Caracas, 21 de marzo de 2023 (OPS/OMS).- Cesáreas sin pertinencia médica, inducciones no justificadas del parto, utilización de fórceps, tactos vaginales muy frecuentes, pujos dirigidos por el personal de salud, exploración manual del útero, rasurado perineal, rotura artificial de membranas, canalización intravenosa de rutina…. la violencia obstétrica se evidencia en diferentes prácticas, y muchas de éstas se han hecho tan habituales que terminaron naturalizándose en nuestra sociedad.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) organizó una mesa redonda con sociedades científicas, la Universidad Central de Venezuela, directores y jefes de servicio de varios hospitales de Caracas y la diputada Asia Villegas para promover prácticas más amigables y de mayor respeto a los derechos de la gestante, lo que es conocido como “parto humanizado”, y todos los asistentes estuvieron de acuerdo en la necesidad de juntar esfuerzos para lograrlo.
Evidencia científica
El debate lo abrió la doctora Jakeline Calle, asesora de la OPS en el área de Familia, Promoción y Curso de Vida, quien indicó que el parto es un acontecimiento trascendental en la vida de las mujeres, por lo que el tipo de atención recibida tiene importantes efectos en ellas y en sus hijos, tanto en el ámbito físico como emocional. “Las mujeres tenemos el derecho a ser tratadas de manera individualizada, respetuosa y con afecto, a recibir una atención de calidad¨, dijo.
Abogó por prácticas como el acompañamiento en el parto, el pinzamiento oportuno del cordón umbilical y el apego precoz (el contacto inmediato del recién nacido con la madre), ya que existe evidencia científica suficiente de que las mismas favorecen partos más amigables y menos traumáticos tanto para la gestante como para el recién nacido.
José Ramón García, director de la Coordinación de Posgrados de la Universidad Central de Venezuela, destacó la importancia de impulsar este tipo de prácticas respetuosas hacia la gestante desde la academia: “Desde el momento de la formación debemos transmitir la idea de que la mujer tiene la libertad de decidir cómo va a ser su parto”.
Como directivo de la universidad con mayor número de posgrados de medicina, reconoció que el tema de la atención humanizada del parto no tiene la presencia que se merece en los posgrados de obstetricia y ginecología, pero expresó la voluntad de la academia por incorporar estos lineamientos en los nuevos procesos de formación.
Por su parte la doctora Judith Toro, representante de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología, opinó que la violencia obstétrica no es ejercida solo por el personal sanitario, sino que va desde el trato que brinda el portero a una mujer que quiere ingresar en una maternidad hasta los hospitales cuando no tienen todos los insumos necesarios. En respaldo a lo expuesto por la doctora Jakeline Calle reiteró que, en efecto, abunda la evidencia científica que favorece el parto humanizado.
La doctora Elvia Badell, presidenta de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría, resaltó la importancia de la lactancia materna y el apego precoz, mientras que Elizabeth Piña, de la Sociedad Venezolana de Enfermería, abordó temas de bioética relacionados con el parto humanizado y resaltó la importancia del rol que tiene la enfermera en impulsar prácticas respetuosas en la atención al parto y posparto.
El debate se cerró con la intervención de la diputada y exministra Asia Villegas, quien hizo énfasis en la necesidad de reducir la mortalidad infantil y materna, el embarazo adolescente y el índice de cesáreas. Con respecto a este último, explicó que en 2016, 52% de los partos terminaban en cesárea en el sector público, cuando la Organización Mundial de la Salud establece que lo ideal es que este porcentaje esté entre 13 y 15%.
Hablando del marco jurídico respecto al parto humanizado en Venezuela, citó varias leyes que impulsan una atención respetuosa a la mujer, y todas tienen como marco de referencia a los artículos 75 y 76 de la Constitución: “El parto humanizado es uno de los centros en la generación de políticas de salud pública, pues toda mujer tiene derecho a un trato digno y humanizado”.
Agradeció que se generen estos espacios para impulsar el parto humanizado, ya que, aseguró, acciones de este tipo son las que ayudan a que se vaya generando un acuerdo social que permita a la mujer decidir e involucrar a su familia y ejercer el derecho a un trato respetuoso durante el embarazo, el parto y el posparto.