NUEVA YORK/GINEBRA, 1 de agosto de 2022 - Mientras las crisis mundiales siguen amenazando la salud y la nutrición de millones de bebés, niños y niñas, la importancia vital de la lactancia materna como mejor comienzo posible en la vida es más decisiva que nunca.
Esta Semana Mundial de la Lactancia Materna, cuyo lema es Impulsemos la lactancia materna: educar y apoyar, UNICEF y la OMS hacen un llamamiento a los gobiernos a fin de que asignen más recursos para proteger, promover y apoyar las políticas y los programas de lactancia materna, especialmente los que están dirigidos a las familias más vulnerables que viven en situaciones de emergencia.
La lactancia materna constituye una fuente de alimentación segura, nutritiva y accesible para los bebés y los niños pequeños durante situaciones de emergencia como las de Afganistán, Yemen, Ucrania, el Cuerno de África y el Sahel. Ofrece una defensa poderosa contra las enfermedades y todas las formas de malnutrición infantil, incluida la emaciación.
La lactancia materna también actúa como la primera vacuna del bebé, ya que lo protege contra las enfermedades más frecuentes de la infancia.
Sin embargo, la angustia emocional, el agotamiento físico, la falta de espacio e intimidad y las malas condiciones de saneamiento que padecen las madres durante las situaciones de emergencia implican que muchos bebés no pueden aprovechar los beneficios de la lactancia materna para sobrevivir.
Menos de la mitad de los recién nacidos reciben leche materna en la primera hora de vida, y esto los hace más vulnerables a las enfermedades y a la muerte. Y solo el 44% de los bebés toman leche materna de manera exclusiva durante sus primeros seis meses de vida, una cifra que está por debajo del objetivo de la Asamblea Mundial de la Salud del 50% para 2025.
Proteger, promover y apoyar la lactancia materna es más importante que nunca, no solo porque al ser el primer sistema alimentario natural y sostenible del bebé protegemos nuestro planeta, sino también porque promovemos la supervivencia, el crecimiento y el desarrollo de millones de lactantes.
Por eso, UNICEF y la OMS piden a los gobiernos, los donantes, la sociedad civil y el sector privado que redoblen sus esfuerzos con el fin de lograr los objetivos siguientes:
- Dar prioridad a la inversión en políticas y programas de apoyo a la lactancia materna, especialmente en entornos frágiles y de inseguridad alimentaria.
- Dotar a los trabajadores de la salud y la nutrición que realizan su labor en los centros sanitarios y en las comunidades de las competencias necesarias para proporcionar a las madres un asesoramiento de calidad y un apoyo práctico que les permita amamantar a sus hijos de forma adecuada.
- Proteger a los cuidadores y a los trabajadores de la salud contra la influencia del mercadeo poco ético de la industria de la fórmula para bebés mediante la aprobación y aplicación plena del Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna, especialmente en los entornos humanitarios.
- Establecer políticas favorables a la familia que proporcionen a las madres el tiempo, el espacio y la ayuda que necesitan para amamantar.