Buenos Aires, 15 de abril de 2013 (OPS/OMS).- Argentina avanza en la estrategia de prevención y control del cáncer de cuello de útero, del que cada año se detectan más de 3.000 nuevos casos en el país y mueren unas 1.800 mujeres. La detección precoz mediante el test de Papanicolau va hoy de la mano con una vacuna gratuita y obligatoria para las niñas de 11 años contra el Virus del Papiloma Humano (VPH), coincidieron hoy expertos y funcionarios durante una jornada internacional realizada en la Academia Nacional de Medicina sobre inmunización contra el VPH.
"Este fue el quinto país de la región en introducir la vacuna, pero si miramos los resultados, este es el país que mayor integración logró en esta iniciativa. Es una vacuna que logró buenos índices de cobertura", indicó el representante de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), Pier Paolo Balladelli, durante la apertura de la jornada.
El funcionario de Naciones Unidas destacó además la importancia de consolidar la información desde las provincias, ya que con un buen registro de eventos se obtiene un análisis del impacto de la vacuna que permite mejorar progresivamente el acceso, las coberturas y la calidad de los resultados.
El cáncer de cuello de útero afecta a miles de mujeres en todo el mundo, especialmente a las poblaciones más vulnerables. En Argentina, alrededor de unas 1,800 mujeres mueren cada año por esta enfermedad, que se produce como consecuencia de una infección persistente causada por el VPH, un virus que se transmite por contacto sexual y, en varias ocasiones, el organismo lo elimina por sí solo. Para detectar rápidamente el virus, es importante que las mujeres se realicen periódicamente un Papanicolau en los centros de salud del país.
"Necesitamos aprovechar esta vacuna para disminuir las inequidades. Las diferencias provinciales se traducen en las cargas de las enfermedades. En este caso, las provincias del norte tienen tasas más elevadas de cáncer de cuello que las del sur", explicó Balladelli durante la Jornada Internacional "Vacunación contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) en el marco del abordaje integral de prevención del cáncer cérvico-uterino en Argentina".
Por su parte, el subsecretario de Salud Comunitaria, Guillermo González Prieto, destacó que esta estrategia de vacunación es "una política a largo plazo" y anunció que este año se extenderá a cuatro provincias la realización del test del VPH para detectar la existencia del virus luego de la primera experiencia que realiza Jujuy.
"Las provincias aceptaron el desafío de reducir la mortalidad y morbilidad por cáncer de cuello de útero", señaló González Prieto. La vacuna para prevenir el VPH fue incorporada en 2011 al Calendario Nacional de Vacunación por la presidenta, Cristina Fernández, de manera gratuita y obligatoria para todas las niñas de 11 años. Para que la inmunización sea efectiva, se deben recibir tres dosis: luego de la primera, la segunda dosis debe aplicarse al mes y la tercera a los seis meses.
El encuentro contó con la participación además de los expertos Andrea Vicari, asesor internacional en inmunizaciones de la OPS/OMS, y Silvio Tatti, profesor de Ginecología de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y presidente de la Federación Internacional de Patologías del Tracto Genital Inferior (IFCPC). También asistieron Roberto Pradier, vicepresidente de la Academia Nacional de Medicina y director del Instituto Nacional del Cáncer (INC); Carla Vizzotti, jefa del Programa Nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles, y autoridades académicas de la UBA.