El encuentro desarrollado el 10 de diciembre fue el último conversatorio realizado durante este año por la Comunidad de Prácticas en APS y reunió las experiencias de autocuidado de tres equipos de salud de las regiones Metropolitana y Bio Bio.
Santiage de Chile, 31 de diciembre de 2020 (OPS/OMS) - Al inicio de este encuentro virtual, la Dra. Patricia Pérez, docente del Programa de Salud de Medicina Familiar de la Universidad de Concepción, fue quién realizó a nombre de la Comunidad de Prácticas APS la bienvenida a este 4to encuentro desarrollado en contexto COVID-19.
La académica comenzó resaltando la importancia de estos encuentros en tiempos de pandemia, sobre todo por los efectos en salud mental que ha tenido no solo en la comunidad que recibe atención, sino que también en los equipos de salud.
“Los equipos de salud han sido clave en el enfrentamiento de esta pandemia y eso mismo ha significado un amplio desgaste y agobio en los equipos de salud sobre todo ya a estas alturas del año. Dicen por ahí que este año no ha sido una carrera de velocidad sino más bien ha sido una maratón de resistencia que requiere mantención, equipamiento, motivación, autocuidado, apoyo, descanso y en ese sentido han surgido varias recomendaciones a nivel local, a nivel nacional, a nivel internacional de cómo cuidar nuestra salud mental, la de nuestros compañeros y compañeras de trabajo”, dijo la Dra. Patricia Pérez.
La primera ponencia estuvo cargo de Claudia Bravo, psicóloga del equipo de salud mental del CESFAM Alberto Reyes de la comuna de Tome; quien junto a la trabajadora social, Carla Villarroel, expusieron la experiencia en los Centros Comunitarios de Salud Familiar (CECOSF) de la comuna.
“Unidos para cuidarnos y cuidarte” se denominó la intervención desarrollada por el equipo de salud mental con el personal, que tuvo preguntas y encuesta a los/as trabajadores/as para evaluar la salud mental, factores de riesgo y factores protectores de los funcionarios con el fin de poder implementar estrategias de afrontamiento. Intervención que se dividió en dos grandes áreas.
Una intervención preventiva motivacional y una intervención con quienes presentaban sintomatología
“A modo de contexto hay un ambiente que se genera de mucho antes de la pandemia quizás fue ir asociado al tema de estallido social, un ambiente laboral que fue generando cierto desgaste de los funcionarios y que incluso nos llegó a caracterizar como una organización de alto riesgo y luego se suma esto la pandemia, lo que en definitivo vino a marcar a un más el desgaste que estábamos viviendo como funcionarios”, señaló Claudia Bravo.
Sabíamos que al estar en una primera línea nos íbamos a ver afectados con un desgaste emocional, con un desgaste físico, y que teníamos que hacer algo al respecto. Quizás lo que no sabíamos era todo lo que se nos venía para adelante, pero aun así hicimos un plan de trabajo que nosotros los enfocamos en nuestro CESFAM y en ambos CECOSF”, agregó la psicóloga.
La intervención preventiva motivacional tuvo el objetivo de poder generar instantes de intervención, donde el funcionario se desconectara del desgaste de las presiones del día a día, enfocado en fomentar la unión de los equipos y la intervención con quienes presentaban sintomatología, en poder dar una primera respuesta a aquellos funcionarios que estaban afectados emocionalmente por lo que estaba pasando y fue así como se realizaron los talleres presenciales que permitieron fomentar la expresión emocional, el autocuidado y la relajación de los funcionarios, explicaron las profesionales.
Los talleres presenciales se desarrollaron diferentes actividades, entre las que destacan aroma terapia, flores de Bach, sesiones de hipnosis clínica y también se aplicaron técnicas de relajación y de respiración.
“Todas estas actividades contribuyeron al bienestar emocional, físico y psicológico de nuestros funcionarios y la base de estos talleres fue que se realizó un conversatorio. Estos conversatorios permitieron fomentar la expresión emocional donde los mismos funcionarios expresaron sus propias vivencias y como estaban viviendo este proceso, por lo tanto, se generó una red que fue muy enriquecedora entre ellos”, destacó Claudia Bravo.
Carolina Rain, psicóloga de la red Áncora de la Universidad Católica de la Región Metropolitana, presentó la segunda experiencia, “Estrategia de apoyo a los equipos de salud de los CESFAM en el contexto de Covid-19”, trabajo desarrollada en los tres centros Ancoras ubicados en el sector suroriente de Santiago. Uno en la comuna de La Pintana que es el CESFAM Juan Pablo II y el CESFAM Madre Teresa de Calcuta y el San Alberto Hurtado de la comuna de Puente Alto.
“Esta experiencia surge a solicitud de las direcciones de los centros, donde empezaron a observar que los funcionarios estaban, así como la Mafalda, como que me quiero bajar de este mundo, esta cuestión está avanzando demasiado rápido y las principales emociones y sensaciones que andaban dando vuelta en el ambiente tenía mucho que ver con el miedo, con la incertidumbre, con el necesitar un poco el poder lidiar mejor con todo esto que estaba ocurriendo”, contó Carolina Rain.
Y fue a partir de esta necesidad que surgió la posibilidad de contar con un espacio de acompañamiento para el cuidado y la contención de los equipos de los tres centros Áncora, con el fin de poder afrontar la pandemia por parte de los equipos de salud.
En la oportunidad, Victoria Cuadra directora del centro Juan Pablo II destacó la experiencia de las intervenciones y señaló que “…como equipo estamos muy contentos después de la intervención realizada en el trabajo. Fue una instancia que pudimos ser acompañados y ser sostenidos en un momento de alta tensión, de alta exigencia y que nos permitió poder vivir el momento presente, el poder incorporar nuevas estrategias para ser frente a lo que estamos viviendo como país, como comuna, como equipo en el que pudimos sacar grandes aprendizajes relacionadas al trabajo colaborativo, grandes aprendizajes del poder incorporar estrategias de cuidado desde el individual a lo grupal”, agregó.
La tercera presentación fue de la enfermera Melisa González del CESFAM La Pintana, quien presentó “Cuidado de funcionarios en tiempos de pandemia”, donde abordó las buenas prácticas respecto del cuidado de los funcionarios/as realizaron desde el inicio de pandemia.
Cuatro iniciativas que consistieron en la implementación de turnos de dos semanas de teletrabajo y dos semanas presencial donde además se incluyó la toma de test rápido para detectarla presencia de Covid-19; llamadas de seguimiento clínico y evaluación integral a funcionarios y funcionaras; salud intercultural que tuvo como fin colaborar en el estado de salud integral sobre todo espiritual, con entrega de termos de hierbas medicinales ancestrales en todos los centros de Salud; y una cuarta iniciativa en colaboración con la Universidad del Desarrollo que consistió en la investigación de seroprevalencia de SARS Cov-2 y factores asociados en trabajadores de salud expuestos a pacientes con Covid-19.
Dentro de los aprendizajes de estas experiencias que destacó la enfermera Melissa González fue el fortalecimiento del vínculo entre empleador y trabajador generando un ambiente de confianza y seguridad evidenciando mayor compañerismo y empatía; y el reconocimiento, acompañamiento y contención que contribuyeron a restablecer finalmente el equilibrio físico y emocional de los funcionarios de salud que presentan una alta carga de trabajo todavía y que probablemente aún más con la situación actual de la pandemia.
Al finalizar, el asesor en Sistemas y Servicios de Salud de OPS/OMS en Chile, Dr. Mario Cruz agradeció la participación en este y en los anteriores encuentros y destaco el valor de los equipos de Atención Primaria.
El Dr. Cruz realizó un enérgico llamado a “seguir cuidándonos porque estamos otra vez entrando en una situación complicada y es importante cuidarnos para poder cuidar a los otros. Con la Covid-19 vienen aparejados muchos otros problemas relacionados con la salud, el retraso en la atención a otros problemas de salud con la posibilidad que se presenten complicaciones de asistencia incluidas las enfermedades laborales, el mayor riego de las personas que viven con padecimiento crónicos y los adultos mayores. La mayor exposición a riesgo cardiovasculares, como el sedentarismo, la obesidad, el consumo excesivo de alcohol, el incremento de la sintomatología y problema de salud mental, el aumento de trastornos musculo esqueleto relacionada con la ergonomía, el aumento de las licencias o incapacidades médicas, los requerimientos de rehabilitación de los pacientes que han sufrido la enfermedad y las condiciones post Covid-19 que están apareciendo en algunos pacientes”, explico el facultativo.
El asesor internacional agregó además, el reto que tienen los equipos y programas de salud para reducir el impacto negativo que la pandemia tendrá en la salud de los trabajadores. “Si bien ha pasado casi un año del inicio de este fenómeno podemos sentirnos cansados y agobiados y estar experimentando lo que se ha denominado” fatiga pandémica”. Esta es una respuesta natural y esperada dado la crisis de salud pública, no solo por la dualidad y escala que ha tenido la pandemia, sino porque ha requerido implementación de medidas pasivas que han tenido un impacto sin precedentes en la vida diaria de todas las personas incluyendo aquellas que no han sido aún afectadas directamente por el virus, pero la verdad de las cosas es que no podemos darnos el lujo de desistir ahora. Requerimos estrategias para mantener y regularizar el apoyo público, mantener y regularizar también la energía de nuestros equipos de APS. Hacer que las medidas sigan siendo informadas por la salud pública, pero también tengan consideraciones sociales, culturales y económicas y que aseguren que nadie se quede atrás”, sentenció el Dr. Mario Cruz.