Buenos Aires, 17 de septiembre de 2010 (OPS/OMS).- La Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), el Ministerio de Salud de la Nación y la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable llevan adelante un estudio para conocer el estado nutricional, psicomotor y toxicológico de los chicos que habitan en la zona de la Cuenca Matanza- Riachuelo.
El trabajo, que comenzó en junio y finaliza en octubre, consiste en una muestra probabilística a 1200 niños menores de 6 años de los 15 distritos que componen la Cuenca, a quienes se les realiza estudios de nutrición y desarrollo psicomotor, así como también, análisis toxicológico.
En tres camiones del Ministerio de Salud adaptados como consultorios, las mamás pasan con sus chicos de vehículo en vehículo. Un cuarto trailer atiende la demanda espontánea de la población que se acerca a la zona donde se ubiquen ese día en los partidos que atraviesa el Riachuelo.
Allí, los chicos son medidos, pesados, y se les toman muestras de orina y sangre para determinar el nivel de plomo en sangre y de hemoglobina. Psicólogos, psicopedagogos, nutricionistas, bioquímicos y toxicólogos participan del estudio. También hacen preguntas a las madres para conocer los hábitos nutricionales de sus hijos, la composición familiar, trabajo y nivel de ingresos de los adultos, entre otras cosas.
Previamente a que las mamás lleven a sus chicos a realizarse los estudios, un equipo de profesionales concurre a las casas —seleccionadas en forma aleatoria- para sensibilizar e informar a las familias. "Además, se les ofrece llevarlos hasta el operativo y regresarlos a sus hogares una vez finalizado", contó Sonia Sagardoyburu, coordinadora de campo del operativo mientras recorría los camiones en Barracas junto al representante de la OPS/OMS en Argentina, José Antonio Pagés, el secretario de Determinantes de la Salud y Políticas Sanitarias de la Nación, Eduardo Bustos Villar, y el coordinador para ACUMAR del Ministerio de Salud de la Nación, Fernando Nunes.
En julio de 2008, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ordenó a la Autoridad de la Cuenca (ACUMAR) cumplir con un programa para mejorar la calidad de vida de los habitantes de la cuenca, recomponer el ambiente, y prevenir daños. Así nació el Plan Integral de Saneamiento del Riachuelo (PISA), compuesto por 14 líneas de acción, entre ellas, la puesta en marcha de un plan sanitario de emergencia, dentro del que se enmarca el convenio "Mejoramiento de la salud de la población de la Cuenca Matanza- Riachuelo", acordado entre la OPS/OMS, Salud y Ambiente.
La Cuenca Matanza-Riachuelo tiene una superficie total de 2200 kilómetros cuadrados, con una población estimada en más de 3,5 millones de habitantes, de los cuales 374 mil son niños menores de 6 años. La cuenca recibe el vuelco de efluentes cloacales e industriales que serían una amenaza ambiental para la población.
Vigilancia epidemiológica ambiental
Un total de 20 nodos de Vigilancia Epidemiológica Ambiental (nodos VigEA) ya fueron puestos en marcha con el fin de identificar las patologías producidas por contaminantes ambientales en los distritos que componen la cuenca.
Allí trabajan toxicólogos y epidemiólogos, quienes a su vez capacitan a médicos de hospitales y centros de salud para que sepan cómo detectar signos y síntomas que expresen daño a la salud por causas ambientales, y mejorar el registro epidemiológico. Esto sentará un precedente en el país en la incorporación del componente ambiental al sistema de vigilancia epidemiológica.