Ahora que la región tiene "suficientes vacunas para proteger a todos, incluyendo a los más vulnerables", es hora de convertir "las vacunas en inmunidad", dice la directora de la OPS
Washington D.C. 15 de junio de 2022 (OPS) - Mientras los casos de COVID-19 siguen aumentando en las Américas por octava semana consecutiva, la Directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne, pidió a los países que aumenten sus esfuerzos para alcanzar la meta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de una cobertura de vacunación del 70% para mediados de 2022.
La semana pasada, los países de la región notificaron más de 1,2 millones de nuevos casos de COVID-19, un aumento del 11% con respecto a la semana anterior.
"Gracias al compromiso de los donantes y de los gobiernos nacionales, ahora tenemos los suministros y el apoyo financiero y técnico para ayudar a los países a alcanzar la meta del 70%", afirmó hoy la Directora de la OPS en una rueda de prensa. "Nuestra prioridad ahora debe ser convertir las vacunas en inmunidad, asegurando que las dosis que tenemos lleguen a los brazos de la gente y salven vidas".
Pero mientras que 16 países y territorios de la región ya han vacunado al 70% de la población elegible, y Colombia, Bermudas y El Salvador les siguen de cerca con un 65%, otros 11 aún no han alcanzado el 40% de cobertura.
Desde que inició del Mecanismo COVAX en 2021, el Fondo Rotatorio de la OPS ha entregado más de 142 millones de vacunas a los países de las Américas, y gracias al compromiso de los donantes y los gobiernos, la región cuenta ahora con el apoyo financiero y técnico necesario para ayudar a todos los países a alcanzar la meta del 70%, dijo la doctora Etienne.
Por lo tanto, es "crucial que los países redoblen sus esfuerzos para proteger a los más expuestos", añadió, incluyendo a los adultos mayores, a los inmunodeprimidos, los profesionales de la salud y las embarazadas.
Para lograrlo, deben adaptar sus esfuerzos a las preocupaciones que aún persisten en torno a las vacunas y colaborar con las comunidades para desarrollar estrategias de sensibilización en las zonas donde la cobertura es escasa.
Mientras algunos países empiezan a reducir los centros de vacunación locales, como los que se encuentran en supermercados, escuelas y mercados locales, la doctora Etienne instó a los gobiernos a seguir utilizando los recursos sabiamente y tratar de llegar a las personas allí donde se encuentran.
"La pandemia de COVID-19 no es un problema a corto plazo", dijo la Directora de la OPS. Y dado que la última encuesta de la OPS sobre los servicios esenciales de salud revela que la vacunación de rutina se vio fuertemente afectada por la pandemia, es vital que los países integren la vacunación contra COVID-19 en sus programas nacionales de inmunización "para que tengamos servicios robustos para suministrar las vacunas de rutina, ampliar la cobertura de la COVID-19 y prepararnos mejor para futuras emergencias".
La doctora Etienne también destacó que los recientes casos de viruela símica y hepatitis aguda subrayan aún más la necesidad de construir sistemas de salud más resilientes que puedan responder rápidamente a los riesgos nuevos y emergentes. Para avanzar en ese camino, la OPS está trabajando para apoyar y capacitar al personal sanitario con el fin de reducir el déficit de 600 mil trabajadores de la salud pública en la región.
"Ahora es el momento de que los países tomen todo lo que hemos aprendido de la respuesta a la pandemia y se comprometan a invertir en sistemas de salud más fuertes y resilientes", remarcó.
En cuanto a la situación de la COVID-19 en la región, en América del Norte, durante la última semana, los casos aumentaron un 71% en México, y en Estados Unidos se registró un aumento del 2% en las hospitalizaciones y del 4,2% en los ingresos en las unidades de cuidados intensivos.
Sudamérica informó de un aumento del 20% de los casos, mientras que en el Caribe el número de nuevas infecciones aumentó un 3,7%.
Centroamérica fue la única subregión que notificó una tendencia a la baja, con una reducción del 32% de los casos de COVID-19 y un descenso del 36% de las muertes.