hospitales seguros", anunciado por Ricardo Mena, Jefe de la Oficina Regional para las Américas de la Estrategia Internacional para la Reducción de los Desastres de las Naciones Unidas (UNISDR).
- El lanzamiento de la versión en español producida por la OPS, del libro Salud Ambiental: de lo global a lo local, editado y presentado por Howard Frumkin, Asistente Especial del Director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC).
Para más información sobre el Día Mundial de la Salud 2010 y los eventos afines, visite:
- Día Mundial de la Salud 2010, sitio web de la OPS
- Día Mundial de la Salud 2010, sitio web de la OMS
- Campaña "Mil ciudades, mil vidas"
- "Mejores ciudades, una mejor vida", Exposición Mundial, Shanghai, del 1 de mayo al 31 de octubre, 2010
- Conferencia internacional sobre salubridad urbana, del 27 al 29 de octubre, Nueva York
- Foro Mundial de la OMS sobre Salubridad Urbana, del 15 al 17 noviembre, Kobe (Japón)