Camiri, Santa Cruz, 27 de marzo de 2023 (OPS)- Más de 60 mil beneficiarios, en particular, comunidades indígenas guaraníes y 16 establecimientos de salud, incluyendo un Hospital de 2º nivel de los gobiernos municipales autónomos de Cabezas, Camiri, Kereimba Iyambae y Charagua Iyambae del departamento de Santa Cruz han sido beneficiados a lo largo de 18 meses por el proyecto Fortalecimiento de las capacidades de respuesta al COVID-19, ejecutado conjuntamente por la Organización Panamericana de la Salud OPS, Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD y Plan Internacional PI, con financiamiento de la Dirección General de Protección Civil y Operaciones de Ayuda Humanitaria Europeas (DG ECHO).
En el Salón Municipal del Gobierno Autónomo Municipal de Camiri Lic. Lázaro Vargas se desarrolló el acto de cierre del proyecto. Estuvieron presentes el alcalde municipal de Camiri, Daviel Anzaldo; capitanes mayores de comunidades indígenas guaraníes el Capitán Kaaguasu Marcelo Tareco, Capitán Gran Kaipependi Karovaicho Edil Avendaño y la secretaria de salud de la Asamblea del Pueblo Guaraní APG, Teresa Eugenio; autoridades municipales de los gobiernos autónomos municipales como el presidente del Concejo Municipal de Cabezas, Wálter Carmona; por el Servicio Departamental de Salud de Santa Cruz, el director Julio César Koca y el responsable de cooperación externa Gerson Uzquiano; la representante de la OPS/OMS, Alma Morales Salinas, socios del proyecto a través de los representantes de PNUD, Gricel Ávila y de PI Ángel Balderas y Maria de los Ángeles Lara. También estuvieron presentes la gerencia de la red de salud Cordillera Sandra Herrera y directores de hospitales, Eddy Illanes y Fredy Segundo.
La representante de la OPS/OMS, Alma Morales Salinas destacó que este tipo de proyectos no son posibles si no hay un trabajo en equipo de diferentes niveles como el Ministerio de Salud, del gobierno Nacional; el Servicio Departamental de Salud de Santa Cruz; alcaldes de los municipios beneficiados; comunidades indígenas y aliados estratégicos técnicos como la Escuela de Salud Tekove Katu y el Convenio de Salud.
“Esto es lo que hace la Organización Panamericana de la Salud, lo que hace el Sistema de Naciones Unidas, contribuimos a los Estados y países a hacer transformaciones, verdades transformaciones, las cuales no serían posibles sin una participación real y consensuada con las personas, con las comunidades, con los representantes indígenas, en el caso de Bolivia. Si no, no pudiéramos trabajar de una forma intercultural, respetando y retomando las buenas prácticas culturales e integrándola en los abordajes tradicionales de la medicina ancestral”, resaltó Morales.
“Este proyecto es un ejemplo de un trabajo conjunto, que llega a un hito después de 18 meses. Contribuimos de esta manera a una transformación, a un valor agregado, al cambio en la salud de la población beneficiada. Yo celebro los logros y me siento privilegiada por esta aquí con ustedes. Esta es la verdadera alma de nuestro trabajo… llegar a las comunidades y poder decirles les hemos cumplido”, expresó Morales Salinas.
Por su parte, el director del SEDES, Julio César Koca, resaltó el enfoque comunitario del proyecto al manifestar que “cualquier cambio se da cuando la comunidad participa de éste. Los proyectos salen adelante”.
La OPS/OMS, el PNUD y PI presentaron los resultados del proyecto también a autoridades y capitanes de diferentes comunidades de la Atonomía Indígena Kereimba Iyambe. En la actividad los representantes y autoridades comunales expusieron sus agradecimientos por los logros obtenidos con el proyecto para el beneficio de la población del Chaco cruceño. El equipo técnico de OPS estuvo compuesto por Hugo Rivera, Fabiola Michel, Ely Linares, Percy Halkyer, Sandra Mallo y Leinilda Cahuana.
El proyecto logró fortalecer las capacidades de detección, manejo clínico y prevención de nuevos casos de COVID-19 con el fortalecimiento de los establecimientos de salud locales y comunidades indígenas guaraníes de los municipios priorizados. Se vio fortalecida la vigilancia epidemiológica, investigación y rastreo de contactos del COVID-19, así como la ampliación de la capacidad de atención clínica de COVID-19 de los centros de salud locales en áreas con riesgo de nuevos brotes de COVID-19.
El proyecto facilitó insumos para reforzar las medidas de prevención y control de infecciones (PCI) y la protección de los trabajadores sanitarios y los pacientes en los entornos sanitarios; y entregó equipamiento para los establecimientos de salud locales para mejorar la capacidad para detectar y atender pacientes con COVID-19 con la instalación de sala de situación para la vigilancia.
Las comunidades fueron involucradas, sensibilizarlas y capacitarlas en vigilancia comunitaria y prevención de COVID-19. La participación comunitaria logró aumentar la conciencia y el conocimiento sobre los riesgos de transmisión de COVID-19 y la detección de señales de alarma. Así como se logró el fortalecimiento de los protocolos de respuesta operativa al COVID-19 de los comités de operaciones de emergencia municipales e indígenas
Asimismo, se mejoraron las infraestructuras con obras de mejoramiento o rehabilitación de sistemas de agua y saneamiento básico en los establecimientos de salud y las comunidades indígenas para limitar el riesgo de transmisión del COVID-19. En la actualidad las personas en el Chaco cruceño los establecimientos de salud priorizados han mejorado su acceso a agua potable suficiente y segura para uso doméstico y se sensibilizó a las personas sobre el acceso regular a jabón para satisfacer sus necesidades higiénicas. Se logró la distribución de kits de higiene y manejo de la higiene menstrual (MHM) a las familias más vulnerables. Y se hace monitoreo de la calidad del agua de forma regular y ser logró la distribución de filtros de vela cerámica.
La delegación de cooperantes que entregó los resultados del proyecto Chaco Salud a los beneficiarios finalizó con la visita a su socio estratégico del proyecto y en el Chaco la Escuela de Salud Tekove Katu, un modelo educativo para comunarios de pueblos indígenas de Bolivia.
La Escuela de Salud Tekove Katu, o “Vida Plena” en guaraní, nace hace cuatro décadas en el Chaco boliviano con una labor pionera y tesonera a favor de poblaciones indígenas. Su misión se centra en responder a las necesidades de salud de sus comunidades, a través de la formación de jóvenes indígenas de la región, la implementación de servicios de salud conforme a su cultura y la promoción de la investigación científica.
La Escuela Tekove Katu fue creada en 1982 en el municipio de Gutiérrez, departamento de Santa Cruz, por el padre Tarciso Ciabatti, junto a un grupo de voluntarios italianos y bolivianos. La escuela está amparada en el Convenio de Salud entre el Vicariato Apostólico de Camiri y el Ministerio de Salud del Estado Plurinacional de Bolivia y trabaja para fortalecer los servicios de salud en el Chaco boliviano, en coordinación permanente con las organizaciones sociales indígenas y las autoridades del sistema nacional de salud.
La Escuela inició su labor formando jóvenes enfermeros para garantizar que las vacunas llegaran a las comunidades más alejadas del territorio chaqueño. Su misión ha conllevado también innovaciones importantes en la formación del personal de salud indígena, fusionando el más estricto marco científico de la salud con la medicina tradicional y la cercanía a la comunidad de indígenas guaraníes.
La visita a la Tekove Katu fue inspiradora. El proyecto Chaco Salud ha contribuido junto a todos sus socios al Tekó kaví: “el buen modo de ser y vivir”, en guaraní.