La tuberculosis resurge como principal causa de muerte por enfermedad infecciosa

Trabajador de salud utiliza tecnología para identificar la presencia de tuberculosis en el paciente.

Un nuevo informe mundial muestra que, aunque los casos siguen aumentando en las Américas, las mejoras en el diagnóstico y el tratamiento están ayudando a reducir las muertes.

1 de noviembre de 2024 - La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un nuevo informe sobre la tuberculosis (TB) que revela que, a nivel mundial, aproximadamente 8,2 millones de personas fueron diagnosticadas con TB en 2023, la cifra más alta registrada desde que la OMS comenzó a monitorear mundialmente la TB en 1995. Esto representa un aumento considerable en comparación con los 7,5 millones reportados en 2022, lo que sitúa nuevamente a la TB como la principal causa de muerte por enfermedad infecciosa en 2023, superando al COVID-19.

El Informe mundial sobre la tuberculosis 2024 de la OMS pone de relieve los progresos desiguales en la lucha mundial contra la TB, incluyendo desafíos persistentes como la importante falta de financiamiento.

En las Américas, a pesar de que aproximadamente 342.000 personas fueron diagnosticadas con tuberculosis en 2023, un aumento del 6,6% con respecto al año anterior, el número de personas que murieron a causa de la enfermedad ha comenzado a disminuir, en un 5,4% entre 2022 y 2023.

Esta reducción se debe a un aumento en el número de personas diagnosticadas y tratadas, pasando del 76% en 2022 al 78% en 2023.

El informe muestra que la enfermedad afecta de manera desproporcionada a la población de 30 países con una alta carga: India (26%), Indonesia (10%), China (6,8%), Filipinas (6,8%) y Pakistán (6,3%) representan conjuntamente el 56% de la carga mundial de tuberculosis. En las Américas, ocho países concentran el 80% de los casos de TB de la región, mientras que otros, particularmente en el Caribe, han reducido la incidencia a niveles bajos, y algunos están cerca del umbral de eliminación de la enfermedad.

Según el informe, el 55% de las personas que desarrollaron TB eran hombres, el 33% mujeres y el 12% niños y adolescentes.

“El hecho de que la tuberculosis siga matando y enfermando a tantas personas es una vergüenza, cuando disponemos de las herramientas para prevenirla, detectarla y tratarla”, dijo el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus. “La OMS insta a todos los países a cumplir los compromisos concretos que han asumido para ampliar el uso de estas herramientas y poner fin a la tuberculosis”.

En 2023, a nivel mundial, la brecha entre el número estimado de nuevos casos de TB y los notificados se redujo a unos 2,7 millones, bajando de los niveles de alrededor de 4 millones durante la pandemia de COVID-19 en 2020 y 2021. Esto es el resultado de importantes esfuerzos nacionales, regionales y mundiales para recuperarse de las interrupciones de los servicios de TB relacionadas con el COVID. La cobertura del tratamiento preventivo de la tuberculosis se ha mantenido para las personas que viven con el VIH y sigue mejorando para los contactos familiares de las personas diagnosticadas con TB.

Sin embargo, la tuberculosis multirresistente sigue siendo una crisis de salud pública. Las tasas de éxito del tratamiento de la tuberculosis multirresistente o resistente a la rifampicina (TB-MDR/RR) han alcanzado ya el 68%. Pero, de las 400.000 personas que se estima que desarrollaron TB-MDR/RR, solo el 44% fueron diagnosticadas y tratadas en 2023.

Para hacer frente a la epidemia de TB, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) hace un llamado a los países para implementar urgentemente nuevas tecnologías y estrategias que permitan avanzar hacia la eliminación de la TB. Entre ellas, la aplicación de pruebas moleculares rápidas para detectar la enfermedad en la atención primaria de salud. Si bien el uso de estas pruebas ha aumentado del 40% al 48% a partir de 2022 y 2023, esto aún está lejos de la meta del 100%.

La OPS también recomienda que los países de las Américas utilicen la radiografía asistida por IA para la detección activa de casos en las comunidades vulnerables y más afectadas, así como regímenes orales más cortos para el tratamiento y la prevención.

Brechas y desafíos de financiamiento

El financiamiento mundial para la prevención y atención de la tuberculosis se redujo aún más en 2023 y sigue estando muy por debajo de la meta. Los países de ingresos bajos y medios (PIBM), que soportan el 98% de la carga de TB, se enfrentaron a importantes déficits de financiamiento. Solo estuvieron disponibles 5.7 de los 22 mil millones de dólares establecidos como meta anual de financiamiento en 2023, lo que equivale apenas al 26% del objetivo mundial.

El monto total del financiamiento de los donantes internacionales en los PIBM se ha mantenido en torno a los 1.1 a 1.2 mil millones de dólares anuales durante varios años. El Gobierno de los Estados Unidos sigue siendo el mayor donante bilateral para la tuberculosis. Si bien la contribución del Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria (el Fondo Mundial) al financiamiento internacional de la respuesta a la TB, especialmente en los PIBM, es importante, sigue siendo insuficiente para cubrir las necesidades esenciales de los servicios de TB. El informe subraya que una inversión financiera sostenida es crucial para el éxito de los esfuerzos de prevención, diagnóstico y tratamiento de la TB.

A nivel mundial, la investigación sobre la TB sigue estando gravemente infrafinanciada, alcanzando solo una quinta parte de los 5 mil millones de dólares fijados como meta anual en 2022. Esto obstaculiza el desarrollo de nuevos diagnósticos, medicamentos y vacunas contra la TB. La OMS continúa liderando los esfuerzos para avanzar en el programa de vacunación contra la TB, especialmente con el apoyo del Consejo de Aceleración de las Vacunas contra la tuberculosis, establecido por el Director General de la OMS.