Tegucigalpa, 10 de abril de 2024 (OPS/OMS) - Para crear conciencia de la necesidad de incorporar el enfoque intercultural en la atención del embarazo, parto y postparto y socializar y capacitar en la herramienta de promoción del parto culturalmente seguro (HPPCS) como uno de los instrumentos para lograrlo, la Secretaría de Salud, la academia y la OPS/OMS llevaron a cabo un taller dirigido principalmente a profesionales de la gestión en salud de las áreas de medicina, enfermería y partería.
La Dra. María Elena Guevara, en representación del Dr. Saúl Cruz, Director General de Riesgos Poblaciones de la Secretaría de Salud dio la bienvenida a las participantes diciendo que "tenemos que trabajar arduamente para darles atención con calidad y calidez a nuestra población", invitándoles a dar lo mejor en este taller. El resultado esperado es la posterior implementación de la HPPCS en las instituciones que atienden embarazo, parto y puerperio en el país.
"La Organización Panamericana de la Salud (OPS), comprometida con la Agenda de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, promueve la cobertura y acceso universal a servicios de salud de calidad alineando sus acciones con el lema de la agenda para que “ninguna persona quede atrás”. Sin embargo, aún existe un alto número de mujeres, particularmente de diversos grupos étnicos, que sufren complicaciones obstétricas graves que ponen en riesgo su vida por no acceder rápidamente a centros de atención de calidad", comentó Victoria Bertollino, consultora de la Unidad de Equidad, Género y Diversidad Cultural de la OPS y facilitadora del taller.
Las participantes compartieron sus experiencias e iniciativas en marcha o próximas a implementar sobre el parto culturalmente seguro y las alianzas que mantienen con agencias de cooperación internacional, los retos y las barreras a las que se enfrentan las mujeres de los pueblos indígenas y afrodescendientes.
El taller se llevó a cabo gracias al financiamiento del gobierno de Canadá, por medio del proyecto ""Mejorando la salud de las mujeres y las adolescentes en situaciones de vulnerabilidad".
Mortalidad materna, parto seguro e interculturalidad
En la Región de América Latina y el Caribe habitan alrededor de 55 millones de Personas Indígenas—la proporción más alta de todas las regiones— con gran número de ellas viviendo en situación de pobreza. En este contexto, las mujeres indígenas, en comparación con otras mujeres, tienen mayores tasas de fecundidad y embarazos a edades tempranas, limitaciones en el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva de calidad y culturalmente seguros y cifras inadmisibles de mortalidad materna.
La no inclusión de la variable étnica en los registros limita el diseño de programas, planes y políticas de salud pertinentes. Los estudios sobre la salud materna Indígena también tienen limitaciones; en este sentido, se utilizan como fuentes de datos a las encuestas de hogares y las de indicadores múltiples por conglomerados. En algún país se utiliza la lengua hablada como proxy, pero esto tampoco permite hacer comparaciones con otros países.
La Agenda de Salud Sostenible para las Américas 2018-2030 señala como meta regional una reducción de la RMM a menos de 30 muertes maternas cada 100.000 nacidos vivos y en la Estrategia y plan de acción sobre etnicidad y salud 2019-2025 se propone una reducción de la brecha de mortalidad materna de al menos 30% o más, en al menos una de las siguientes poblaciones: Indígenas, Afrodescendientes y Romaníes.
A menos de seis años para lograr los compromisos adoptados para el 2030 en relación con la reducción de la mortalidad materna para todos los grupos poblacionales, con énfasis en poblaciones cuyo riesgo de morir durante el embarazo, parto o puerperio es mayor, como es el caso de las Mujeres Indígenas, el cumplimiento está en grave riesgo; lo cual se traduce en vulneración de los derechos de las mujeres en la maternidad que se expresan en muertes y orfandad.
Las mujeres indígenas, afrodescendientes y de otros grupos étnicos refieren barreras y discriminación a la hora de la atención en los servicios de salud, por lo cual no acuden oportunamente o prefieren ser atendidas en su comunidad. La perspectiva intercultural en los servicios de salud materna aún no está ampliamente institucionalizada y requiere, entre otras, de la participación social para conocer las necesidades de la población beneficiaria y que ésta conozca las tecnologías y cuidados disponibles para una atención respetuosa y culturalmente segura de su embarazo, parto y postparto y del compromiso de todos los actores.