La OPS/OMS insta a fortalecer la vigilancia y adoptar medidas para prevenir su propagación a partir de casos importados de otras regiones
Washington, D.C., 10 de febrero de 2015 (OPS/OMS)— Los brotes recientes de sarampión en los Estados Unidos y Brasil, a partir de casos importados de otras partes del mundo, sugieren que las tasas de inmunización en algunas áreas han descendido por debajo de los niveles necesarios para prevenir la propagación de la enfermedad en las Américas, señalaron hoy expertos de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS).
"Gracias a los altos niveles de inmunización, los países de las Américas han estado en camino a declararse libres de sarampión durante más de una década," dijo el doctor Cuauhtemoc Ruiz, jefe del Programa de Inmunizaciones de la OPS/OMS. "Mantener altos niveles de cobertura de vacunación es fundamental para prevenir y detener brotes y para proteger a nuestras poblaciones de la amenaza constante de casos importados", afirmó.
El sarampión se considera eliminado de las Américas desde 2002 debido a la ausencia de transmisión endémica de la enfermedad. Un comité internacional de verificación está compilando datos probatorios para declarar a la región libre del sarampión. Ésta haría de las Américas la primera región del mundo en eliminar la enfermedad, en línea con logros similares como la eliminación de la viruela en la década de 1970 y de la poliomielitis en la de 1990. Actualmente, la región está también en camino a certificarse como libre de rubéola.
Todos estos logros han sido el resultado de los esfuerzos regionales por lograr altas coberturas de vacunación, a través de programas regulares de inmunización y campañas masivas de vacunación, que incluyen la celebración de la Semana de Vacunación en las Américas impulsada por la OPS/OMS desde hace 13 años.
Sin embargo, la eliminación del sarampión "se enfrenta actualmente a grandes desafíos debido a las varias y continuas importaciones de casos de sarampión", indicó la OPS/OMS en una alerta epidemiológica distribuida ayer a sus países miembros de la región. La alerta insta a los países a "fortalecer las actividades de vigilancia y tomar las medidas adecuadas para proteger a los residentes en las Américas contra el sarampión y la rubéola".
Según la alerta de la OPS/OMS, un total de 147 casos de sarampión fueron confirmados en cuatro países de las Américas desde el comienzo de este año y hasta el 8 de febrero. De ese total, 121 casos fueron en los Estados Unidos, vinculados principalmente a un brote que empezó en diciembre pasado en Disneylandia, en California. Un solo caso en México también se vinculó a ese brote. De los restantes casos, 21 tuvieron lugar en Brasil y cuatro en Canadá.
Los casos en Brasil forman parte de un brote más grande que comenzó a principios de 2013 y que ha enfermado a más de 700 personas en 31 municipios.
Entre 2003 y 2014, la región registró un total de 5.077 casos importados de sarampión; la mayoría de ellos en 2011 (1.369) y 2014 (1.848).
"Los países de las Américas han notificado casos importados de otras regiones cada año durante la última década, pero hasta hace poco, esos casos no condujeron a brotes significativos", señaló Ruiz. "Los brotes recientes son motivo de preocupación porque indican brechas en la inmunización que podrían permitir que el sarampión y otras enfermedades prevenibles mediante vacunación se afianzaran nuevamente y empiecen a propagarse en nuestro hemisferio", advirtió.
La vacuna contra el sarampión se ha utilizado durante más de 50 años y ha probado ser segura y eficaz. A nivel mundial, evitó unas 15,6 millones de muertes entre 2000 y 2013.
La OPS/OMS recomienda que los niños reciban dos dosis de la vacuna contra el sarampión antes de su quinto cumpleaños y que los niveles de cobertura de ambas dosis alcancen el 95% o más para prevenir la propagación de casos importados. Actualmente, alrededor del 92% de los niños de 1 año en las Américas reciben una primera dosis de la vacuna antisarampionosa.
En vista de los brotes recientes, la OPS/OMS insta también a las autoridades de salud de sus países miembros a:
- Mantener altos niveles de cobertura de vacunación a nivel nacional y local.
- Aconsejar a los viajeros que van a las regiones que tienen circulación de sarampión a estar al día con sus vacunas contra el sarampión (esta no se aplica a los menores de seis meses, quienes no deben vacunarse).
- Informar a los viajeros de los síntomas del sarampión y lo que deben hacer si sospechan que tienen la enfermedad.
- Requerir prueba de la inmunidad de sarampión a los trabajadores del sector de la salud (incluido personal médico, administrativo y de seguridad) y recomendar que el personal de las áreas de turismo y transporte sea inmunizado.
- Sensibilizar al personal de salud del sector privado sobre la necesidad de notificar de inmediato cualquier presunto caso.
- Si se detectan casos importados de sarampión, realizar la búsqueda de contactos y, según la historia de viaje, informar a las autoridades sanitarias en el exterior acerca de la posible ubicación de los contactos en sus países.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) trabaja con los países de las Américas para mejorar la salud y la calidad de la vida de su población. Fundada en 1902, es la organización internacional de salud pública más antigua del mundo. Actúa como la oficina regional para las Américas de la OMS y es la agencia especializada en salud del sistema interamericano.