Caracas, 1 de junio de 2023 (OPOS/OMS).- Con ocasión de las actividades de celebración del Día Mundial de la Salud y los 75 años de la OMS, la Academia Nacional de Medicina organizó un foro en el que participó el Representante de la OPS/OMS en Venezuela, Cristián Morales. También participó el Dr Hernán Malaga, ex representante de OPS/OMS en Venezuela, Colombia y Paraguay. Morales aprovechó la oportunidad para resaltar la necesidad de multiplicar esfuerzos para lograr sistemas de salud basados en atención primaria de la salud (APS) que sean universales y resilientes en la era post COVID-19, una de las principales lecciones que nos deja la pandemia.
Explicó que el impacto de la COVID-19 en las Américas fue muy significativo y se expresó tanto en el plano económico y social como en el retraso en el alcance de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y en la caída de los indicadores de salud y de servicios esenciales.
Citando a la Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), el representante mostró la profunda recesión económica que sufrió la región -la peor de la historia, superando con creces la depresión de 1930- y provocando un aumento entre 2019 y 2020 de 33% de la población bajo la línea de pobreza y de 36% en extrema pobreza en el mismo período, el hecho de que más de 70% de las metas de los ODS no van a ser alcanzadas por los países de la región y que los servicios de salud continúen presentando importantes interrupciones debido a los rezagos que ocasionó la pandemia en diferentes ámbitos.
La pandemia también agravó la situación de inequidad que se vive en los países de la región, en donde hoy el 10% de la población más rica acapara casi el 80% de la riqueza, mientras que el 50% más desfavorecido apenas alcanza a quedarse con el 1% de la riqueza.
Lecciones y recomendaciones
El representante hizo énfasis en que la COVID-19 nos lleva a replantear en una nueva perspectiva las recomendaciones que OPS/OMS ha levantado históricamente desde antes de la pandemia: los sistemas de salud deben basarse en un enfoque de derecho bajo la filosofía de la APS, deben reforzarse para ser más resilientes y avanzar hacia la salud universal, centrándose en las necesidades de las personas, sus familias y comunidades y organizándose en base a redes integradas de salud con un primer nivel de atención fuerte, resolutivo y capaz de articular referencias y contrareferencias hacia y desde el nivel hospitalario. Asimismo se debe debe lograr una participación social inclusiva y un enfoque donde la salud sea una preocupación intersectorial del gobierno y de todos los sectores de la sociedad.
Explicó a renglón seguido las cinco prioridades del nuevo Director de la OPS, el Dr Jarbas Barbosa, para hacer frente a las inequidades históricas y lograr la recuperación de los sistemas de salud: 1) Poner fin a la pandemia con las herramientas que disponen los países, incluidas la vigilancia y las vacunas; 2) Aplicar las lecciones aprendidas en la pandemia para prepararse para futuras emergencias sanitarias; 3) Garantizar un acceso rápido y equitativo a las innovaciones sanitarias para todos los países de la región; 4) Construir sistemas nacionales de salud resilientes basados en la atención primaria de salud y 5) Reforzar la capacidad de la OPS para ayudar a los Estados Miembros.
Tres documentos guía
El representante se refirió a tres importantes documentos que pueden servir de guía: Estrategia para el establecimiento de sistemas de salud resilientes en la etapa posterior a la pandemia aprobada por los ministros de salud de la región en el Consejo Directivo de 2021, Política para recuperar el progreso hacia el logro de los ODS con equidad, aprobada en la Conferencia Sanitaria Panamericana de 2022 y el documento Salud para todos: transformando las economías, presentado en la 76º Asamblea Mundial de la Salud este año.
El primero de estos exhorta a los Estados Miembros a que fortalezcan el liderazgo para establecer sistemas de salud resilientes, avancen en la transformación de los sistemas de salud con base en la atención primaria y con una participación social inclusiva, midan la capacidad institucional de las autoridades de salud para desempeñar las funciones esenciales de salud pública y elaboren planes para fortalecer dichas funciones, aumenten y amplíen la capacidad de las redes de servicios de salud para mejorar el acceso a la misma y aumenten y mantengan las inversiones públicas en salud.
Con respecto a este último punto, el representante recordó que la OPS recomienda desde 2014 destinar a salud un 6% del Producto Interno Bruto de cada país para poder avanzar de forma efectiva hacia la salud universal. El promedio de la región está estancado desde hace décadas en alrededor de 2,9% y 3,0%.
Los países de las Américas, resaltó, no pueden enfrentar solos desafíos como los que planteó la COVID-19: “Y no solo un desafío como el de la pandemia, no pueden enfrentar ninguno de los grandes desafíos que afectan la salud y el bienestar de las poblaciones de nuestros países (…) Por el contrario, estos deben encararse unidos internamente y entre los países a nivel regional”.
El documento de 2022 para el logro de los ODS, propone por su parte cinco grandes líneas de acción estratégica: promover la acción intersectorial, reorientar las políticas y los planes y programas de salud, promover la participación comunitaria, fortalecer la gobernanza local y, por último, fortalecer el monitoreo y evaluación de los avances hacia el logro equitativo del ODS 3.
El documento Salud para Todos: Transformando las Economías, de 2023, hace énfasis en que el bienestar físico y mental de todos debe ser un objetivo central no solo de los sistemas de salud sino que también debe considerarse indispensable para el desarrollo económico de los países.
A manera de conclusión, Morales remarcó que los sistemas de salud deben tener un enfoque intersectorial que involucre a toda la sociedad: “Aquí no sobra nadie, nadie puede salir de esto solo, nadie puede enfrentar los retos actuales y futuros aisladamente, debemos fomentar de manera estructurada una visión amplia que promueva la solidaridad al interior de las sociedades y en el interior de los países, teniendo el derecho a la salud como eje para las necesarias transformaciones para que los sistemas de salud sean más universales y resilientes y se basen en un enfoque de APS”.