Abril 2022
Ninguna mujer debería morir por cáncer cervicouterino, ya que es una enfermedad que se puede prevenir”, afirma la doctora Alicia Pomata, directora del Programa Nacional de Control del Cáncer. “Las mujeres deben estar informadas y sensibilizadas para realizarse las pruebas de diagnóstico cuando corresponda."
El Programa Nacional de Control del Cáncer del Instituto Nacional del Cáncer (INCAN) del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPyBS) de Paraguay busca revertir esa estadística y para ello implementa una estrategia renovada denominada “Por un futuro sin cáncer de cuello uterino”, la que a su vez se enmarca en la Estrategia mundial para acelerar la eliminación del cáncer de cuello uterino 2030 de la OMS, de la que el país forma parte.
Ninguna mujer debería morir por cáncer cervicouterino, ya que es una enfermedad que se puede prevenir. Las mujeres deben estar informadas y sensibilizadas para realizarse las pruebas de diagnóstico cuando corresponda.
La estrategia incluyó fortalecer a las regiones sanitarias, a través de un mayor énfasis en el diagnóstico precoz y en el tratamiento de las lesiones precursoras del cáncer cervicouterino para abordarlo a tiempo y prevenir sufrimiento y muertes. Para lograr eso, el programa tiene como objetivo mejorar la promoción de salud y mejorar los centros de salud y atención diagnostica en varias regiones del país. También, la actualización de normas y procedimientos para que el personal de salud pueda brindar una mejor atención basada en la evidencia científica más actualizada.
“Comenzamos con un diagnóstico y establecimos un plan de acción con evidencia y que responde a nuestro contexto”, explica la doctora Pomata. “Las metas incluían que una mayor cantidad de mujeres accedieran al tamizaje y para ello había que trabajar de forma descentralizada”, continúa.
En Cordillera, un departamento a 60 kilómetros de la capital, Asunción, el trabajo extramural y en la comunidad llegó a dos mil mujeres con campañas de comunicación, consultas de control, colposcopias, biopsias, pruebas de VPH y tratamientos.
La estrategia incluyó fortalecer a las regiones sanitarias, a través de un mayor énfasis en el diagnóstico precoz y en el tratamiento de las lesiones precursoras del cáncer cervicouterino para abordarlo a tiempo y prevenir sufrimiento y muertes. También, la actualización de normas y procedimientos para que el personal de salud pueda brindar una mejor atención basada en la evidencia científica más actualizada.
“El trabajo con las Regiones Sanitarias, con sus hospitales cabeceras y su red de atención primaria es de vital importancia para la detección precoz y la prevención” del cáncer cervicouterino, destacó la doctora Marina Ortega, jefa del Programa Nacional de Prevención, Detección Precoz y Tratamiento del Cáncer de Cuello Uterino y Mama (PRONAC).