La inequidad en torno a las vacunas continúa dividiendo a nuestra Región. Será necesario aplicar algunas de las enseñanzas de la pandemia para lograr controlarla y garantizar el acceso a futuras opciones terapéuticas contra la COVID-19.
Washington D.C., 15 de diciembre del 2021 (OPS). Si bien el número de casos de COVID-19 se triplicó en el 2021 y los sistemas de salud tuvieron dificultades para hacer frente a esto, "hemos aprendido lo que hay que hacer para controlar este virus" y debemos abordar urgentemente las brechas en el acceso a las vacunas para garantizar que todas las personas estén protegidas, afirmó la Directora de la Organización Panamericana de la Salud, Carissa F. Etienne.
Con más de 98 millones de casos de COVID-19 y 2,3 millones de muertes, la Directora afirmó en la rueda de prensa de hoy que, "si comparamos el 2020 con el 2021, este año fue, sin duda, peor".
A medida que se acerca el fin del segundo año de pandemia, la doctora Etienne pidió a los países de la Región que empleen todos los recursos disponibles para controlar el virus, incluidas las vacunas, las mascarillas, el distanciamiento físico y la vigilancia.
Se han administrado más de 1300 millones de dosis de las vacunas contra la COVID‑19 en la Región de las Américas, y 56% de la población de América Latina y el Caribe está completamente vacunada.
Sin embargo, a pesar de esta cobertura de la vacunación, la Directora advirtió que "millones de personas en nuestra Región aún no han recibido una sola dosis".
Agregó que "la inequidad en torno a las vacunas continúa dividiendo a nuestra Región y, si no abordamos estas brechas evidentes, no lograremos controlar este virus".
A medida que se acerca el nuevo año y algunas nuevas opciones terapéuticas prometedoras para la COVID-19 que pueden ayudar a tratar la enfermedad, frenar las hospitalizaciones y evitar muertes, debemos aplicar las enseñanzas del despliegue de las vacunas, dijo la doctora Etienne.
Los países deben tener en cuenta las recomendaciones de la OMS, los comités de expertos, los científicos y los reguladores, cuyo trabajo es revisar minuciosamente la seguridad y eficacia de los medicamentos, y recomendar cuándo, dónde y cómo desplegarlos.
Pero los países también deben comenzar a prepararse para garantizar el acceso oportuno y asequible a estas nuevas opciones terapéuticas.
La Directora de la OPS remarcó la importancia de ampliar la capacidad de producción regional, "para que los países no sigan dependiendo de la importación de productos farmacéuticos".
La Región “cuenta con experiencia técnica, y con una capacidad de producción bien establecida, una sólida infraestructura regulatoria y un mecanismo efectivo de compras mancomunadas, nuestro Fondo Estratégico, que si lo aprovechamos bien puede ayudarnos a acelerar el acceso a las tecnologías contra la COVID-19” explicó la doctora Etienne.
Pero sobre todo, la Región debe continuar trabajando unida.
La Directora agregó que la colaboración efectiva entre los países permitió desarrollar vacunas en un tiempo récord, detectar rápidamente las variantes y ajustar la respuesta de los países en función de la evidencia más reciente disponible.
"Cada vez que trabajamos juntos, logramos nuevos avances", afirmó. Colaborar es un eje fundamental de la estrategia para derrotar esta pandemia.
La semana pasada se notificaron más de 926.056 casos nuevos de COVID-19 en la Región de las Américas, lo que representa un aumento de 18,4% con respecto a las semanas anteriores. El número de casos está aumentando nuevamente en Estados Unidos y Canadá, a la vez que sigue disminuyendo en México. En Centroamérica, el número de casos también ha disminuido, excepto en Panamá.
En América del Sur, el número de casos de COVID-19 ha disminuido en Bolivia por primera vez desde septiembre, pero ha aumentado en Ecuador, Paraguay y Uruguay, y se mantiene estable en Brasil y Perú.
En el Caribe, el número de casos ha disminuido en términos generales, excepto en Trinidad y Tabago, Santa Lucía y las Islas Caimán, donde se registró la tasa de incidencia semanal más alta de la Región.