Cada 3 de junio se celebra el Día de la Enfermería Cubana, y no caben dudas de que la abnegación y el humanismo con el que trabajan a diario las enfermeras y los enfermeros de la isla son razones suficientes para felicitarles y reconocerles.
Sin embargo, la conmemoración tiene una connotación especial este año, pues Victoria Brú, la mártir de la enfermería nacional a cuyo natalicio se rinde homenaje con esta fecha, perdió la vida mientras cumplía con su deber en Cienfuegos durante la pandemia de influenza que afectó al mundo entre 1918 y 1919.
En Cienfuegos la epidemia de la influenza atacó con más fuerza, sobre todo en los barrios pobres, pero Victoria Brú nunca evadió sus responsabilidades por temor al contagio. Recogía a las personas enfermas en ambulancia y luego las atendía en salas que había ayudado a abrir con recursos que ella misma gestionaba.
En ese contexto, contrajo una forma leve de la enfermedad, que logró rebasar. Mas luego se produjo un alza del número de pacientes en el territorio y el director de su hospital, el Hospital Civil de Cienfuegos, le pidió un nuevo esfuerzo y ella inmediatamente se reincorporó. Su organismo, debilitado, sufrió una recaída con una forma grave de la influenzay el 7 de diciembre de 1918, a los 42 años, murió.
Hoy, 102 años después, el personal de enfermería cubano recuerda su día en circunstancias similares, y trabajando con la misma intensidad y valentía. Todos los servicios destinados a las afecciones respiratorias y a la COVID-19 en el país se han garantizado con alrededor de 20 000 enfermeras y enfermeros, que se encuentran distribuidos en hospitales, centros de aislamiento y vigilancia; mientras que en el nivel primario de atención más de 12 000 apoyan las pesquisas en consultorios, instituciones sociales, hogares maternos y policlínicos. Asimismo, se incrementó la colaboración internacional con más de 1 000 enfermeras y enfermeros que integran las Brigadas Henry Reeve.
A la par, todo el personal de enfermería que ha laborado en los servicios destinados a enfermedades respiratorias y COVID-19 se actualizó en temas de bioseguridad, y, además, se capacitaron cerca de 2 300 licenciados en temas relacionados con la Ventilación Mecánica en pacientes contagiados con el nuevo coronavirus. Los principales propósitos de estas capacitaciones son garantizar la atención a pacientes graves en el país y brindar respuesta a la colaboración internacional que pueda ser solicitada.
Para rememorar la fecha, tuvo lugar un encuentro virtual con los equipos de todas las Secciones Provinciales de Enfermería y los Representantes de los Capítulos de la Sociedad en las provincias, entre otras personas invitadas. La actividad estuvo presidida por la MsC. Anahy Velázquez, Jefa Nacional de Enfermería del Ministerio de Salud Pública, y la MSc. Idalmis Infante, Presidenta de la Sociedad Cubana de Enfermería. El Dr. Salvador Tamayo, Director de Salud en Cienfuegos, quien también estuvo presente, expresó:
“Hoy la enfermería es un ejército de vanguardia en Cuba. Es un símbolo de amor, esperanza y consagración plena, así como de alta profesionalidad y ética, que todo nuestro pueblo reconoce y admira. Esta epopeya que estamos viviendo, en el enfrentamiento a la COVID-19, ha sido una oportunidad para demostrar que la figura de Victoria Brú no se ha apagado. Ahora no habrán mártires, pero sí muchas heroínas y muchos héroes de la enfermería cubana. Ese es el regalo que le hacemos al país en el día de hoy, un ejercicio de la enfermería digno”.
Para finalizar, a propuesta de las propias personas asistentes, enfermeras y enfermeros en cada una de las provincias se pusieron de pie y dieron un gran aplauso, a la memoria de Victoria y como agradecimiento al gran sacrificio de sus colegas en Cuba y el resto del mundo.