El miércoles 17 de febrero, con el inicio de la vacunación contra la COVID-19 en Colombia, se abrió un camino de esperanza para prevenir la enfermedad, salvar vidas y avanzar en la activación económica segura.
“Hace un año no veo a mi familia ni a mi pareja”, dice Alejandra Bohórquez, fisioterapeuta del Hospital Regional de Zipaquirá y quien se encarga de la rehabilitación de las personas que ingresan a la Unidad de Cuidados Intensivos por complicaciones por Covid-19, mientras se alista para recibir la vacuna contra la enfermedad. “Aunque debo mantener las medidas de seguridad, este es un paso importante para volver acercarme a mis seres queridos”, afirma.
El 17 de febrero empezó la vacunación contra la COVID-19 en Colombia, país que será de los primeros del hemisferio en recibir las vacunas que entregará la iniciativa internacional Covax Facility. Esto fue posible gracias a que Colombia está listo para la introducción y el despliegue exitoso para aplicar las vacunas.
Según el reporte del Ministerio de Salud y Protección Social, en las primeras 48 horas de vacunación contra la COVID-19, 7.854 miembros del personal de salud de primera línea recibieron la primera dosis de la vacuna contra el virus. "Todavía tenemos mucho camino por recorrer. En cuatro o cinco días podríamos cumplir con la meta de vacunar a 50.000 trabajadores de la salud con esta primera ola de vacunas", indicó el Ministro de Salud, Fernando Ruiz Gómez.
Durante varios meses la OPS ha trabajado con las autoridades sanitarias de Colombia en la fase de alistamiento, a través de documentos de orientación y asesoramiento directo, lo que ha servido como referencia para el desarrollo del plan de vacunación y el establecimiento de prioridades en el uso de las vacunas. Incluso, Colombia es uno de los 31 países que están utilizando la plataforma desarrollada junto con la OMS, Unicef y el Banco Mundial para evaluar su preparación para la introducción de vacunas.
Según la representante de la OPS/OMS en Colombia, Gina Tambini, la llegada de las vacunas es una parte de la respuesta que, junto a las medidas de protección personal y distanciamiento físico, contribuirán en la reducción de los casos y las muertes por COVID-19. “Los esfuerzos para cortar las cadenas de transmisión, a través de las pruebas, el rastreo de casos y contactos, y el compromiso ciudadano, deben continuar. De ahí la importancia del trabajo articulado que se coordina en el Clúster de Salud, co-liderado por el Ministerio de Salud y Protección Social y la OPS, y en el que participan las agencias, fondos y programas de Naciones Unidas, Organizaciones no Gubernamentales, Instituciones Nacionales y otros miembros”, indicó.
En Cundinamarca, por ejemplo, se organizaron en una sola red de prestadores de servicios, en la que participan todos los mandatarios municipales, las autoridades locales de salud y las instituciones prestadoras de salud. Para Diego Alejandro García, médico pediatra y gerente de COVID-19 en este departamento, el trabajo articulado e integrado ha permitido, entre otras, mantener coberturas superiores al 95 por ciento en el programa regular de vacunación durante la pandemia. “Con la llegada de las primeras 1.770 se priorizó la inmunización simultánea del personal de salud que trabaja en 22 unidades de cuidados intensivos, en 13 municipios del departamento. La población del departamento históricamente ha sido comprometida con la vacunación y se espera un comportamiento similar con la vacuna de la COVID-19”.
Además de incrementar la capacidad de respuesta y la preparación territorial, la colaboración entre los miembros del Clúster Salud es clave para incrementar la capacidad en la respuesta humanitaria y para llegar a las poblaciones más vulnerables, así como en el seguimiento, la evaluación, la documentación de lecciones aprendidas y para abordar conjuntamente los retos que trae consigo la vacunación. “Sumar esfuerzos, priorizar e implementar intervenciones en el ámbito nacional y con gran despliegue territorial, permitirá salvar vidas y contribuir a que el país pueda avanzar en la reactivación económica segura”, resaltó Jessica Faieta, Coordinadora residente a.i. de la ONU en Colombia.
De hecho, Colombia tiene gran experiencia en este campo, gracias a su exitoso programa regular de vacunación, con logros que incluyen la erradicación de la polio y mantenerse como país libre de la transmisión endémica del sarampión. “Ahora con la llegada de la vacuna contra la COVID-19, que es una hazaña científica sin precedentes, se espera inmunizar al 70 por ciento de la población y así alcanzar la inmunidad colectiva, necesaria para que en un futuro próximo podamos volver a abrazarnos”, concluyó la doctora Tambini.