Washington D.C., 1 de julio.- Con motivo de la celebración del Día Internacional de la Lucha Contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas (26 de junio), la Unidad de Salud Mental y Uso de Sustancias de la Organización Panamericana de la Salud organizó un seminario virtual enfocado en el abordaje del uso de sustancias psicoactivas desde la salud pública. El objetivo fue informar y discutir los avances observados en el contexto global y regional sobre el Problema Mundial de las Drogas en relación con los resultados de la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas, UNGASS 2016, que tuvo lugar en la ciudad de New York del 19 al 21 de abril.
Entre las instituciones participantes estuvieron la OPS/OMS, la CICAD-OEA y UNODC-Brasil, quienes disertaron sobre el proceso de preparación de UNGASS y de los alcances del documento resultante en el contexto de la salud pública, a nivel global y en las Américas. Los retos para el sector salud fueron expuestos por autoridades nacionales de Panamá, Uruguay, México y Colombia. La Red Iberoamericana de ONGs que Trabajan en Drogodependencias (RIOD) expuso sobre el papel de las organizaciones de la sociedad civil en la transición hacia un enfoque integral, balanceado e inclusivo de las políticas de drogas.
Durante el webinar, al que asistió público de toda la Región de las Américas, se destacó lo difícil del proceso de UNGASS, donde se trató de superar las posiciones radicales opuestas y de mantener la comunicación entre los distintos actores involucrados en el proceso para obtener un documento que reflejara el consenso global de manera incluyente e innovadora, la flexibilidad en la aplicación de las convenciones de Naciones Unidas y la coherencia entre las diferentes agencias del sistema de Naciones Unidas, especialmente en cuanto a drogas y desarrollo.
Los participantes reconocieron el aporte de UNGASS a la apertura del debate hacia políticas más equilibradas; a la protección de los derechos humanos, del derecho a la salud y de otros derechos relacionados; la coordinación entre los distintos actores; y que todo esto se traduzca en iniciativas concretas como el acceso a los medicamentos controlados o la atención no discriminada.
Comentaron que los aspectos de salud pública aparecen más claramente definidos y enfatizados en el documento final de UNGASS, el que reconoce la dependencia de drogas como un problema de salud y social y recomienda intervenciones de salud pública para reducir las consecuencias adversas del uso de drogas y mejorar el acceso a los servicios de tratamiento para usuarios problemáticos.
Entre los numerosos desafíos para la salud pública, se resaltaron la sistematización de la prevención, la integración de redes para el abordaje de las distintas sustancias psicoactivas y las poblaciones más vulnerables, el monitoreo y evaluación de las intervenciones, la asignación de un financiamiento equilibrado y la participación social en la toma de decisiones sobre políticas de drogas y salud. Se enfatizó la necesidad de continuar abriendo espacios para la discusión abierta sobre los alcances y orientaciones de las políticas de drogas, con la participación del sector salud y otros actores relevantes.