Buenos Aires, 4 de octubre de 2011 (MSAL).- Con la aplicación de la vacuna a Yamila, Nuria y Verónica, tres nenas misioneras de 11 años -una de ellas perteneciente a la comunidad guaraní-, el ministro de Salud de la Nación, Juan Manzur, junto al gobernador de Misiones, Maurice Closs, pusieron en marcha oficialmente en la localidad de Puerto Iguazú la vacunación contra el Virus del Papiloma Humano (VPH), una estrategia para prevenir el cáncer de cuello de útero, patología evitable que en Argentina provoca 2 mil muertes por año.
"Estamos poniendo en marcha una estrategia que va a evitar una de las peores tragedias que hay en materia de salud, que es la muerte de 2 mil mujeres jóvenes, que son evitables", dijo Manzur al cerrar un encuentro de expertos en inmunizaciones, organizado por la cartera sanitaria y que analizó la problemática de la patología y el alcance de la estrategia de prevención.
El ministro de Salud señaló que "todos los años se producen 3 mil nuevos cánceres de cuello uterino" y la vacuna cuenta con "los avales científicos y las recomendaciones que sobre ella hace la Organización Mundial de la Salud (OMS)".
El mandatario provincial destacó que "la Argentina es un país que se está volviendo a encausar en el desarrollo y la inclusión de la mano de políticas universales, y esto se va a ver en 20 años".
Por su parte, el representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) en Argentina, Pier Paolo Baradelli, quien participó del evento, subrayó que "la incorporación de la vacuna contra el VPH es una decisión política acertada que va a influir mucho en la vida de la mujer, pero también de la familia y los hombres". Además, destacó que la estrategia de Argentina contra el VPH "es un ejemplo que va a permitir que otros países vayan utilizando este mecanismo para proteger la vida de sus poblaciones".
En lo referente a la mecánica de adquisición de las 1,2 millones de dosis de vacunas por parte de Argentina, Baradelli declaró que "la compra por parte del país tiene un efecto positivo en la baja de los costos de este insumo" y reconoció como un acierto que el lanzamiento oficial de la vacunación contra el VPH sea en Misiones, ya que "esta provincia es una de las más afectadas y es bueno que el lanzamiento se haga donde está el foco del problema".
Participaron del encuentro de expertos en inmunizaciones la presidenta de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), Margarita Ramonet; la vicepresidenta de la Sociedad Argentina de Infectología Pediátrica (SADIP), Silvia González Ayala; Pablo Bonvehí en representación de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI); SilvioTatti, del Hospital de Clínicas; Josefa Rodríguez, directora del Hospital Garrahan; Daniel Estecher, de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI); Alejandra Picconi, viróloga del Laboratorio Nacional de Referencia en VPH del Instituto ANLIS Malbrán, y Juan Carmona, Jefe de Tocoginecología del Hospital Madariaga de Misiones.
La vacuna y el virus
La vacuna contra el VPH fue incorporada al Calendario Nacional de Inmunizaciones en mayo pasado. Se aplica desde octubre de 2011, de manera gratuita y obligatoria, a todas las niñas de 11 años del país. Este año la población objetivo está compuesta por unas 350.000 niñas nacidas a partir del 1 de enero de 2000 y, en adelante, por todas las adolescentes cuando cumplan los 11 años.
Está comprobado que la vacuna alcanza su máxima eficacia inmunológica en la adolescencia temprana. En la Argentina, se estableció la edad de 11 años ya que el calendario oficial incluye otras tres vacunas —la triple viral, la de la hepatitis B y la triple bacteriana acelular— para ser aplicadas en esa oportunidad. De este modo, la coincidencia temporal con la administración otras vacunas facilitará el acceso a la inmunización en tiempo y forma.
El Estado nacional le garantiza a cada niña de la población objetivo tres dosis de la vacuna. Luego de la primera, la segunda se aplica al mes y la última a los seis meses. Se debe cumplir con el esquema completo de tres dosis para que la que inmunización sea efectiva.
La incorporación de la inmunización contra el VPH al Calendario Nacional de Vacunación se inscribe dentro de la estrategia de la cartera sanitaria nacional para combatir el cáncer cérvico uterino, que tiene como pilares fundamentales la prevención primaria a través de la vacuna y la prevención secundaria a través de la realización del Papanicolaou (PAP).
El Virus del Papiloma Humano (VPH) se transmite por contacto sexual. En la gran mayoría de los casos, el organismo controla la actividad del virus y lo elimina. En caso de evolucionar a una infección persistente por un genotipo de alto riesgo, es importante el control permanente, ya que puede evolucionar a lesiones malignas.
El virus generalmente no presenta síntomas, salvo las verrugas genitales que no tienen potencial cancerígeno y son patologías totalmente benignas. El resto de los tipos del VPH generalmente no producen síntomas y las alteraciones son detectables a través de las muestras de PAP; por eso, es muy importante que todas las mujeres realicen los controles ginecológicos de rutina.
Los hombres contraen el VPH de la misma forma que las mujeres, es decir a través del contacto sexual. En el hombre, el VPH puede causar cáncer anal y cáncer de pene, aunque son muy infrecuentes.
El cáncer de cuello de útero
En Argentina, el cáncer de cuello de útero genera 3 mil nuevos casos por año y causa anualmente más de 2 mil muertes, aunque es totalmente prevenible si se lo detecta de manera temprana y se tratan las lesiones.
El VPH es la causa del 100 por ciento de los cánceres de cuello de útero. Se trata de una infección muy frecuente, que puede evolucionar en enfermedad oncológica si se presenta en forma de infección persistente, con un genotipo de alto riesgo.
Los VPH denominados "de alto riesgo oncogénico" son alrededor de 15, y los más comunes son el 16 y el 18. Si bien pueden producir verrugas, generalmente se presentan en forma de lesiones precancerosas, que pueden evolucionar lentamente a un cáncer. El PAP es el mejor método para detectarlas y tratarlas si es necesario.
Es importante destacar que no todas las pacientes que tienen VPH desarrollan la enfermedad, ya que la gran mayoría de ellas elimina de forma espontánea la infección. El cáncer cervical es una complicación muy rara de una infección frecuente.
La realización del Papanicolaou es la mejor forma de prevención del cáncer de cuello uterino en las mujeres de entre 25 y 64 años. Dado que la vacuna protege contra aproximadamente el 90 por ciento de los genotipos de alto riesgo, es clave continuar con los controles ginecológicos de rutina aún cuando se haya recibido la inmunización contra el VPH para cubrir el 10 por ciento restante.
El PAP también es gratuito en todos los centros de salud y hospitales del país. Se trata de un estudio simple, que no duele y se realiza en pocos minutos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda comenzar a hacérselo a partir de los 25 años.