OPS: posición del MINSA sobre comida chatarra está en línea de acuerdos internacionales

36 millones de personas murieron en el mundo debido a enfermedades no transmisibles (ENT) “diabetes, cáncer, enfermedades cardiovasculares y respiratorias obstructivas crónicas”

Según cifras de la OMS, de las 57 millones de muertes registradas en 2008, 36 millones se debieron a las 4 enfermedades no transmisibles principales (ENT): enfermedades cardiovasculares, cáncer, enfermedades respiratorias obstructivas crónicas y diabetes. Esta cifra incluye cerca de 9 millones de personas fallecidas antes de los 60 años, esto implica muerte prematura, además de la discapacidad que pueden generan y  casi el 80% de estas muertes ocurrieron en países en desarrollo.

En el Perú,  más de la mitad de la población adulta y uno de cada 5 niños menores de 10 años sufre de sobrepeso y obesidad. Estas enfermedades están asociadas principalmente con algunos factores de riesgo comunes: dietas malsanas, sedentarismo, tabaquismo y consumo excesivo de alcohol.

En ese sentido, el representante de la OPS/OMS en el Perú, Dr. Fernando Leanes, señaló que las acciones y posición del Ministerio de Salud (MINSA) respecto de las enfermedades asociadas al sobrepeso y la obesidad están alineadas con los acuerdos surgidos de la Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la Prevención y el Control de las Enfermedades No Transmisibles, realizada en septiembre de 2011, las directivas de la OMS y de OPS y la Consulta Regional para mejorar la Nutrición en la Región de las Américas.

Políticas de regulación fiscal y productos llamados chatarra

Si bien la dieta malsana, la inactividad física, el fumar, el consumir alcohol, son responsabilidad de la persona adulta, en salud pública se entiende, basado en evidencia científica, que estos comportamientos individuales están determinados por el contexto en que la persona vive. Esto se hace más evidente en el caso de la población menor de edad para la que se requiere mayor protección por parte del Estado y de la sociedad.

En ese sentido la accesibilidad a productos que implican riesgo, como los denominados chatarra, bebidas gaseosas, alcohol, tabaco, es determinante para su consumo por parte de la población, y está demostrado, que el aumento del precio del tabaco y del alcohol, a través de políticas  fiscales,  es una medida efectiva para disminuir su consumo en la población.

En el caso de los alimentos ultra procesados, como los snacks y las bebidas gaseosas, se cuenta con evidencia suficiente en diversos países, que muestra la relación entre aumento de sobrepeso y obesidad en la población directamente proporcional al aumento de su consumo.

Reducción de factores de riesgo y promoción de entorno saludable

Todas las recomendaciones de la OMS respecto de la prevención y control de las enfermedades no transmisibles (ENT), ratificadas en la Declaración Política de la Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General sobre la Prevención y el Control de las ENT hacen un llamado a los países a tomar medidas que desestimulen el consumo, producción y promoción de estos productos altamente calóricos, ricos en grasas saturadas, grasas trans, azúcar, sal y pobres en fibra, teniendo en cuenta la legislación y las políticas vigentes en el país.

Existen estudios que demuestran que la publicidad de alimentos dirigida a los niños, de la cual la mayor parte está centrada  en alimentos de alto contenido de grasas, azúcar y sal, influye significativamente en el gusto de los niños por este tipo de alimentos. Por ello, la OMS recomienda la regulación de esta publicidad como uno de los mecanismos para enfrentar el problema de sobrepeso y obesidad en niños, recalcó el Representante de OPS/OMS.

De manera que las medidas que vienen siendo desarrolladas por el MINSA en coordinación con otras instancias de gobierno son parte de una estrategia global de promoción de salud, como la implementación de los acuerdos del convenio marco de control de tabaco; fomento de los kioscos saludables en las instituciones educativas; aumento de las horas de educación física en los colegios; coordinación con los municipios para promover la movilidad no motorizada; planificación equitativa del transporte para proteja a los usuarios más vulnerables de la vía pública (peatones y ciclistas).

De este modo,  además de ayudar en la prevención de las enfermedades no transmisibles también se mejora la calidad de vida de la población en su conjunto.

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