Puerto Lempira, Gracias a Dios, 27 de mayo 2021 (OPS/OMS). Desde el mes de febrero, en el departamento de Gracias a Dios y mediante la conformación de un Equipo Integral de Salud, se han realizado 36 misiones integrales, incluyendo 12 brigadas de atención de salud a los tres municipios priorizados del proyecto “Respuesta en salud a la Emergencia por la Depresión Tropical Eta en Honduras”, con recursos del Fondo Central de Respuesta a Emergencias de las Naciones Unidas (CERF por sus siglas en inglés).
Dichos municipios son: Brus Laguna, Puerto Lempira y Ramón Villeda Morales. Durante las misiones de movilización se realizaron capacitaciones a los colaboradores voluntarios y al personal de salud, así como charlas educativas a la población general, entre otras actividades. El equipo integral está formado por un médico epidemiólogo, un médico general, una enfermera profesional, un psicólogo, un técnico en salud ambiental (TSA) y un agente de salud ambiental (ASA), bajo la coordinación de la Dra. Gloria Figueroa, profesional de la OPS/OMS a cargo de la Oficina Satélite de la Organización en ese departamento.
"Se identificaron las comunidades que fueron afectadas tras el paso de las tormentas tropicales Eta e Iota a fines del 2020. En Puerto Lempira fueron seis-dijo la Dra. Figueroa- para llegar a Yauhrabila y Lakatabila vía marítima hemos usado lanchas. Otras cuatro comunidades; Pranza, Sirsirtara, Mistruk y Tapamlaya se encuentran en el tramo carretero del municipio, así que nos movilizamos en camión u otro vehículo disponible". Para los municipios de Brus Laguna y Ramón Villeda Morales se priorizaron tres comunidades en cada uno de ellos. A Brus Laguna el equipo llegó por vía aérea, y luego entre comunidades nos movimos en lancha o en moto. La población de estas comunidades accede a los servicios de salud a través de los establecimientos a nivel local; exceptuando las comunidades de Mistruk y Tapamlaya en Puerto Lempira, pues son área geográfica de influencia (AGI) del establecimiento de salud de Usupum, aproximadamente a una hora de ellos.
Ante la escasez de personal de salud y tomando en cuenta las fortalezas del equipo integral de salud contratado por el proyecto, para el mes de marzo se desarrollaron las brigadas integrales, bajo su coordinación y de las autoridades de salud a nivel municipal y local. Durante estas se apoyó a la prestación de servicios de salud en los establecimientos de las diferentes localidades, se realizaron pruebas de detección de COVID-19, pruebas de embarazo, análisis de orina, entrega de medicamentos a establecimientos de salud, distribución de condones, aplicación de vacunas, operativos de limpieza, distribución de material educativo y atenciones psicológicas. Todas estas actividades fueron realizadas gracias al trabajo articulado entre el equipo integral y el personal de salud local, apoyo de las autoridades regionales y la red de colaboradores voluntarios.
En el mes de abril durante las misiones integrales se llevó a cabo la entrega de 200 kits de higiene a los pobladores de estas 12 comunidades priorizadas. Este kit estaba conformado por un contenedor de agua, dos barras de jabón y sales de rehidratación oral. Esto con el fin de prevenir enfermedades diarreicas y promover el uso de agua clorada para consumo. Además, se realizaron búsquedas activas de pacientes febriles y aplicación de pruebas rápidas para diagnóstico de malaria, en apoyo al programa pues se elevaron los casos en el departamento de Gracias a Dios, por lo que se incluyó en la estrategia de comunicación de riesgos el tema de prevención de malaria. Con las brigadas y misiones integrales se pudo brindar servicios de salud a comunidades que no cuentan con médicos o licenciadas en enfermería; además, es la primera ocasión que un psicólogo coordina y realiza intervenciones de salud mental en campo.
Cabe destacar el impacto generado con la estrategia de comunicación de riesgos, pues es la primera vez en el departamento de Gracias a Dios, que se cuenta con insumos (afiches, rotafolios, banners y trifolios) en cantidades significativas para difundir información a la población y varios de ellos traducidos al Miskitu.
Los retos para llevar salud a estas comunidades remotas fueron muchos; uno de ellos la comunicación con los equipos y la población por la falta de cobertura de telefonía móvil, así que los anuncios de la llegada de las brigadas médicos se hacía mediante radio comunitaria por la noche. Otro reto fueron las distancias, la escasez y altos costos de los medios de transporte para llegar a las comunidades. Otra limitante es el lenguaje local, ya que es necesario llevar un intérprete miskito para comunicarse adecuadamente con los pobladores. "El éxito del equipo integral fue que cuatro de ellos son originarios de la zona y hablan esa lengua, lo que nos permitió brindar los servicios de forma más cercana a su cultura", finalizó la Dra. Figueroa.