Washington, D.C., 29 de septiembre de 2016 (OPS/OMS).- Los ministros de salud de las Américas han respaldado un conjunto de medidas dirigidas a mitigar el impacto de los desastres en la salud, a través de una mejora de la capacidad del sector de la salud de dar respuesta a estos eventos y de recuperarse rápida y eficazmente de sus repercusiones. El Plan de acción para la reducción del riesgo de desastres 2016-2021 fue adoptado por el 55.o Consejo Directivo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
"Cuando hay un desastre, los establecimientos de salud y el personal sanitario brindan una atención que salva vidas, pero ellos mismos pueden verse afectados por estos eventos adversos", afirmó Ciro Ugarte, Director del Departamento de Emergencias de Salud de la OPS. "Este nuevo plan toma como base nuestra labor con los países miembros de la OPS para reducir los riesgos en el sector de la salud y fortalecer su capacidad de garantizar el funcionamiento integral de los sistemas y servicios de salud cuando ocurre una emergencia o desastre", añadió.
El nuevo plan para reducir los riesgos de desastres en el sector de la salud está basado en la iniciativa sobre hospitales seguros de la OPS, que ya ha contribuido a que los hospitales en toda la región sean más seguros durante los desastres. El plan también amplía la nueva iniciativa de la OPS sobre hospitales "inteligentes", que tiene como propósito reducir además la huella de carbono de los hospitales y otros establecimientos de salud.
40 años de cooperación técnica en desastres
El nuevo plan se basa en parte en la larga experiencia del programa de cooperación técnica de la OPS en preparación y respuestas a desastres, que este año celebra 40 años de existencia. El director fundador de esta iniciativa de cuatro décadas, Claude de Ville de Goyet, dijo a los delegados en el Consejo Directivo, que el programa ha ayudado a los países de las Américas a construir su propia capacidad nacional para reducir el riesgo de desastres y responder a emergencias. Destacó iniciativas pioneras de la OPS como por ejemplo la de los hospitales seguros e inteligentes, el sistema de apoyo logístico/sistema de gerenciamiento de insumos humanitarios (LSS/SUMA es su sigla en inglés), y los equipos médicos de emergencia. "Muchas de estas iniciativas se han adoptado a nivel mundial", subrayó.
El nuevo plan para reducir el impacto de los desastres en los sistemas de salud se sustenta en este trabajo pasado, en particular en los campos de coordinación de la ayuda humanitaria internacional y de los equipos médicos de emergencia. Se basa, además, en el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres, aprobado por 185 países en la Tercera Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Reducción del Riesgo de Desastres del 2015, así como en las prioridades establecidas por los coordinadores regionales en caso de desastres de salud en representación de 29 países y territorios del continente americano.
Las cuatro líneas estratégicas del plan de acción son: 1) reconocer el riesgo de desastres en el sector de la salud, 2) mejorar la gobernanza de la gestión del riesgo de desastres en el sector de la salud, 3) promover hospitales seguros e inteligentes y 4) fortalecer la capacidad del sector de la salud para la preparación, la respuesta y la recuperación frente a las emergencias y los desastres.
La región de las Américas es la segunda región más afectada por los desastres después deAsia. Cerca de una cuarta parte (22,9%) de todos los desastres que ocurrieron en el mundo entre el 2006 y el 2015 tuvieron lugar en el continente americano, lo que causó 254.508 muertes y daños que ascendieron a aproximadamente US$ 43.600 millones. Los eventos más comunes estuvieron relacionados con el agua y el clima, y en este período causaron 5,6% de las muertes pero más de un 73% de los daños ocasionados por desastres.
Seguros e inteligentes
En virtud de este plan, los países se comprometen a que se incluyan en la planificación, el diseño, la construcción y la operación de los servicios y establecimientos de salud, criterios para que sean "seguros" e "inteligentes". Los criterios para que sean "seguros" buscan que los servicios y establecimientos de salud sean capaces de resistir los efectos de los desastres y mantener su funcionamiento. Los criterios para que sean "inteligentes" procuran reducir la contribución al cambio climático del sector de la salud, mediante medidas que reduzcan las huellas de carbón de los servicios y establecimientos de salud.
Para ejecutar el plan, se insta a los países a que emprendan evaluaciones formales de las vulnerabilidades del sector de la salud a los desastres; a que elaboren planes y procedimientos de respuesta y de recuperación temprana frente a las emergencias y los desastres, y a que comprueben su eficacia; a que asignen personal de tiempo completo a cargo de la función de reducir el riesgo de desastres en el sector de la salud; y a que establezcan mecanismos de coordinación en el sector de la salud como responsables de la ejecución y el seguimiento de la gestión de los riesgos de desastres para la salud.
Una evaluación del Plan de acción sobre hospitales seguros 2010-2015 de la OPS indicó que 25 países y territorios (75%) de la región tienen programas nacionales de hospitales seguros, 28 países (80%) han incluido conceptos de hospitales seguros en sus nuevos proyectos de inversión de salud y 34 países (97%) están mejorando la seguridad de los establecimientos de salud existentes a través de obras de reacondicionamiento y otras medidas para garantizar su funcionamiento ante un desastre.
Además, 32 países y cuatro territorios disponen de equipos de evaluación que emplean el índice de seguridad hospitalaria de la OPS para evaluar la vulnerabilidad de los establecimientos de salud, así como para determinar las necesidades prioritarias. En toda la región se han capacitado a más de 11.500 personas como evaluadores de la seguridad de los hospitales.
El Consejo Directivo de la OPS reúne a los ministros de Salud y a los delegados de alto nivel de los países miembros de la OPS/OMS en Washington, D.C., Estados Unidos, con el fin de debatir y analizar políticas de salud, y fijar las prioridades de los programas de cooperación técnica de la OPS, y la colaboración en salud pública a nivel regional.