Washington, DC 25 de mayo de 2010 - Los líderes de salud pública del mundo reunidos la semana pasada en Ginebra en ocasión de la Asamblea Mundial de la Salud instaron a establecer nuevos límites a la publicidad de alimentos no saludables dirigida a los niños, como parte de un llamamiento mayor a detener la epidemia mundial de enfermedades no transmisibles.
El llamamiento se hizo mediante una resolución emitida por la 63.ª Asamblea Mundial de la Salud, que se reunió la semana pasada en la sede de la Organización Mundial de la Salud (haga clic aquí para ver la cobertura total de la Asamblea Mundial de la Salud).
Los líderes de salud expresaron inquietud sobre las crecientes tasas de sobrepeso y obesidad —entre los factores de riesgo más importantes de las enfermedades no transmisibles como la diabetes, las cardiopatías y el cáncer— y su relación con el consumo de alimentos ricos en grasas, azúcares y sal.
En su resolución, la Asamblea señaló que unos 42 millones de niños menores de 5 años tienen exceso de peso o son obesos, y más de 80% de estos niños viven en países en desarrollo. La resolución instó a los gobiernos, a la sociedad civil y a los asociados del sector privado a trabajar en conjunto para reducir el efecto negativo para los niños de la publicidad de alimentos ricos en grasas, azúcares y sal.
Diversos estudios indican que la publicidad de alimentos dirigida a los niños es generalizada a nivel mundial y que en la mayoría de casos se trata de alimentos ricos en grasas, azúcares o sal. Varios países ya han introducido políticas y legislación para restringir este tipo de publicidad y algunas empresas de alimentos del sector privado han adoptado medidas voluntarias para reducir esta publicidad.
La Asamblea Mundial de la Salud observó, sin embargo, que los gobiernos están mejor posicionados para promover metas de salud poblacionales e instó a los Estados Miembros de la OMS a adoptar un plan integral o progresivo para restringir la publicidad de alimentos no saludables. La Asamblea además precisó que los países deberían prohibir la publicidad de este tipo de alimentos en las guarderías, las escuelas y los consultorios de salud familiar e infantil.
Entre las recomendaciones específicas formuladas por la Asamblea se encuentran las políticas que definan claramente distintos grupos etarios, lugares, horarios y tipos de alimentos para los cuales la publicidad dirigida a los niños debe restringirse; las políticas que abordan la publicidad nacional e internacional y las disposiciones que establezcan mecanismos de seguimiento y evaluación a fin de que se pueda medir la repercusión de las nuevas políticas sobre el consumo de alimentos no saludables.
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