“Manos solidarias se pueden seguir juntando. Hay que consolidar los esfuerzos y el trabajo mancomunado, porque contar con estos aliados estratégicos nos da la oportunidad de seguir soñando”.
Con esa frase recibió el alcalde de Guaranda, Inti Yumbay, a la misión integrada por equipos de la sede en Washington y la oficina en Ecuador de la Organización Panamericana de la Salud Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) y el Ministerio de Salud Pública (MSP), para conocer los avances del proyecto: “Mejorando la salud de las mujeres y las adolescentes en situación de vulnerabilidad”, que cuenta con el apoyo del Gobierno de Canadá.
La misión oficial, que permaneció en el país del 2 al 6 de diciembre, evaluó los resultados nacionales del proyecto que también está implementándose en otros seis estados de la región de las Américas, para responder a dos importantes y persistentes desafíos: el embarazo en adolescentes y la mortalidad materna prevenible.
Por ello, el accionar del proyecto se enfoca en dos componentes: 1) el primero orientado a generar mayor acceso y cobertura de los servicios de salud sexual y reproductiva, materna, adolescente y de las mujeres que sean integrales, integrados, equitativos, basados en derechos, receptivos a las cuestiones de género, culturalmente sensibles, centrados en las personas y basados en el enfoque de la atención primaria de la salud; y 2) dirigido a fortalecer el empoderamiento y liderazgo de las mujeres y las adolescentes con relación a la atención de la salud sexual y reproductiva y la salud materna y sus derechos considerando los determinantes sociales de la salud.
En Ecuador, el proyecto que se implementa en las provincias de Bolívar, Santa Elena, Pastaza y Morona Santiago; ha incidido en la conformación de las escuelas de liderazgo y la integración del diálogo de saberes como rutas adecuadas y factibles para impulsar, por un lado, el empoderamiento de los jóvenes en lo relacionado a la salud sexual y reproductiva para disminuir el embarazo adolescente y sus consecuencias en sus proyectos de vida y, por otro, armonizar la medicina ancestral y tradicional, en la salud materna de los pueblos y nacionalidades indígenas, particularmente.
La Misión inició en Quito con una visita breve a la visita al Hospital Gineco Obstétrico Isidro Ayora (HGOIA) donde se ha implementado el Método Madre Canguro (MMC), estrechamente ligado a una serie de resultados positivos en neonatos prematuros y de bajo peso. Estos incluyen una hospitalización reducida a un máximo de 7 días, una disminución en la necesidad de oxígeno, la ausencia de complicaciones como la sepsis clínica y la reducción en la dependencia de la alimentación parenteral.
El (MMC) ha sido reconocido como una estrategia altamente efectiva, centrada en el contacto piel a piel entre la madre y el bebé, que promueve una serie de beneficios fisiológicos y emocionales que contribuyen al bienestar del neonato y a su recuperación.
Para el Gobierno de Canadá es un orgullo por estar en este hospital para verificar el trabajo que han realizado en la implementación del MMC en Ecuador, con el apoyo de la OPS/OMS, beneficiando a madres y recién nacidos”, afirmó Stéphanie Létourneau, consejera Política de Embajada de Canadá en Ecuador.
“Con apoyo de la OPS, en 2021, se ejecutó el Proyecto de fortalecimiento del Método en 8 hospitales del MSP que incorporó la capacitación clínica, procesos de preevaluación para certificación de 2 hospitales como centros de excelencia. Los hospitales beneficiados fueron: Hospital General Delfina Torres de Concha, General Marco Vinicio Iza, General de Riobamba, General Verdi Cevallos, General Macas, Gineco Obstétrico Angela Loaiza de Ollague, Gineco Obstétrico Matilde Hidalgo de Prócel y Gineco Obstétrico Isidro Ayora" (fuente MSP).
En Simiatug (Guaranda, provincia de Bolívar) “mama Gregorita”, una de las 13 parteras y parteros certificados junto a otros 30 indígenas promotores de salud, no ocultó su orgullo y alegría: “Gracias a las capacitaciones podemos demostrar que la sabiduría que tenemos también vale”.
La comunidad, liderada por mujeres, recreó el proceso entre la labor de parto y el nacimiento del bebé, desde la acogida familiar de la futura madre hasta los cuidados que recibe el recién nacido que incluye, entre otros aspectos, el clampeo del cordón umbilical.
Al tiempo, decenas de jóvenes en Colonche (Santa Elena) y Arajuno (Pastaza) usaron metodologías participativas, que incluyeron juegos de roles, testimonios, actividades lúdicas y espacios de reflexión colectiva; especialmente enfocadas en la problemática del embarazo adolescente.
Además, abordaron temas como discriminación étnica, salud sexual y reproductiva, y acceso a servicios, buscando promover una atención sanitaria más equitativa y culturalmente sensible en comunidades indígenas.
Heidi Ullman, líder del proyecto y de la misión, al término de su visita, habló sobre los logros nacionales del proyecto, los desafíos y recordó el rol fundamental de trabajar mano a mano con los gobiernos locales ya que son un actor clave para avanzar hacia la mejora en la salud de las mujeres y adolescentes.